Hay cosas que una adolescente no debería hacer por las mañanas: como insultar a su despertador o preguntarse por qué existe.
Yo hago las dos.Todos los días.
Me llamo Elisabeth, tengo 16 años y si tuviera que describirme, diría que soy:
-sarcástica
-adicta a playlists tristes a las tres de la mañana
-hater de los lunes
Nunca fui exactamente "normal" solo para que quede claro no me considero así, yo ya era rara antes de todo esto. No “rara” de la que derepente estás pensando, solo… diferente Sí, sacaba las mejores notas y era aplicada… pero por alguna razón algo siempre me veía y decía: Ella/ a ella
Y claro, también estaba la gente que te molesta por tonterías, solo porque existes, no porque hayas hecho algo mal, solo porque piensan que es algo divertido. Nunca lo entendí… y tampoco tengo tiempo para eso.
Y sí: odio el colegio.
Aun así, había aprendido a vivir con eso, a no darle tanta importancia, a ignorar lo que no podía explicar. Hasta que llegó ese día. Simplemente… algo cambió.
Saben qué, me estoy cansando de dar tantas vueltas, así que voy a al grano: todo lo que van a leer aquí pasó de verdad.
Y si llegaste hasta aquí, te doy un consejo: léelo con cuidado.No porque sea peligroso (bueno… un poco) si no porque nunca sabes cuándo una historia puede volverse más real de lo que quieres admitir
Solo una cosa más: mira a tu alrededor de vez en cuando. No para asustarte… solo para estar seguro de que sigues en el lugar donde estabas leyendo esto.