La Semilla del Mal

V

Lavinia

LAS COSAS se pusieron turbias cuando una voz escalofriante se coló en nuestros oídos. Iba de camino a mi dormitorio con mi madre jalándome hacia un escondite cuando todo el tiempo se detuvo unos instantes y escuchamos la voz del oráculo en nuestra mente.

Debo decir que desde chica me habían dicho de la existencia de un oráculo, más nunca tuve el honor de escuchar una de sus profecías hasta ahora. Todo parecía estar escrito:

El destino no se puede deshacer y lo que estaba escrito sigue marcando el futuro del mundo.

La semilla del mal resurgirá al cumplimiento de veinticuatro primaveras y en esta última se cumplirá. Solo entonces el verdadero peligro comenzará.

Pero hay esperanza para la supervivencia de todos si la amenaza es eliminada antes de la última primavera. Hay esperanza para todos si la semilla es ahogada desde su fuente antes de que resurja.

Los hijos de la noche y las hijas de la luna tendrán que trabajar juntos para acabar con la mayor amenaza de todos si quieren un mundo mejor.

Hasta ese momento, lo que había escuchado de la semilla del mal era que era el fin de todo. No se tenía ningún dato específico de cuando sucedería, ni cómo más que sería desastroso para todos. Con esta nueva declaración, el cielo ahora estaba en su tono normal de oscuridad y el aquelarre miraba con terror a todos lados, esperando que otra bomba cayera sobre nosotros.

Mi madre suelta mi mano y alza una ceja, estaba bastante segura que iba a reñirme por mi escenita de hace rato, pero ahora me mira como si fuera mi culpa que el oráculo decidiera hacer un recado apocalíptico.

—Regresa a tu habitación, Lavinia y mantente fuera de problemas —ordena.

No me deja ni responder cuando la veo alejarse por los pasillos. Yo me quedo ahí, observándola irse. Lamentablemente, escuchar ordenes es algo que se me da terrible así que regreso por el camino donde venía y voy hacia el auditorio.

Si quiero saber más de esta dichosa profecía, mejor regresar a donde está el consejo. Ellos siempre tienen los chismes más jugosos. En el camino, veo un destello de cabello azulado y me encuentro de frente con Zarina Moon, mi mejor amiga.

—No me digas que vas al auditorio a escuchar a escondidas —me acusa.

Alzo una ceja, como si no la conociera mejor. Si alguien quiere la versión completa, Zarina es la que te cuenta todo.

—¿Y tú no estabas a punto de hacer lo mismo? —la señalo.

—Me parece injusto que quieran mantenernos al margen, es un asunto de todos ¿no crees?

Asiento. Entonces Zarina da un pequeño salto de alegría y engancha su brazo con el mío.

—En ese caso, podemos aprovechar para que me cuentes todo lo que pasó con Fiona de Shrek.

Me echo a reír ante el apodo que le puso a Felicia. Zarina debía de estar en alguna misión cuando Felicia y yo nos peleamos. Usualmente, no se mete conmigo de forma tan directa si me ve con ella. Y es que uno de los poderes que tiene Zarina es la transformación en seres que ella desee. Incluso Felicia qué actúa como si nada le importara, le intimida que Zarina use sus poderes en contra de ella.

Le cuento todo lo que sucedió con Felicia y sus grupo de amigos hasta que sonó la alarma. Zarina se estremece al oír mi parte de la historia.

—Dioses, Lavinia, nunca creí que esa alarma fuera a sonar. Esa voz… me deja la piel helada.

Asiento.

Tan solo recordarlo me da escalofríos a mi también.

—¿Crees que realmente la encuentren? A la semilla, me refiero —pregunto.

Zarina alza sus hombros.

—No lo sé, pero de cualquier forma, todo esto me da un muy mal presentimiento.

En nuestro mundo había una profecía de hace milenios que declaraba el fin del mundo una vez que la semilla del mal resurgiera. Nadie sabía nada de eso hasta lo que dijo el oráculo.

Ahora está claro que tanto el aquelarre como la orden oscura deben trabajar juntos. Pero la situación está en que la orden representa todo lo opuesto a nosotros. Por años ha existido una rivalidad que ha estado cerca de la guerra.

La orden oscura, mejor conocida como un grupo de cazadores de seres sobrenaturales se encarga de “limpiar” nuestro entorno. Al menos eso es lo que ellos se dicen así mismos, como si fueran una especie de héroes sin capa. Odian a las brujas por el simple hecho de que nosotras no necesitamos matar a estos seres, e incluso los usamos a nuestro favor.

Por ejemplo, los demonios. Seres despreciables si, pero son muy útiles para ciertas situaciones y sus poderes demasiado tentadores. Tenemos todo tipo de contactos con el mundo sobrenatural y no todo lo vemos blanco y negro. Matar o morir.

Pero ellos no toleran eso.

Con el último discurso del oráculo, se deja en claro que deberemos trabajar en conjunto. No tengo ni idea de cómo va a ser posible. Quizá por eso tengo tanta curiosidad y voy con Zarina camino al auditorio.

Ella logra encontrar una entrada trasera que da a un palco medio oculto hasta arriba por lo que es casi imposible que noten nuestra presencia.




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