Julián Castillo
Camino por el Mall sin saber aunque comprarles a mis hermanos, Isabel es una joven de 18 años muy hermosa, inteligente y astuta ama la cocina y su deseo es viajar, aunque aún no sabe cómo decírselo a mis padres.
Por otro lado, mis hermanitos menores están muy grandes y traviesos que nunca le tengo algo de pena a mis padres, en fin cosas que deseo vivir en algún punto de mi vida.
Veo una juguetería y decido que será lo primero que haré, comprar algo para los traviesos.
Siento como un cuerpo pequeno choca con mis piernas, miro hacia abajo y veo un hermoso nene de unos cinco o seis años, su olor me advierte que es un lobo, aunque parece se hibridó, pues su esencia huele un poco a brisa fresca señal que debe ser un hechicero quizás es como mi prima Ilusión y tiene varias entidades, aunque su lobo es sin duda un centinela.
—Hola, pequeño, ¿dónde estás tu madre? —los ojos curiosos y oscuros me miran detallándome de arriba a abajo.
—Hueles a un lobo poderoso —habla con su tierna y dulce voz infantil enterneciéndome, soy un hombre lobo de 27 años ansioso por tener familia, si las cosas hubieran resultado diferente a lo mejor, ahora tuviera un hijo similar a él.
—Así es mi nombre es Julián, soy un alfa, a veo que serás un centinela o al menos eso sospecho también tienes otra entidad, pero aún no me responde lo que te pregunte —él pone una mano en su barbilla analizando lo que he hablado.
—Si de mi madre, la verdad no sé dónde está, yo me perdí —su voz se escucha en calma, toma mi mano y me hace caminar.
—¿No tienes miedo? —lo cuestiono, él niega y aprieta más su agarre.
—Mi lobo me susurró que todo estara bien, que confíe en ti —eso me sorprendió aún es muy joven para que escuche a su lobo, aunque aún más que le dijera eso.
—Mi parte hechicero es muy travieso y despertó a mi lobo —responde con sabiduría a mi pregunta no formulada.
—Te gustaría comer un helado a lo que buscamos a tu mami —él asiente dejándose guiar.
—Ella me dijo una vez que si me pierdo lo mejor es quedarme en un lugar para que mi olor se concentre y puedan dar conmigo, esa banca la pasamos, hace un rato, creo que podemos esperarla allí —asiento, así que después de comprar los helados de chocolate tomamos asiento.
El niño comenzó a hablar como si me conociera de toda la vida, mi lobo estaba suspirando, encantado con la situacion.
—Entonces dices que tu mami sabe lo que piensa la gente únicamente con verlos a los ojos — le cuestiono ambos estamos degustando nuestro helado como si fueras dos amigos de hace tiempo.
—Si ella es la mami más linda del mundo, ella no lo dice, pero mi papi murió y no lo conozco ¿Tú quieres ser mi papi? —el pedido del nene me toma por sorpresa, la verdad no me esperaba eso.
—Me encantaría serlo porque no tengo hijos, sin embargo, debemos preguntarle si ella acepta —le respondí, tome mi servilleta y limpie su mejilla regordeta manchada de chocolate.
—Ella verá en tus ojos si en verdad lo quieres ser y me dirá ella nunca miente, yo sé cuándo ella lo hace, aunque no puedo verlo en los demás —comento con pesar, es un cachorro sumamente inteligente y astuto.
—Pues campeón,,, vamos a buscar a tu mami y sabremos si me deja ser tu amigo —espeto, pues ya había pasado mucho tiempo y esta no daba señales de vida y nadie parecía buscar un niño tan pequeño.
—Leví hijo, al fin te encontré— escuché una voz detrás de mí, el niño corrió hacia la mujer que aún no había visto, pues su voz altero a mi lobo que ansioso deseaba que me girara, sin embargo, tenía un miedo atroz de hacerlo.
—{Ella es nuestra segunda oportunidad} —todo mi ser tembló, su olor era embriagante, un delicioso aroma a cítricos y brisa de mar.
Con lentitud me giro hacia ella, esperando encontradme con aquellos ojos que supongo son tan hermosos como los del cachorro.
—Tú —dijimos al unísono, no podía creer que ella sea mi nueva mate.
—{Mía, mi mate} —gruñó con todas sus fuerzas mi lobo sin que yo pudiera detenerlo.
Mis manos fueron a su cintura, haciéndola terminar pegada a mi cuerpo de tal forma que parecíamos uno.
—¿Qué te pasa Julián? Suéltame —expreso Aisha y mi nombre en sus labios parecía la más bella melodía.
—No puedo Aisha tú eres mi segunda oportunidad, mi nueva mate —ella levantó su mirada, vi tristeza y decepción en sus bellos ojos marrones.
—Lo siento Julián, pero yo no puedo ni quiero otro mate, mi unico amor, mi alma gemela, mi hombre será siempre Leuby —ella tomó la mano de su hijo dejándome en medio del pasillo sin poderme juzgar mi suerte.
Cabizbajo, busco rápidamente los regalos para mis hermanos y padres, voy al estacionamiento y tomo el auto que alquile para mi llegada, con la cabeza en otro lado recorro las avenidas hasta llegar a las carreteras desiertas que llevaban a mi antiguo hogar.
No sé cómo son los designios de la Diosa Luna, de todas las chicas del mundo me tiene que dar una mate que uno no me quiere, dos aún ama a su mate muerto y tres nos criamos desde que nacimos como primos, jodida mierda.
Tenía justo cuatro años que no sabía de ella cuando me fui de la manada me aleje todo y todos los únicos que me visitaban eran mis padres y hermanos unas cuantas veces al año.
La pérdida de Michelle afecto mucho mi parte humana, mi lobo estaba sereno y calmo ante lo sucedido, sin embargo, su traición me pego duro.
Isabel en unos de sus arranques me contó que su alfa la maltrataba y gracias a un conjuro de una Wika sin escrúpulos que no tenía hogar logro desligar, pero al final termino muriendo, lo que al dejo a ella solo con dos cachorros sus padres le dieron la espalda por su comportamiento y está muy sola
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Editado: 14.01.2022