Octavio
Llegar a Provo ha sido una odisea, esta mujer escogió una ciudad algo apartada; voy con Ivana y Rafael, ellos van con las baterías a mil, estoy algo temeroso, ya que van a saber todo lo referente a Kailam y a mí. Alquile un automóvil para movilizarse mejor y conocer el pueblucho, a lo lejos diviso la cafetería "Felicia Art and Two Coffe" la primera en hablar es Ivana, indicándome que habíamos llegado a la cafetería de Kailam.
Al entrar se nos acerca un chico de unos 20 años, ofreciéndome los servicios del lugar, sin rodeos pregunto por Kailam y me presento, el chico sonríe y es cuando me doy cuenta que es el famoso Ian, me lleva para la oficina y me explica que kailam no se encuentra que esta en la ciudad capital del estado comprando los suministros de la cafetería, hablamos un rato mas y me pareció un chico buena gente, Ian me insinúa que vaya por kailam, que esta tardando y no va a encontrar transporte y le va a tocar quedarse y esperar hasta mañana; no lo dudo y me apresuro a ir a buscarla, no sin antes dejar a los mellizos con Ian, con temor que no destrocen la cafetería.
Al llegar Salt Lake City, me desespero al ver tanta gente caminando de un lado para otro, así que llamo a mi nuevo amigo Ian y me indica por donde estaría, me apresuro a llegar al sector y miro por todos lados y la veo de pie viendo una vitrina de ropa de niños, me acerco tanto que su olor me atrapa por segundos, pero me concentro en lo que vine hacer y le digo,
- Le quedaría hermoso- voltea de golpe, su cara me encanta un tanto sonrosada-
- ¿Tu... que haces aquí?
- Hola kailam, como estas bien y tú, como te fue en el viaje – me estoy riendo al verla tan sorprendida y con los ojos más hermosos que he visto bastantes abiertos -
- Ah, hola Octavio
- Te dije que nos veríamos el fin de semana y llego a tu cafetería y no estas
- No te creí y tenía que hacer las compras de la cafetería, ¿cómo llegaste hasta acá? – frunzo el ceño-
- Tu amigo me indico como llegar; ¿cómo así que no me creíste? - estoy mirando un vestido azul rey hermosísimo-
- Pues no se Octavio
- Entremos a Ivana le encantara ese vestido – sin mirarla, la tomo de la mano y entramos a la tienda-
La chica de la tienda me dice que si toma el vestido que esta mirando mi esposa y la verdad no la saque del error, sonrió y sigo como si nada, al salir me dice algo del dinero, yo he trabajado mucho en toda mi vida y el dinero no me preocupa, kailam duerme todo el viaje de vuelta cuando llegamos a Provo la observó con detenimiento me acerco bastante como para que mis fosas nasales se les inunde su olor que es tan atrayente y le susurro que llegamos se despierta de golpe, el resto de la tarde-noche fue un poco compleja ya que los mellizos se enteraron que su mama es Kailam; por instantes pensé que se lo tomarían mal pero mis chicos me sorprenden cada día mas para la edad que tienen fueron maduros ante aquella .
Me llevo una grata sorpresa al entrar a la habitación de Kailam, hay fotos de los mellizos de días de nacidos, nunca había visto esas imágenes tan hermosas y a la vez me siento culpable de haberle quitado 5 años de convivencia, hablamos parte de la noche hasta quedar dormidos en el sofá.
En el trascurso de la noche siento que me mueven, pero estoy tan cansado que no protesto ni despierto. A la mañana siguiente despierto y no estoy en sofá, estamos tanto Kailam y yo acostados en una colchoneta en el piso, los mellizos en la cama al lado de nosotros; kailam se remueve y me hago el dormido, siento un peso en mi brazo y me quejo de maldad
- Mm tan delicado, se que estas despierto – sonrío y me enfoco en una kailam despeinada-
- ¿Como sabias eso? – me sonríe -
- ¿No te diré?
En estos momentos racionalmente no soy estable, y me enfoco en sus labios y sin previo aviso los capturo, al instante se tensa pero siento que se relaja y se me acerca un poco más; trato de trasmitir todo lo que siento por ella, pero la posición en que estamos me gana, sentir sus suaves labios en los míos es placentero me da la libertad que nuestras lenguas jueguen un poco; al aire irse terminando nos sepáranos y muerdo su labio inferior con delicadeza, simplemente la observo y ella hunde su rostro en mi cuello y la escucho suspirar, es mi mejor de despertar de mi vida y esa posición volvimos a quedar dormidos, hasta que los mellizos nos despiertan .
Fue un día lleno de aventuras de parte de los mellizos que no se despegan de su mama, conocimos parte de Provo, en la tarde estamos en un parque tanto kailam como yo estamos sentados en una banca viendo a Ivana y Rafael jugar en las atracciones
- ¿Porque esos nombres Octavio?
- Mis padres eran inmigrantes latinos, tanto Sofia como yo nacimos en Londres, pero siempre tuvimos presente de donde veníamos y en honor a mis padres los mellizos tienen nombres latinos – estoy enfocado en los niños jugando-
- Cuando me entere de sus nombres me gustaron – la escucho sonreír y la volteo a mirar –
Después de esa corta conversación no quedamos en silencio un rato más enfocándonos en los Ivana y Rafael, me atrevo a decir
- Disculpa por lo de esta mañana, fui imprudente al besarte de ese modo – sonríe y me mira-
- ¿Por qué te disculpas?
- Mmm fue un poco atrevido de mi parte kailam – frunce el ceño y me mira con enojo-
- Me molesta que digas y hagas cosas y después des a entender que yo lo olvide todo; pues no, el día me corriste de tu casa me dijiste que estabas enamorado de mi y mil cosas más y después te disculpas y me dices "olvida todo eso", Octavio las cosas conmigo no funcionan así; a mí me sirve la gente que sea fría o caliente, tibia no me gusta, me entendiste – estoy en shock escuchándola-
- Me dejaste sin palabras Kailam ...
- me arme de valor- sí, me enamore de ti y esto que siento me hace actuar como idiota y tonto – me mira y sonríe -
- Pues ahora no te creo Octavio todo lo que estas diciendo, porque aquello que me dijiste lo olvide – me revuelvo el cabello –