Cuarenta y tres

Kailam

Estoy sentada en el jardín viendo a mis hijos jugar con Alaska, ¿Qué pasara ahora entre Octavio y yo? No somos convencionales, hicimos las cosas un poco diferentes al resto, me enfoco en Rafael está jugando, pero cada determinado tiempo me observa y sonríe, veo que se acerca donde estoy

- ¿Ma te puedo preguntar algo? – se sienta a mi lado-

- Claro rafa dime

- Los papas y las mamas viven juntos ¿tu vivirás con nosotros para siempre? - no me mira-

- Rafa mírame – levanta la mirada - me encantaría vivir con ustedes para siempre – sonríe y besa- 

- ¿Y con papá también? – ya no me está mirando a mí, sino algo detrás de mí –

- ¿Pues no sé si tu papa quiera? – volteo y me encuentro con Octavio- estas por ahí – rafa se va dejándonos solos –

- ¿Quieres que te conteste?

- Obviamente

- Quiero esta vida y las que vengan contigo y ¿tu? – esta sentado al lado mío-

- Lo mismo Octavio

- Te traje algo – me entrega un cofre pequeño- ábrelo

- Qué lindo Octavio – me encuentro con un anillo cuatro en uno –

- Representa lo que somos, cada aro es uno de nosotros, estamos unidos

- Gracias esta bellísimo – le doy besos por toda la cara y el nada mas sonríe, pero nos interrumpen-

- ¿Quiero ver que te dio papa? – le muestro el anillo a Ivana -

- Cada aro nos representa – Ivana observa con detenimiento el anillo-

- ¿Y si rafa y yo queremos un hermanito cómo se haría? – Octavio y yo nos miramos buscando la respuesta, pero rafa magistralmente nos salva –

- Ivana fácil, hacen otro aro igual y lo pegan – Ivana sonríe y me entrega el anillo –

- Ahh, ya entendí, rafa vamos a jugar - se van otra vez a correr por todo el jardín –

Nos quedamos viendo y empezamos a reírnos, como Ivana nos puso en aprietos con su pregunta

- Kailam acompañe a hacer una vuelta, pero tienes que llevar tus documentos – frunzo el ceño-

- Claro vamos y los niños – le señaló a los chicos –

- Se quedan con Sofia, no te preocupes

Me quedo pensando para donde vamos a estas horas, Sofía me saca de mis pensamientos, diciéndome algo de los chicos, cuando estoy lista para salir le pregunto a Octavio para donde vamos, simplemente sonríe y me dice que ya veré; no insisto ya que vamos de camino, sin más estamos en el centro de Londres, mas exactamente en un complejo de juzgados y oficinas de registro estatal

- ¿Mira qué hacemos aquí? – le tocó el brazo-

- Ya verás amor – me guiña el ojo y me hace señas que lo siga-

Caminamos por todo el complejo y la verdad me estoy imaginando mil posibilidades de porqué estamos aquí, llegamos a unas oficinas y el saluda a todos yo me limito a sonreír, de pronto de unas de la oficina veo salir a Gael y nos dice que lo sigamos, entramos a una oficina y esta un señor algo mayor, nos indica que nos sentemos y me pide mis documentos, quiero matar a Octavio en este momento

- Qué significa esto Octavio – lo pellizco –

- Ay mujer – el señor me extiende unos papeles –

- Señora kailam sallow firme aquí por favor – observó con detenimiento lo que me esta entregando y no lo puedo creer, las manos me tiemblan estoy llorando, los firmo y los entrego y observó a Octavio –

- Porque me hiciste eso – le susurro –

- Señora Sallow, legalmente los niños Ivana y Rafael Almoraz son sus hijos, ahora llevaran su apellido, estos registros son suyos

- Regalo 2 y me vas a pagar el pellizco – sonrió y lo abrazo demostrándole todo mi amor -

Pasamos toda la tarde caminando tomados de la mano por todo el centro de Londres, hablando del clima y de la gente pasa a nuestro alrededor, nunca le he dicho lo que él representa en mi vida solitaria, la lleno de vida, amor y color

- Por tu reacción en el complejo judicial, intuí que no te casarías conmigo – me dice algo melancólico -

- Pues, así como dos adolescentes en fuga no, pero contigo señor Almoraz me casaría en una ceremonia sencilla y con nuestros hijos - me sonríe y besa con pasión y entre besos me dices –

- ¿En un mes nos casamos? – frunzo el ceño-

- Estas loco, nada mas Sofía le da algo, no hay afán ya que de tu lado no iré, aunque me eches, te tocará aguantarme toda la vida

- Yo feliz de aguantarte, vamos es tarde, los chicos deben estar preocupados- me tomó de la mano-

Llegamos a la casa y si los chicos estaban esperándonos en el sofá en la sala con cara de preocupados, los llevo a dormir, la bajar esta Sofía en la cocina le comento de la fecha que quiere el hermano para el matrimonio y como lo pronostique, puso el grito en el cielo y me dice que hay muchas cosas que preparar y que un mes no es suficiente y que uno se casa una sola vez y más con el amor de la vida.

Al llegar a la habitación me sorprende que todas mis cosas están ahí, Octavio sale del baño y le señalo mis cosas