Rafael Almoraz Sallow
Muchos años después
Uni-ver-si-dad la palabra suena bonito, pero es abrumador y más la carrera que escogí, números y más números; en este momento me pregunto porque no escuche a mamá, ya ni modo de echarme para atrás si ya estoy terminando ingeniería de sistemas. Hoy es un día especial para la familia, mis padres están de aniversario y hoy también le pediré a una chica que sea mi novia formal, pienso que es el momento para tomar ese tipo de decisiones.
Todos estudiamos en Londres o algo cerca de casa, para nuestra familia es de suma importancia estar juntos y cerca
- Hey hermanito andas elevado – el intenso me saca de los pensamientos -
- ¿Hola Javier de donde vienes? -bufa-
- Estaba comprando algo para mamá y papá
- Ah pensé que estabas haciendo de las tuyas
- Ya vas tu pensando mal de uno, don perfecto – se sienta en las escalinatas de la casa-
- Disculpa Javier... estoy algo ansioso - se sonríe –
- Ni que le fueras a pedir matrimonio a Juliana, yo se que es complejo el paso que vas a dar, pero yo quiero sobrinos
- Cállate, nunca estás serio Javier – se burla de mi -
Ansioso era la palabra precisa, y con mi hermano menor era todo un caso, chismoso como él, ninguno, siento que nos observan y desde el piso de arriba de la casa veo a mi madre y le hago señas a Javier que es el momento de entrar a la casa.
Como siempre la encargada de todas las celebraciones de la casa, mi tía Sofia nos reprende con la mirada porque estamos en el lugar que están arreglando para la noche, así que me voy para donde mi madre; al llegar la encuentro mirando por la ventana
- ¿Qué discutías con Javier? – no he entrado a la habitación completamente -
- Madre... nada, usted sabe cómo es él de ...
- Intenso y chismoso
- Exacto – se voltea y me agarra por las manos –
- Estas ansioso, no te preocupes, hable con tu Octavio y me dijo
- No me digas, le pareció mal, apresurado
- Le pareció perfecto y que te estabas demorando, el único problema es su diferencia de edad, son muchos años, pero para el amor no hay edad
- En serio dijo eso
- Tranquilízate que hoy tendrás las peticiones de tu corazón mi amor y llámame a Javier para que no ande chismoso
Mis padres llevan muchos años de casados y jamás los he escuchado discutir, más bien tratan de comunicarse, ellos son mi faro, adonde quiero llegar con mi relación.
En las horas de la noche mi nivel de ansiedad esta al máximo; porque no la veo llegar a ella y a su familia, observó a todos y nada
- No van a llegar Rafa – mi hermana me saca de mi cavilaciones-
- ¿Cómo sabes eso Ivana?
- Hmm... acabo de escuchar a mamá – se sienta a mi lado y apoya su mejilla a mi hombro-
- Bueno... no era el momento
- Se quieren, con eso bastara rafa, pero ten en cuenta que son 7 años de diferencia
- Todos dicen lo mismo; ¿te involucrarías con alguien mayor que tú, Ivana?
- Pues... no sé, aunque tengo un rango, por ahí 10 años, más de ahí no – mi teléfono empieza a sonar –
- Cuando te enamoras Ivana, la edad pasa a un segundo plano – se sonríe y asiente –
- Contéstale debe ser Juliana
Efectivamente era ella; no alcanzaron a llegar porque la abuela esta algo complicada de salud y decidieron no viajar, ahora me plantea que lo hagamos en su ciudad, pero no tendré el apoyo de papá allá, para mi es importante su aprobación.
Accedo a ir y enfrentar la decisión que he tomado, mi compinche va conmigo, Ivana, con ella estaré tranquilo.
Enfrentar a tus suegros debe considerarse un deporte extremo, pero por el amor de tu vida lo haces
- Mi papá no te va a hacer nada rafa – me abraza por la espalda-
- Yo sé, pero no deja de ser abrumador Juliana ¿Qué pasa si se molesta?
- Hmm... no lo hará, mamá esta de nuestro lado – la quedo mirado asombrado-
- ¡Juliana!... ¿Qué piensa de lo nuestro?
- ¿Qué piensa?... que hables con papá, si las cosas se ponen color de hormiga, ella interviene
- No me contestaste Juliana –
- Mamá quiere... que nosotras seamos felices y tu representas mi felicidad, además te conoce de siempre y sabe eres un buen chico
- Me tranquiliza juliana – se esta riendo de mi -
- No te tranquiliza te pone peor, ¿Cuándo has visto a papá molesto?
- Nunca, pero eres su hija y soy mayor
- Deja de pensar en eso Rafael
Fuimos a la cena a la casa de Juliana, mi apoyo Ivana estaba ahí conmigo, verlos a todos me abrumó y cuando llegó el momento, pensé que me daría un infarto o algo así, peor espere un golpe del señor, pero nada de eso ocurrió; me tomo de las manos y me dejó claro que amaba a su hija y era lo mínimo que esperaba de mí, confiaba en nosotros y en la madurez que reflejaba.
La mejor noche de mi vida ahora estaba con la mujer de mi vida, con el apoyo de su familia.