Treinta y tres

Octavio

Llovió toda la noche, no dormí mucho pensando en todo lo que paso; estoy acostado todavía, la casa está en silencio me levanto me aseo un poco y me encamino hacia el cuarto de los mellizos; al entrar está vacío, no están en sus camas, los encuentro con kailam; hay una conexión fuerte entre los tres y yo quedo por fuera, me deleito mirando esa escena, veo que kailam se remueve un poco y es señal de salir, voy bajando las escaleras cuando piso algo que me desestabiliza, lo único que siento es un fuerte dolor en la parte posterior de la cabeza y todo se vuelve negro .

Kailam

Siento que tengo un gran peso encima, al despertar veo a mis hijos conmigo en que momento se pasaron para acá, estoy en el baño cuando siento un gran golpe, salgo veo a mis hijos totalmente dormidos y me dirijo hacia las escaleras y veo a Octavio inconsciente en el piso, no sé cómo baje

- ¡Octavio despierta por favor ¡- trato de despertarlo, pero nada –

- Kai que paso?

- Reacciona y llama a una ambulancia ya Sofia

La veo correr de aquí para allá, no muevo a Octavio, lo único que hago es hablarle al oído para ver si despierta, me preocupa no se como cayo de las escaleras, sentí que la ambulancia demoro horas en llegar, en cuestión de nada estamos entrando del hospital

- Señora hasta aquí, no puede pasar – me dice un enfermero-

- Necesito pasar – estoy cabreada-

- No se puede ahora que lo revisen pude pasar

- Esta bien

Estoy en la sala de espera sola, noto mi vestimenta que no es apropiada, pero en estos momentos no me interesa nada de eso, tal es mi desesperación que estoy sollozando

- Kai que pasó – Sofia llego a mi lado –

- No se Sofia, no han dicho nada- se sienta a mi lado –

- Aquí te traje para que te cambies y comas algo – me entrega dos bolsas, una con ropa y otra con comida-

- Gracias ya vuelvo no me demoro

Salgo de la sala de espera corriendo a cambiarme super rápido, me veo en el espejo del baño mi reflejo se ve que he llorado y me da a entender que Octavio me interesa más de lo que yo he pensado todo este tiempo; yo kailam sallow solamente llora por alguien cuando la quiero. Con esa revelación salgo del baño aturdida, abrumada con un cúmulo de sentimientos y emociones a flor de piel, me cruzo con Sofia y me dice que Octavio está en el cuarto 407; me encamino hacia allá como una bala, al entrar está el doctor y me explica que el golpe en la cabeza fue fuerte pero no fue grave, se fracturó el brazo derecho, que lo operaron y pronto despertará

Me acerco a la camilla y lo detallo es guapo mucho diría yo, pero para mi es mas que un hombre lindo mas bien un gran padre, gran persona que se esconde en su máscara de soberbia y egocentrismo, pero conmigo no se pone tal máscara; la puerta se abre abruptamente y entra la misma chica de ayer

- Ya te puedes ir yo me encargo

- Que ... que – mi nivel de rabia está aumentando-

- Si, yo siempre me encargo de las cosas del señor; ya puedes irte a cuidar a los monstruos

- La que se va de aquí eres tú, ayer no te conteste como es debido porque no era ni el momento ni el lugar

- ¡Qué te pasa niñera! – me mira mal –

- Me pasa que tu te vas y no soy niñera soy amiga de la familia y tu ocupa tu lugar – la agarró por el brazo y la saco del cuarto – te vi patas de fideo, chaooo – se va refunfuñando-

- Así se habla kai – volteo y veo a Sofia aplaudiendo-

- Entro insultándome Sofia- me mira incrédula –

- Te creo kai, además dijiste algo interesante "ocupa tu lugar" me gusta esa frase

- Una pregunta Sofia

- Aja dime

- ¿La chica tiene algo con tu hermano? La forma en que entro y hablo lo dio a entender

- No, si quieres cuando despierte le preguntamos, pero yo estoy segura de que no

- ¡Que! cómo se te ocurre

- Como quieras, necesito que me colabores con algo

- Si dime – estamos sentadas a fuera del cuarto-

- Yo sola no podré con todo; necesito te vayas para la casa unos días, mientras que mi hermano se recupera, kai por favor ayúdame – puso cara de perrito regañado-

- Sofia, no puedo dejar a Alaska sola todo el tiempo

- Por eso no hay problema, te la llevas para la casa; los mellizos estarán felices con Alaska allá

- Esta bien, pero unos días no quiero incomodar – Sofia me mira con los ojos brillantes-

- Tu no incomodas mujer y Alaska menos

No se en que me metí, aceptando compartir con ellos unos días que, por la cara de Sofia no sé qué pensar.

Octavio le dieron de alta ese mismo día, con una incapacidad de un mes, mientras van para su casa yo me voy para la mía a buscar mis cosas y a Alaska.

Cuando tengo todo listo, al salir me encuentro con Gael esperándome de camino aprovecho para preguntarle si no le causaría una molestia; sonrió de forma rara y me dice que no que seria de una ayuda enorme ya que Octavio enfermo es un caso.

Al llegar a la casa, ya me tan esperando felices, Alaska parece dueña y señora y los mellizos felices, Octavio esta en su cuarto así que subo para allá para saber cómo se siente, la puerta esta entreabierta