La Sociedad

La Cacería

Dante

Tras dos semanas de intenso entrenamiento con hachas e invocaciones al fin nos dejan salir a cazar al exterior y temo por Charlie, la misma noche de la cacería será noche de luna llena. Por mí no me preocupo, ya sé cómo mantener los pies en la tierra, es cuestión de pensar en lo que me ata a la vida humana y me gusta, como el arte y las conexiones humanas; la concentración es importante para no transformarte, Scott siempre ha dicho que todo está en la fuerza de voluntad.

Ian nos avisa que hemos pasado la primera parte de la iniciación, destacando a Andrew (Charlie) por mostrar un buen control con las armas, en especial con su arco. Puedo oler su miedo desde el otro lado de la habitación, es incapaz de ocultar lo bueno que es como cazador y ya tiene a Dorothy de enemiga.

— Felicidades, novicios, han mostrado lo que se necesita para iniciar a contribuir a nuestro propósito, recuerden que esta noche se decidirá todo, quienes pasan y quienes no —temo que me eliminen, no he sido tan bueno como los demás, lo mío es más físico y lo artístico, las espadas y el hacha son muy difíciles de manejar—. Si logran cumplir con la misión ahora tendrán su última prueba, cazar a un demonio por su cuenta en menos de cinco minutos. Por ahora pueden descansar, recuerden estar en la armería antes de las 7:30 para poder equiparse.

Esta vez no me voy con Richie y Lena Lancaster, la otra cazadora del grupo; en cuanto veo a Javier le digo que quiero quiero hablar con él, como mi descubridor oficial no tiene problemas, Ian entiende que le tengo confianza a él. Lo bueno de que Javier tenga el privilegio de salir fuera del cuartel es que al fin puedo ver la luz del día, la luz ambiental del cuartel no es lo mismo.

Me lleva al mismo café que visitamos antes de adentrarnos en la oscuridad, Innuendo Coffee; está más vacío que la última vez, buena oportunidad para hablar con él.

— No sé si pasaré la siguiente prueba —le suelto lo que más me llena la cabeza, tantas ideas de cómo me van a echar—. No me ha ido tan bien como debería, mientras tanto Andrew es tan perfecto que levanta sospechas.

— Lo sé, Arturo me ha contado que Ian está impactado con Andrew —sigo sorprendiéndome de lo bien comunicados que están entre todos, es como si tuviera una mente de colmena—. He hablado sobre ti con Ian para convencerlo de darte una oportunidad, sabe que lo tuyo no es el combate armado. Con Andrew no sé qué pasará, dile que debe fingir ser torpe, que olvide todo lo que sabía.

— Lo intenta, en las noches me dice que no puede evitarlo, que se deja llevar inconscientemente —cuando Elder cae dormido Charlie se acerca y me cuenta la frustración que tiene por no poder fingir ser malo, incluso llora pensando que lo van a matar al día siguiente—. Pero le diré que siga intentando.

— Todo acabará cuando ustedes sean nombrados cazadores oficiales, les queda una semana para que todo acabe, en su momento les diré los detalles —al fin, pensé que el plan duraría todo el verano, aunque no es como que nos quede mucho tiempo, en un mes volvemos a la escuela y todavía estamos encerrados aquí—. Volviendo a nuestra charla cotidiana, ¿Qué tal tus compañeros? Los seis son muy buenos, en mi iniciación éramos como veinte y quedamos tres, con ustedes se ve que van a llegar al final.

— La mayoría han sido buenos, Richie y Lena han sido geniales conmigo, jamás pensé jugar Uno en el cuartel. Elder… ha sido amable, pero hay algo en él que sigue sin convencerme.

— No eres el único con secretos, Pat, también tiene los suyos.

— También está Dorothy, quien odia a Andrew por ser perfecto, a Elder y a mí también nos aborrece por compartir habitación con él, sería capaz de meterse en la noche a nuestra habitación para hacerle algo.

— Bueno, la Sociedad también promueve la competitividad, ha cambiado mucho, espero que Ian haga algo, él es el único que tiene permitido moverla a otro grupo o sacarla.

— Eso espero —no quiero ser chismoso, pero me surge la duda de como Alec y Javier se conocen, tienen casi ocho años de diferencia, además, a veces vuelvo a recordar fragmentos de él que fueron borrados—. Espero no molestarte, pero tú y Alec…

— Fui su mentor, también los que nacemos en la sociedad tenemos este tipo de pruebas; nos volvimos muy unidos, pasamos de mentor e iniciado a amigos.

— Todavía sigo sacando recuerdos de él, lo primero que recordé es que odiaba a los míticos —no son recuerdos claros, se sienten como un sueño dentro de un sueño, tan luminosos, por eso en un inicio pensé que eran eso, sueños.

— Su tío retó a una manada de hombres lobo y no salió vivo para contarlo, intenté consolar a Alec, pero su familia insistió en culpar a la manada, para ellos era lo único que podían creer.

— Me acuerdo de eso, es de lo poco que sé de él.

— Era una gran persona, incluso cegado por su odio a los lobos, él soñaba con recorrer el mundo, pero en cuanto volvió de su misión se dio cuenta de que ya no se cumpliría.

— ¿Porqué no?

— Porque todo se está poniendo cada vez peor, la Sociedad ya se volvió una bomba de tiempo. A ustedes ya los están adiestrando para mantenerlos en el cuartel, una vez sean nombrados oficialmente no volverán a salir.

— ¿Cómo que nos en el cuartel? —siento como una fuerte ráfaga fría recorre mi espalda, nos van a encerrar, ¡Nos quitarán todo!




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