Kailam
Estoy en la entrada de un edificio lujosisimo, al entrar veo a la recepcionista embelesada en un espejo, no se que tanto me ve, al preguntarle por el señor Gael, me mira arqueando una ceja, llama a alguien y deja pasar al piso más alto de la empresa, estando ya arriba me encuentro con otra secretaria
- Hola, se encuentra el señor Brown- me sonríe-
- Hola, si de parte de quien
- Kailam sallow
- Ya te espera – me lleva hacia la oficina -
- Gracias – le sonrió –
Al entrar veo que levanta la mirada y me sonríe
- Hola como te fue, bien
- Si- le contestó cabizbaja-
- Bueno kailam, mañana hay cita para que te hagas unos exámenes de rutina, y para ver lo del transplante
- Está bien señor Gael mañana estaré a primera hora allá
- Kailam este maletín es tuyo – lo miro extrañada-
- Que es eso
- Ábrelo – al ver lo que hay dentro me transformo –
- Qué es esto Gael – lo miro con furia –
- Es el pago por el transplante kailam, de camino para acá te comenté
- Si no recuerdas te dije que yo no quiero nada, esto ... fue idea de tu jefe verdad
- Pues si, kailam discúlpame, pero es tuyo lo que está en el maletín
- ¡¡¡Llévame donde tu jefe YA!!!- estoy furica-
- Pero kailam, no puedo
- Me importa un comino que no puedas y esto me lo llevo, sabes yo misma lo busco
- Hey kailam espera
No escucho a Gael y voy directo hacia la secretaria con el maletín en la mano
- Hola nena, donde encuentro a Octavio tu jefe – me mira extrañada
- La puerta al fondo
- Gracias
Me encamino para allá y Gael me agarra
- Que vas a hacer kailam
- A agradecerle a tu jefecito- eso crees tú – quítate
Al soltarme, me giro y entro sin tocar, hay un hombre de espaldas mirando por un ventanal, super alto, cabello marrón
- Lo sabía, eres tan predecible, bonito ventanal- al girarse frunce el ceño –
- Que le pasa, quien eres
- Pues kailam sallow, la que te alquilo el vientre y esto es tuyo – le muestro el maletín – no necesito tu dinero, esto lo hago de corazón
- No me interesa, si lo que quieres es más dinero, di la suma- se sienta en silla-
- Bueno y a ti que te pasa – lo miro mal-
- Si lo aceptaste una vez, no veo porque esta vez te indignas – me lleno de furia y le camino a enfrentarlo y le grito-
- ¡NO DES POR SENTADO LAS COSAS, TU NO CONOCES MIS CIRCUSTANCIAS Y NI TAMPOCO A MI, ESTUPIDO! – miro el maletín- TU CREES QUE LA VIDA DE LA NIÑA VALE LO QUE HAY EN ESTE MALETIN, PUES NO SEÑOR – abro el maletín y empiezo a regar el dinero por toda la oficina –
- Que haces, estas loca- se levanta y aproxima hacia a mí, el abogado está riéndose-
- Mira quien lo dice y tome – le tiro el maletín vacío y me voy de esa oficina, en la puerta le digo- mañana a las 8 am en el hospital señor y hasta luego
Salgo de ese edificio directo para mi casa para descansar y reponerme el enojo.
Octavio
Traté mal a la chica le dije de todo y el tonto de Gael está riéndose de mi
- Ayuda a recoger Gael
- Jajajajajaja te dejo con la palabra en la boca, muchas veces te lo dije que no aceptaría, pero tú no escuchas, no estás en posición de exigir, entiéndelo
- Yo entiendo eso Gael, pero vistes como entro y hasta me dejo un chichón mira – le muestro mi frente adolorida-
- Kailam tiene buena puntería jajajaja- lo miro mal – bueno esto tiene algo bueno
- Qué bueno le encuentras, si rego todo el dinero y hasta me golpeo con maletín ese
- Jajjaja ya sabes de donde sacaron el genio que tienen los salvajes de tus hijos, son igualitos jajajajaj
- Gael sal de aquí déjame solo
Al salir Gael, tengo en mi cabeza la imagen de kailam, hecha una furia, es muy linda pero un tanto loca; visualmente es diferente a lo que me imagine, eso me tranquiliza
Al terminar de recoger el dinero rodeo mi escritorio y me siento, al cerrar los ojos lo primero que veo son los ojos de kailam inyectados de sangre, no dejo de pensar en ella, empiezo a detallar todo de ella en mi mente; muy bajita, cabello largo negro y unos ojos cafés iguales a los de Ivana, parecía una jovencita vestida con vestido floreado y zapatos bajos, no se que pasa con ella
- Octavio que tienes – siento que me están hablando-
- Hola Sofia, pues una loca entro a la oficina
- Ya Gael me conto, que pretendías con darle el maletín con todo ese dinero
- Simple, pagarle – me detalla la cara –
- Ahí, jajajaj te hizo un chichón hermano, te lo mereces por soberbio
- Tú también Sofia, estas igual a tu marido
- Deja el mal humor, aja dime ¿qué te pareció? – frunzo el ceño-
- Es una loca Sofia, a que viene esa pregunta
- Pues nada, simple curiosidad
- Si, como no, vamos a casa
- Vamos pues, mañana hay que ir al hospital
- ¿Como sabes eso Sofia? - le pregunto –
- Gael me dijo, y como se trataron ustedes hoy, ustedes necesitan contención
- Es una loca Sofia, y no quiero que tenga contacto con mis hijos -le digo no muy convencido –
- Eso dices ahora, no puedes seguir cometiendo los mismos errores ves tras ves Octavio, ella tiene derechos y no me digas que el contrato y eso porque el que lo rompió fuiste tú, la buscaste
- ¿Tengo que permitir que mi hija muera por un contrato que ya no sirve para nada Sofia?
- No estoy diciendo eso Octavio, si ella te pide estar presente en los momentos importantes de los mellizos ¿la dejarías?
- No se Sofia , tal vez pida el dinero mas adelante
- Ahí caramba, todo no se resume a dinero y te lo digo hoy Octavio, como le vuelvas a mencionar o a mostrar ese maletín, te hará algo peor que lo que hizo hoy, basta mirar las reacciones de Rafael y a Ivana, te acuerdas cuando fue tu amiguita a la casa lo que le hicieron
- Si me acuerdo, fue épico; no se donde encontraron tanto barro, pobre clariz de ahí no me ha vuelto hablar dice que son unos salvajes – sonrió a recordar –