La Séptima: Saga de Guardianes

Hace dos meses

"Debido a nuestra naturaleza, siempre buscamos una respuesta, una manera de aclarar lo que llamamos desconocido. Una insaciable y desesperadamente sed de conocimiento, de controlarlo todo. Una forma "razonable" de explicarlo, sin saber que eso no es posible. Lo que es así, así será y no cambiará. Por eso, ellos temen aquello que no entienden, incluso llegan a odiarlo. Es peligroso meterse con lo que no podemos comprender, pero también lo es temerlo y hacerlo nuestro enemigo. Ese tipo de miedo ha causado atrocidades a lo largo del tiempo, obligando a esconderse a varios seres de los Ordinarios, a ocultar su existencia, sus poderes y su vida. Estás en riesgo si te logran ver o si conocen la verdad, por ello, tuvimos que mantenernos al margen y observar desde las sombras. Los Ordinarios, no pueden ver lo que llaman "Sobrenatural", a menos que eso mismo lo desee. Sí, la magia existe y es momento de ser libres, como Guardianes. No merecemos ocultarnos, merecemos ser vistos y respetados. Hagámosle saber que nos necesitan más de lo que ellos creen."

Dabir Sakho

Fundador de Oculus Aquilae

1906-1945

En algún lugar de Europa

Reunión de Emergencia del Consejo de Guardianes

En esa oscura tarde, caminaba un hombre alto, de cabello de oro y ojos como la noche, llevaba su traje limpio y su maletín en la mano. Esa tarde era fría, así que traía guantes junto a su abrigo largo. Atravesaba los pasillos anchos de mármol del Consejo de Guardianes, recién finalizaba su reunión. Había sido inesperado, un día cualquiera, cuando ayudaba a sus niños con la tarea, recibió una carta que decía lo siguiente:

Reunión en el Consejo de Guardianes

20 de Setiembre

3:00 p.m.

Consejo Supremo de Guardianes

Una carta así de breve no era nada común en El Consejo. Usualmente contenía una explicación del tamaño de La Biblia acerca de la importancia de la reunión y de lo estimado que era Guillermo Rovira para ellos. Eso le preocupó y se vio obligado a dejar la comodidad de su hogar para tomar el primer avión. Así como la carta, la reunión había sido directa y breve.

—Han vuelto y más sangrientos que nunca. Dejan cadáveres donde vayan —había dicho un General, amigo cercano de él.

Formando un arco frente a los Tres Líderes, los Generales de cada nación y Gobernadores de cada continente, se sentaban en silencio, poniendo suma atención a las palabras que cada vez les causaba más terror. Reuniones como aquellas ocurrían una vez cada cuarto de siglo o más, lo más inquietante era el hecho de que ya habían tenido unas seis de esas reuniones en los últimos siete años. Comentaba con otros conocidos suyos el porqué de la reunión, pensaban que se trataba de otro ataque hecho por los anti-sobrenaturales, grupos que causaban disturbios, en su búsqueda de detener a lo que denominaron “Sobrenatural” —término del cual ya los Guardianes no formaban parte—, incitaban a los suyos a aceptar sus racistas ideales, realmente significaban un problema para los Generales, sin importar la nación que encabezaba. Iniciaron con una frase que les cortó, como una daga, dejándolos boquiabiertos.

—La líder Sasaki fue la primera víctima —explicó la jefa de Investigadores—. Al principio creímos que se trataba de un ataque al azar. Pero encontramos su símbolo y la palabra "Renacer" en diferentes idiomas. Después se encontró el líder Piast muerto en su casa. Ambos murieron de la misma forma, les cortaron sus cuellos. Pensamos que van detrás de los líderes importantes de las Organizaciones, luego irán tras los Gobernadores o Generales de cada nación y continente

¡Mierda! No era momento para que un General estuviera tranquilo y mucho menos caminara solo por las calles. Habían enviado escolta a su casa y ahora lo acompañaban cinco Guerreros, "los mejores de Centroamérica", había asegurado el Gobernador Americano. Si cazaban líderes de las Organizaciones debía moverse con cuidado y desconfiar en cualquiera que no estuviese en esa reunión. Habían logrado acabar con Sasaki, la segunda mejor de todos los líderes... Si ella no logró vencerlos, de seguro con él lo harían y aún más fácil. ¡Su familia! Hablaron de que atacaron al líder Piast en su casa, él tenía tres hijos y dos hijas. ¿Qué había sucedido con ellos? En ningún momento lo mencionaron. Debía pensar en sus hijos, en su esposa, en él, ¿si lo atacaban en casa y mataban a su familia? O incluso podía llegar a casa ese mismo día y no encontrarlos. "¡Silencio, Guillermo!", pensó. Era fuerte, podía acabar con unos malditos asesinos, además... ¿Acabar con todos los líderes? Había uno por país y les sería bastante difícil acabar con todos. Él era uno, ya dos cayeron, por ello debía ser más astuto, jamás podía permitir que su nación acabara sin un General, ni pensarlo.

Llegó al aeropuerto y dudando tomó un vuelo a su hogar. Rovira se mantuvo todo el viaje pensando, torturándose con la idea de no encontrar a su familia. No pudo dormir ni ver una película ni leer un libro, nada. Estaba atrapado, preocupado. Ni siquiera le habían permitido utilizar un portal, porque aseguraron que sería más peligroso. Estaba muy seguro de lo contrario, esa decisión le molestó bastante. "Hogar dulce hogar", pensó al bajarse del avión con una sonrisa. Los cinco guerreros iban detrás de él, lo acompañaron en el auto hasta su casa. La cual quedaba en un bonito residencial en la montaña. Estaba tan segura como un búnker de un ejército, nadie entraba, ni salía, ni siquiera la miraba sin que él lo supiera. Sus hijos serían acompañados a la academia con escolta y su esposa al trabajo. Nadie entraría allí, de seguro.




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