Talk
Entro al baño corriendo y apoyo mi espalda en la puerta para que nadie pase. Las luces de emergencia del shopping se encienden, entonces puedo verme en el espejo. Es mi forma original.
Las hebras de mis cabellos son rojos, caen de lo largo que han vuelto a estar. Un rostro fino y delicado. Un cuerpo pequeño, pero femenino. He regresado a ser yo, mierda, ¿pero cómo? ¿Por qué?
Unas sombras negras salen por la rejilla de ventilación y quieren acercarse hasta mí, así que me asusto. Acabo por salir del baño. Me siguen, buscan a Talk, perciben mi presencia, aunque como no la encuentran solo están cerca.
Necesito que vuelva la luz.
—¿Isidor, estás aquí? —pregunto sin esperar mucho en uno de los pasillos desolados del shopping oscuro.
Un hombre viejo con traje negro sale de ninguna parte, como un fantasma, atravesando la pared.
—¿Me llamaste, Tae?
—¿Qué significa esto? Creí que teníamos un trato. —Frunzo el ceño y luego miro a las sombras—. ¿Por qué me siguen?
—El maestro se encuentra enojado, le estás coqueteando a su presa.
—¿Su presa? ¿Gini? —Enarco una ceja.
Acerca su rostro destruido al mío y me paralizo.
—Gini, Ginniska, Ginji ¿Cuál es la diferencia?
—¿Gini es Ginji? —digo sorprendido.
—No creo que Selenia sepa que eres mi ahijada, ni que el maestro conozca de nuestro trato, así que no te preocupes tanto.
—Es por eso que apareció en mi casa, ¿cierto? Por eso tantos recuerdos falsos en mi memoria. Hay algún plan en esto, ¿verdad?
—Sí, nuestro trato no ha terminado, Tae, te necesito. —Toma mi mano y besa mis dedos, así que pongo cara de asco, por lo tanto se ríe—. Voy a hacer un boicot en la secta, una revolución, así que necesito que estés de mi lado, ¿de acuerdo?
Me suelto, pero asiento y luego sonrío.
—Claro que sí, tú me ayudaste a cumplir mi sueño. No como hubiera deseado, pero igual te lo debo. No dudes de ello, ser hombre no es tan malo, pero ser actor es todo para mí.
—Cuando las sombras se vayan del shopping, te regresaré a ser Talk. —Apoya su mano en mi hombro—. Confía en mí, te estoy cuidando.
—Lo sé.