PRÓLOGO

No podía con la ambicióny el deseo que me daba observarla de este lado.

Se me hacía inverosímil contemplar su belleza, es tan única, tan poderosa, no tenia nada que envidiarle a nadie.

Es perfecta y ella lo sabía.

Su cabello negro espeso y largo era algo que deseaba tocar, su hermosa piel canela era algo que necesitaba acariciar mientras saboreaba su hermosa boca, necesitaba ver sus hermosos ojos verdes, mientras su melodiosa voz pronunciaba mi nombre entre jadeos las palabras de todos los que la rodeaban deseában escuchar.

"Te pondré el mundo a tu pies si eso deseas"

Más que mis ganas como hombre por ella, estaba mi deseo de poder, mi deseo de gobernarla como nadie podía, porque desde que la observo, me he dado cuenta que ella es reina aunque no toque el trono, que el rey es un peón de su juego y sin ella no es nadie.

Por eso me iba arriesgar, porque la deseo como mujer y por el poder que ella representa, porque cuando caiga en mis enredos, destruir a mis enemigos será solo un juego de niños.

Porque sí ella esta de mi lado, los suyos tambien los estarán.