La Sombra

Capítulo 2

Amanece. La luz del sol entra por la ventana inundando la habitación de color. La alarma suena y el joven se levanta. Baja a la cocina y se hace su desayuno.

Se siente tan solo al recordar cómo era levantarse para ir a la universidad cuando estaba su padre. Él le hacía el desayuno cuando veía que el día anterior se había esforzado mucho (casi todos los días). Pero eso fue hace más de un año, antes de la tragedia, del accidente.

Su café es negro y humeante, y las tostadas quedan perfectas con la mantequilla derretida. Toma el desayuno y se prepara para salir.

Toma su netbook y sale de casa.

***

Su jefe no le agrada y le obliga a hacer muchas cosas que no quiere, por eso mismo hace su propia aplicación, para así lograr independencia.

Ya casi son las 7 am y aún no ha llegado. Apresura el paso para tratar de llegar a tiempo.

Entra al edificio y espera el ascensor junto a los demás. Tararea una canción mientras espera. Llega el ascensor y sube junto a esos ejecutivos, contadores e ingenieros.

Sus compañeros de trabajo no hablan, ni siquiera se saludan entre ellos. Así es el trabajo en esa empresa. Ninguno se habla, aunque él nunca le ha hablado a alguno de sus colegas, no por timidez sino porque nunca le ha nacido el deseo de hacerlo. Si fuera por timidez, nunca le hubiera hablado a su nueva vecina.

Oh, Emilia, la chica de los libros juveniles, la periodista que tuvo que mudarse por trabajo. Se pregunta ¿habrá ido a su trabajo? ¿habrá presentado el CV o le tocará la entrevista de trabajo? Tuvo que preguntárselo ayer, definitivamente tuvo que hacerlo, aunque eso sonaría mal, ella podía pensar que le estaba haciendo demasiadas preguntas que no debería contestarle a su vecino.

Entra a su oficina y posa el netbook sobre la mesa. Comienza a hacer los algoritmos que debe hacer según su jefe.

Uno de los momentos en que siente que no hay moros en la costa, sigue con su aplicación. Todo va avanzando bien, aunque necesitará un diseñador gráfico para el logo, y no tiene dinero para pagar uno. ¿Qué hacer?

Busca en google a diseñadores gráficos que busquen trabajo. Encuentra a varios, pero no puede pagarles el sueldo. Los diseñadores gráficos no ganan mucho, mientras los ingenieros ganan bastante, pero tiene varios gastos que cubrir.

Termina el trabajo y va caminando a su casa. Pasa al lado de la casa de su vecina, y, en ese momento, se siente observado. Se da la vuelta y la ve asomada en el balcón, sin mirarlo específicamente a él, sino el lugar. Ella se percata de su mirada, pero no lo mira. Se escucha su teléfono sonar, lo que hace que ella salga corriendo a contestar. Él abre el portón de su casa.

Dentro, se afana en volver a escribir. Se levanta al sentir sed. Va a la cocina a hacerse un café. Lo lleva a su dormitorio a continuar con su tarea, pero, cuando mira el monitor, queda asombrado. Puede ser un virus, aunque sería demasiada coincidencia.

En el monitor está escrito en Word "Aléjate de Emilia". ¿Por qué dirá eso? ¿Quién lo escribió? ¿Se refiere a su vecina? ¿Por qué tiene que alejarse de ella? ¿Qué daño podría hacerle?

Él saca el documento y, por suerte, nada se lo impide. Continúa con su aplicación. Cuando ya está cansado, busca nuevamente diseñadores gráficos, y encuentra uno que cobra más barato. Le envía un mensaje.

Baja a la cocina a lavar y secar la taza que usó para el café.

Observa por la ventana el ambiente. Todavía hay luz afuera, ni siquiera ha empezado a anochecer.

Mira la hora en el reloj digital que lleva en la muñeca: las 4:32 pm. Ve a su vecina sentada en el patio delantero de su casa, leyendo "After". Sus ojos se mueven rápidos, y se ve que está muy concentrada absorbiendo las palabras que entrega el libro, la historia que crea.

¿Será su oportunidad para hablarle? Puede que sí. El joven abre un poco la puerta de su casa, y la observa desde lo lejos. Debe inventar una razón para hablarle, lo que sea, por muy ridículo que suene.

Sale y pasa al lado de ella.

 

—¿Ya guardaste todas las cosas? —le pregunta él. Ella levanta la mirada, perpleja— Me refiero a lo... que estaba en las cajas ayer —trata de explicarse.

 

—Ah, sí, aunque me faltan algunas cosas que me traerán mi mamá junto a mi hermana gemela

¿Tiene una hermana gemela? Debe ser increíble tener una, no sólo porque es como una doble, sino porque también da compañía, lo que le falta al ingeniero.



#4857 en Novela romántica
#146 en Paranormal

En el texto hay: misterio, superacion, amor

Editado: 18.02.2019

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.