Era el cumpleaños de la madre de Lara.
Lara fue por un obsequio especial para ella y en medio del camino tenía la sensación que alguien la vigilaba. Iba precavida y se decía a ella misma que no había nadie observándola.
Se encuentra con un viejo amigo de su padre quien la invita a tomar un café. El hombre estaba encantado con el bebé de Lary. Estuvieron hablando por un buen rato y ella le contó cómo y dónde había conocido a su esposo. El buen hombre le dijo que le avisará a su padre que en cualquier momento iría a vicitarlo.
Llegaron a casa de los padres de Lara y su madre y sus hermanos se peleaban por cargar al niño, ella les pide que tengan cuidado porque ya había empezado a caminar pero que estuvieran atentos a que no caiga y se lastime.
Su padre durante la cena le dice. —Lara me olvidé de avisarte ¡Llego un paquete para ti!
Jukk. — ¿Un paquete? ¿Qué paquete?
Y miró a Lary algo enojado y molesto
El padre. —¡Sí! Aquel amigo de Larita. El joven es un buen chico e iba con ella a la escuela; aquí en la familia lo conocemos y es un gran muchacho; viaja por trabajo y siempre le envía un presente de los lugares a donde viaja.
Jukk. — ¡Si lo recuerdo! Ella me había contado de él.
Lara. —Sí, siempre me manda un souvenir ¡Yo te conté de él! Así que no me mires así y hagas un escándalo de ello.
Jukk. —No hago un escándalo pero no es agradable que otro hombre te mande obsequios.
Jukka se sentía molesto pero evito seguir hablando para no hacer una escena de celos frente a su suegros.
Los hermanos de Lara para desviar aquella situación empezaron hablar de otros temas pero él había quedado bastante molesto y poco conforme.
Su madre. —¿Y Lara? ¿Respondieron tu curriculum?
Lara. —¡Ya basta madre! No enviè nada. Tu yerno no quiere que trabaje y fin del tema.
Jukk. — No es necesario y ese tema ya llegó a su fin. Ya hablé con su hija. Que dedique tiempo al niño y disfrute de él. Después crecen. Ya va a tener tiempo para trabajar.
La madre. —¿Por qué no hablas con tu ex jefe? Él te apreciaba mucho. Quizá te pueda emplear para que tu trabajes desde casa.
Lara. —Madre, él ya está retirado, ya no atiende la empresa, la dejó a cargo de su hijo. Y quizás ya tenga unos 89 años.
El padre toma un trago de vino y mira a su hija con una mirada cómplice, ya que él sabía a lo que ella se dedicaba antes.
— ¡Ya no está para ese trabajo! —dijo su padre—. Ahora debería cuidar de su hijo y su familia. Llega un monento de la vida en que hay que retirarse de ciertas cosas. Lara pasa a mi oficina tengo que hablar contigo.
Lara. — Padre, estoy nerviosa todo el tiempo. Tal vez debería decirle la verdad a Jukka y a mi madre.
El padre. —¡No seas tonta! Sería una locura y se armaría un gran lio. Le rompería el corazón. Mejor cállate y olvídate de todo aquello ¿Podès dormir por las noches?
Lara. —¡Sí como un bebé! No tengo problemas para dormir pero pasó algo el otro día.
Lara le contó a su padre lo de Juanna y como ella había actuado. Se había expuesto y tenía miedo de que aquella mujer la delatara.
El padre. —¡No va a delatarte! Ella estuvo en falta y no debió presentarse en tu casa. A ella le traería problemas si Jukk se entera. No dirá nada, conozco a las personas como aquella horrible mujer. Está desdichada, tu eres joven y bella mi niña y ella buen... Se le ha pasado la vida ¿Querés que me encarge?
Lara. —¡No esta bien! Por ahora no. Pero si vuelve juró que la hago desaparecer.
El padre la abraza y le susurra. — ¡Ten calma! Olvídate de ella y de todo aquello, vive tu vida, tu nueva vida y cuida de tu hijo—Lara le da un fuerte abrazo
—¡Gracias papá!—dijo Lara.
—Sabed que aquí estoy para lo que necesites—acotó su padre—. Tengo un regalo para tu madre. La llevaré de viaje a Sicilia a vicitar a su familia por un mes. Tu hermano se hará cargo del negocio ¿No necesitas un cheque o algo para tus gastos? << y saca la chequera>>
Lara. — ¡No padre, no es necesario! Estará muy feliz de volver y estar con su familia allí.
Mientras hablaba con su padre, abre el paquete de Kal.
Había una carta donde le contaba que volvería a Soumi e iría a vicitarla si ella se lo permitía; quería conocer al niño y al afortunado que le había robado aquella flor.
Luego del festejo iban de regreso a su casa y se detienen en una gasolineria. Eran cerca de las dos de la mañana y ya no habia nadie en la calle.
Jukk carga el tanque y miraba para ambos lados como era de costumbre por precaución.
Un joven encapuchado se acerca de espaldas con un arma y lo toma por sorpresa, le apunta a Jukka.
El niño estaba dormido en el asiento trasero. Jukka saca todo lo que traía y levanta ambas manos para mostrar que no tenía nada, al ladrón no se le veía el rostro.
Ella muy cautelosa se esconde y abre la puerta del auto sin que éste lo notará, y se arrastra cuerpo a tierra por el suelo en la oscuridad, ella sabía que el sujeto iba a cometer algo más que un simple robo.
El ladronsuelo se iba alejando y miraba para todos lados. La calle era un decierto, no andaba nadie a esa hora.
El ladrón se alejaba mientras apuntaba a Jukk con su arma y a una cierta distancia da un disparo.
Jukk se asusta y se hagacha. Lara lo acechó, lo golpea con una gran patada en su rostro, el arma cae al suelo y ella le da dos puñetasos fuertes en el rostro haciéndole sangrar la nariz, toma en sus manos el arma y firme le apunta en la cabeza.
— ¡Hijo de una gran puta, rata asquerosa! Devuélveme todo —dijo Lara con una voz fuerte y firme.
El ladrón quizo defenderse y empuja a Lara; ella lo embistió con otra patada y le hace una llave con sus piernas en el cuello y le gritó a Jukka que hagarre al niño, se escuchaban los llantos. Le gritó que llamará a la policia, que ella tenía todo controlado. Jukka estaba asustado pero no dudo en hacer lo que su mujer le pedía.
Lara le apuntaba con el arma cada vez más cerca de su cabeza, el ladrón lloraba, le gritaba bruja, perra y le pedía que lo dejará ir; que iba a devolverle todo. Lo toma de los brazos, saca su cinturón y lo amarra. Lo deja boca abajo y seguía apuntándole en la cabeza.
Editado: 19.05.2021