Casandra bajó las escaleras, sus ojos se toparon con el plato servido, cubierto con la funda de malla que dejó en la noche para que su esposo cenara, volvió sus manos un puño, llevaban un año de casados, los tres primeros meses Ignacio comía lo que ella le preparaba, pero ahora no pasaba eso, termino de bajar los escalones, la servidumbre estaba en la labor de limpieza.
—Señora Baillères ¿retiro el plato de la mesa? —pregunta la estirada ama de llaves, en su mirada estaba reflejada la burla, una que crecía día tras día en estos nueve meses, no la quería, de hecho, Casandra era el hazme reír de la servidumbre, cuchicheaban por qué desde el primer día que se casó, dormía en camas separadas, su esposo llegaba a altas horas de la noche y no tocaba su comida, se preguntaban cuanto más duraría Casandra en esa casa, ¿la razón? Lucía Ferrer, ella no sabía de la mujer, lo supo cuando escuchó a la ama de llaves hablar con otra joven del servicio.
—" El amor de la vida del Señor Ignacio, siempre ha sido la señorita Lucía Ferrer, ella es la adecuada para ser la Señora de la casa, se dice que se casó con esta mujer por exigencia de la abuela Bailléres" —el corazón de Casandra se estruja al escuchar esa dura verdad, si era cierto que se había casado con Ignacio porque la abuela lo pidió, pero ella creyó en las palabras de la abuela, Ignacio sentía algo por ella, sólo que era tímido, pero debía tenerle paciencia, sólo era cuestión de tiempo, con esa esperanza Casandra se casó, pero las cosas no fueron lo mismo desde que Ignacio le pusiera el anillo en el dedo, se volvió frío, ella en cambio lo había admirado más, y no era para menos su esposo es un hombre imponente y carismático, mide 1.90 metros, su presencia es difícil de ignorar. Su cuerpo está bien trabajado, resultado de años de dedicación al ejercicio y a un estilo de vida saludable. Tiene una musculatura definida, pero sin exageraciones, lo que le da un aspecto atlético y elegante.
Su cabello es oscuro y siempre está perfectamente peinado, ya que es detallista, le gusta proyectar una imagen impecable. Sus ojos son de un color marrón profundo, capaces de transmitir tanto frialdad como intensidad, dependiendo de la situación. Su mirada es penetrante, a menudo dando la impresión de que puede ver a través de las personas.
Ignacio viste con ropa de alta costura, prefiriendo trajes a medida que resaltan su figura y su estatus. Su estilo es clásico y sofisticado, con un toque moderno que lo mantiene siempre a la vanguardia de la moda. A pesar de su apariencia fría y distante, hay una energía magnética en él que atrae a quienes lo rodean, y ella es una prueba de ello.
En su vida profesional, Ignacio es conocido por su determinación y su capacidad para tomar decisiones difíciles sin titubear. Es un empresario exitoso y poderoso, conocido por su habilidad para manejar múltiples negocios con gran eficiencia. Dirige un conglomerado empresarial que incluye varias industrias del mercado laboral, era presidente de una las principales empresas mineras especializada en la extracción de metales preciosos como la plata y el oro, es dueño de una cadena de tiendas departamentales de lujo, Su conglomerado incluye una aseguradora líder y una administradora de fondos de pensiones, ofreciendo una amplia gama de servicios financieros, Además, tiene inversiones en el sector agropecuario, incluyendo la crianza de caballos y toros para exhibiciones y competencias. tiene la reputación de ser implacable cuando se trata de alcanzar sus objetivos, en esta años de casados se había dado cuenta de ello.
—Retírelo —la mujer se gira con una enorme sonrisa, ella decidió salir al jardín, conoció a la abuela en la floristería que trabajaba, la señora se volvió cliente asidua, así que inevitablemente se hicieron amigas, observa las rosas que ha plantado, con cariño pasa sus dedos por los suaves pétalos —Mis niñas están preciosas, me gusta ver cómo están creciendo.
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Ignacio se levanta de su silla al ver entrar a Lucía a su oficina, ella es una mujer de una belleza clásica y sofisticada, de cabello largo y oscuro, desde la infancia, ha sido la confidente y apoyo incondicional de Ignacio. A pesar de su apariencia fría y calculadora, Lucía es extremadamente inteligente y astuta, cualidades que utiliza para manipular a quienes la rodean, incluido Ignacio. Crecieron juntos, compartiendo una infancia llena de secretos y aventuras. Esta conexión profunda y su conocimiento íntimo de Ignacio le permiten influir en sus decisiones. Lucía siempre ha estado enamorada de Ignacio en secreto, algo que él no sabe, su habilidad para presentarse como la única persona que realmente lo entiende y apoya incondicionalmente hace que Ignacio confíe en ella más que en nadie, incluso más que en su propia esposa. Lucía puede ser cruel y despiadada cuando se trata de mantener su influencia sobre él, utilizando tácticas emocionales y psicológicas para mantenerlo bajo su control.
Ella es una abogada de renombre, especializada en derecho corporativo. Su carrera le ha permitido desarrollar una red de contactos influyentes y una reputación de ser implacable en la sala de juicios. Esta posición de poder y su inteligencia aguda la hacen aún más formidable como manipuladora.
—Te he traído el almuerzo ¿Cómo te has sentido del estómago? —deposita los recipientes en la mesa de centro que tiene Ignacio en su oficina.
—Mejor — ella sonríe
—Te dije que dejaras de comer la comida que te preparaba Casandra, solo Dios sabe si te estaba envenenando para quedarse con tu dinero.
Editado: 21.11.2024