La segunda oportunidad del alfa

5 Soy un hombre soltero y en busca de una familia ¿qué me lo impide?

Julián Castillo

 

Después de quedarme como idiota mirando la entrada de la cabaña del tío Adriano, seguí hasta la casa de mis padres, con algarabía me recibieron preguntando miles de cosas, mis hermanaos se unieron a nuestra reunión familiar con gran felicidad, les conté mi encuentro con Aisha y Leví, también les comente que era mi segunda mate, Isabel chillo, pues ella era su amiga y se apreciaban mucho.

 

—Hijo debemos ir donde Maxi y contarle, sabes que él es como mi hermano, es mejor que desde ya la familia completa estén enterados de todo, a lo mejor la intervención de ellos la ayude a recapacitar —asentí, pues mi padre tenía mucha razón, como familia todos salimos hacia la casa del beta, el cual nos recibió con emoción al verme después de tanto tiempo.

 

—Nuestro primer cachorro —musito, pues fui el primer hijo de los cuatro amigos y fui el unico por casi cuatro años hasta que nació Derek.

 

—Hermano, necesitamos contarte algo que ha sucedido el día de hoy, Julián llego esta tarde y fue al Mall para... —el pequeño Leví entro al salón corriendo a toda velocidad.

 

Me miro con una gran sonrisa dibujada en su tierno rostro

 

—¡Sí viniste!  Julián, aunque mi mami no te quiera igual, aceptaras ser mi papá-amigo yo si lo quiero —no hubo que dar muchas más explicaciones después de eso, ya que el niño se encargó de contar lo sucedido con lujos de detalles.

 

—Entonces mi hija y tú tienen una segunda oportunidad, imagino que su rechazo se debe a la sorpresa de saberse con otro mate —el omega de tío Maxi hablo mientras me miraba por varios segundos, sé que trataba de leerme, así que decidí darle mi mano, agradeció con la cabeza y se quedó mirando hacia la nada, luego sonrió complacido al saber mi sentir al respecto.

 

—Yo le pedí a la Diosa otra oportunidad de amar y me alegra que sea con alguien tan hermosa y especial como lo es su hija, — exprese la madre Alison se había unido a ellos, los tres formaban su triángulo perfecto en el cual eran felices.

 

—Qué alegría más grande me da saber que seremos familia, nuestra hija necesita un amor, ha sufrido demasiado —mis padres y los de Aisha parecían extasiados con la noticia.

 

Su olor invadió mi ser haciéndome estremecer, me giró y la veo en el marco de la puerta, observándonos a todos con curiosidad y nervios.

 

—Nada de eso importa si ella no me acepta, el amor no se puede obligar y muchos menos forzar a sentir—musite mirándola a los ojos, tome sus bolsas y me acerque a entregárselas.

 

—Son tuyas, preciosa hechicera —mi lobo dijo las palabras que mi parte cobarde y humana no se atrevieron, ella parecía sonrojada y avergonzada, su loba estaba coqueteando con mi alfa el cual no pudo disimular sus instintos solo esperaba que nuestra familia no tomara de mala manera lo que se estaba formando debajo de mis pantalones porque mi olor me delataría igual como lo estaba haciendo el de ella.

 

—Yo... este, gracias —su voz salió en un hilo casi imperceptible, su deseo se hizo más notable, por lo que llenándome de valor me acerque a ella susurrándole unas palabras al igual que rozaba su tersa y suave piel con mis dedos.

 

—Yo también lo deseo — susurré en su oído. 

 

Ella salió corriendo una vez me aleje, ya se le había hecho costumbre hacerlo cuando nuestros acercamientos la superaban.

 

—Mi mami le está gustando jugar a las escondidas contigo, aunque yo sé dónde es que ella se esconde — exclamo con suficiencia al saber algo que yo no, me acerque a él y lo tome en brazos.

 

—Y podrías decirme cuál es ese lugar pequeño bribón —él se carcajeó aceptando mi cariñoso cosquillas.

 

—Basta, ja, ja, ja, mami, está en el lago junto al árbol de papá —asentí, miré a mi familia los que asintieron cuando entendieron que iría tras ella.

 

 

Salí de la casa muy decidido a luchar porque me dé la oportunidad de volver a conocernos esta vez como pareja, no sé si ella aceptara más no tengo otra opción tampoco es que lloraré. Mi lobo ya siente el lazo que nos une, sin embargo, aún no se ha desarrollado, la verdad no me gustaría volver a huir, pero si no tengo opción eso será lo mejor.

 

La veo a lo lejos sentada hablando sola sus lágrimas parecen cascada pues no se detienen.

 

—Sabes nunca pensé tener una segunda oportunidad, no obstante se lo pedí a la Diosa, deseo tener hijos, amar a mi alma gemela, ser amado y que mi alfa sepa lo que unirse a su alma gemela en su celo, nada más estaré unas semanas más aquí luego debo encerarme mi alfa no desea otra compañera para pasar su celo por lo que tendré que alejarme de lo contrario estarías en peligro, mi alfa no es muy obediente que digamos —ella se sonroja y luego sonríe.

 

—Yo no quería otro mate, una vez al año veo a Leuby en mis sueños, hablábamos, reíamos y hacíamos el amor por horas, ese era mi bálsamo el cual me ayudaba a continuar por un año más —quise no sentir celos aunque fue inevitable.

 

—¿Aisha tú no sientes nada por mí cuando estamos cerca? ¿No te dan deseos de besarme y que te haga el amor tal y como lo sueñas con tu ex desde hace cinco años? —ella negó mirándome con enojo.

 

—Claro que no estoy segura de que si me besas no sentiré nada lo mejor será que nos rechacemos  —dice lo que me sorprende.

 

—Estas locas podríamos perder a nuestros lobos, si estás segura de tu decisión permíteme tan solo un beso si no sientes nada con él aceptaré mi destino —ella me miro con dudas y luego de sopesarlo lo que me parecieron horas acepto.

 

Me acerque a ella con delicadeza la tome de la mano haciendo que se pusiera de pie la tome de la cintura, sin ninguna prisa me fui acercando a  ella quería que su corazón se acelerara tanto como estaba el mio, el cual no tardo en galopar uniéndose a mí en una carrera sin fin.




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