La Sociedad

Hijos del exilio

Charlie

Después de las felicitaciones oficiales por parte de Spencer, quien casualmente se ve interesado en nuestro grupo de ahora cinco, nos dejan irnos a dormir. Nosotros no lo haremos, tenemos que hablar seriamente con Elder por todo lo que pasó en menos de veinte minutos. Tenemos suerte de que Victor, Ian y Spencer ocupados con Dorothy, quisiera pensar que solo la van a echar y borrar la memoria o algo, aunque sea mala no significa que le deseé el peor de los castigos.

Volviendo con Elder, antes de todo revisamos si hay cámaras ocultas, no sería raro pensar que nos están filmando y no necesariamente para vigilarnos, no sabemos qué tan retorcida es la mente de Spencer. Como no encontramos nada, Elder se quita su gorro de lana y vuelvo a ver sus orejas de pixie, me sorprende que nadie lo haya descubierto o cuestionado porqué lleva ese gorro a todo los lugares a los que va, ni para dormir se lo quita.

— ¿Quieren la verdad o esperamos para después de pasar la iniciación?

— ¡Ahora! —Dante no duda en pedir respuestas, aunque no sé cuáles son sus ansías en saberlo casi de inmediato—. Es mejor aclararlo ahora.

— Juren no decirle a nadie, esto es muy serio y los puede poner en peligro.

— También estamos en algo muy serio, creéme —mi cabeza está en juego, sigo teniendo muy fresco el recuerdo del asalto a mi casa.

— Soy un cazador pixie de nacimiento, mi madre es cazadora y mi padre un pixie, ella iba a gobernar la Sociedad junto a una tal Eva Woodville —Javier lo había dicho, mi madre iba a gobernar con otra cazadora.

— ¿Eres hijo de Margaret Valois?

— ¿Y tú cómo lo sabes? —Elder levanta una ceja y exige que me diga cómo lo sé, si ya me dijo su secreto, ¿Por qué no contarle el mío?

— Soy Charlie Woodville, mi madre iba a gobernar con la tuya.

— ¿Y tú tienes algo que ocultar también? —le pregunta Elder a Dante para sacarse de dudas.

— No, soy Dante Anderson, hacedor de lobos y amigo de Charlie solamente, vine aquí a acompañarlo.

— El mundo es tan pequeño, tan pequeño como un pañuelo —menciona Elder volviéndose a poner su gorro de lana—. Crecí más como un humano que cazador, crecer ocultando tus orejas y tu cabello ya es demasiado para alguien, requiere de pelucas; mi hermana menor tiene más libertad porque su cabello largo oculta sus orejas, ella tuvo la suerte de no tener genes de cazadora. Tuve que ser educado en casa junto a mi hermana hasta que aprendiera lo que soy, ustedes son lo más cercano a un amigo, en Falmouth he salido con gente, pero no es que sean dignos confidentes. No sabía mucho sobre los cazadores, mamá odiaba tocar el tema porque fue obligada a exiliarse por su amor prohibido, papá no hablaba de eso tan seguido, así que cuando llegaron ellos para capturarla no sabía bien lo que pasaba, mi padre me tuvo que explicar y un cazador rebelde me trajo aquí.

— Tú eres el único que puedes sacar a tu madre de la celda, ¿verdad? —por un minuto temo que Javier y toda su rebelión haya sido una trampa, inventar todo un problema enorme y así engatusar al pobre cazador junior

— Exactamente, ¿te dijeron lo mismo?

— La misma historia, sobre lo tirano que era Spencer.

No sé si están reclutando a los que sean necesarios o sí se trata de una emboscada perfecta, Spencer no parece tener un plan en mente si lo pienso bien, ha resultados ser un tipo agradable.

— ¿No será una trampa? —Elder dice exactamente lo que estoy pensando, por una buena razón nos pusieron en la misma habitación, así nos tienen juntos para que el otro no alcance a escapar, Dante sería como un premio extra, un recordatorio perverso de lo que son capaces de hacer.

— No lo es —Dante contesta demostrando que evita los conflictos lo más que pueda, no sabe de lo que la Sociedad es capaz.

— Puede serlo, tienen todo un plan muy calculado y con tanta gente como para que sea tan secreto —entrar a la Sociedad fue demasiado fácil, no nos han detectado a pesar de que nos hemos expuesto de alguna forma, yo soy quién más ha levantado sospechas y por alguna razón no me han arrestado siquiera, ni un interrogatorio. Es más, Elder ya hubiera sido interceptado desde antes del bautizo, al menos yo puedo ocultar mi parte lobo a no ser que sea luna llena, Elder no puede inventar que se operó las orejas para tenerlas como un pixie.

— O son muy tontos, o ya tenían programa nuestra llegada —Elder sabe que no se puede confíar en nadie aquí.

— Oigan, están sacando conclusiones muy apresuradas, les puedo asegurar que esos tipos que nos trajeron aquí no están…

— Vístanse formalmente, en veinte minutos tienen una cena con Spencer —Victor llega sin avisar, pudo habernos escuchado hablar sobre la supuesta rebelión, ni hablar de todos nuestros secretos.

Azota la puerta y enseguida nos cambiamos, intentando no hacer nada de ruido. Veo a Dante más tranquilo de lo que estoy acostumbrado, no quiero creer que le hayan lavado el cerebro, hace días no se mostraba tan emocionado con respecto a ser un cazador y ahora resulta estar tan entusiasmado, tal vez eso le hicieron a los demás iniciados, los engañaron y cayeron en su trampa. No permitiré que le hagan esto a Dante, mataré a todo cazador que se atreva a manipularlo para hacerle creer que soy el enemigo si es necesario.




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