Hay un hombre yendo a comprar. Va cargado de bolsas a su casa, donde vive con su hijo, el que está ahorrando para comprarse una casa y no ser una molestia. El hombre atraviesa la calle con tranquilidad. El semáforo está en verde así que no hay de qué preocuparse. Escucha, de repente, un gran estruendo. Sólo alcanza a ver al autobús detrás suyo avanzar hacia él sin tener intención de detenerse.
El joven despierta sobresaltado. Al parecer ha tenido una pesadilla relacionada con la realidad de la que sufrió su padre. Siente sus ojos llenos de lágrimas ¿es posible llorar dormido? Tal parece que sí.
Hoy es fin de semana, por lo que su hora de levantada es más lejana. Observa la hora en su reloj: las 7 am. Todavía es muy temprano. Se ha despertado como si fuera un día de semana. Mejor es ir a dormir un poco más.
Pero primero, se asoma por la ventana a observar la casa del frente. Todo está en calma. El auto que llegó ayer sigue ahí. Eso le hace suponer que Ignacio sigue ahí, con Emilia.
Se acuesta en la cama y trata de conciliar el sueño, pero siente que algo debe hacer antes. Baja a tomar leche. Quizás eso funcione. Se sirve un poco de leche en una taza y la pone a calentar.
Espera al lado observando el lugar, como si fuera desconocido. El microondas se detiene de repente sin razón aparente. Él, extrañado, lo abre. La leche sigue helada, así que debe seguir calentándola. Vuelve a ponerla a calentar. Esta vez el microondas sí funciona, y cumple el tiempo que el joven puso.
La toma y se vuelve a dormir. Concilia el sueño hasta que siente que tiembla. Al principio, es un movimiento suave y tranquilo, hasta que se vuelve brusco. Despierta de golpe. Debe estar temblando. Observa el lugar y se percata que toda la habitación se mueve.
Ya es demasiado fuerte, las cosas están comenzando a caerse. Él corre al primer piso y sale a la calle. No le importa que esté el pijama, si de todos modos casi se confunde con ropa de calle. Al salir, ve a Emilia, Romina y a Ignacio sujetándose en la puerta. Luego, observa el interior de su casa, en donde caen varios objetos. La lámpara se mueve de un lado a otro con fuerza. El movimiento comienza a ceder. Todo se va tranquilizando.
Él atraviesa inmediatamente a la casa del frente. Ve como Emilia tiembla de miedo, y como Ignacio trata de tranquilizarla. Ese Ignacio, la amenaza hacia Emilia. Su hermana corre a los brazos del joven y lo abraza con una fuerza contenida. Él, en vez de apartarla, corresponde a su abrazo.
Se separan y van juntos a la casa del joven ingeniero. Él va a vestirse y luego van a la habitación.
—Vaya, hay varios daños aquí —dice Romina apenas entra. En ese momento comienza un temblor suave.
Él asiente, tratando de ignorar el temblor.
—¿Qué crees que haya sido? —le pregunta él.
—Un terremoto, es obvio
—Eso creí. Ha habido réplicas, lo que lo confirma
—De verdad no me lo esperaba. Estaba tranquila viendo la televisión cuando comenzó. No lo veía venir, aunque estas cosas nunca se ven venir. Al menos nuestras casas quedaron bien
Él asiente y trata de encender la televisión, pero no lo consigue.
—No creo que se pueda. Tardará en llegar la electricidad
—Olvidé ese detalle. Pero al menos el proyecto está a salvo
—¡Oh por Dios! ¿qué es eso? —pregunta ella, con susto en su voz.
Él se da la vuelta y ve a la sombra.
—Sólo es una sombra —responde él, tranquilo.
—¿De quién?
—Mía —responde él, aunque no cree que sea suya. Sólo responde lo primero que se le ocurrió.
—No hace lo mismos movimientos que tú
Es verdad. La sombra camina de un lado a otro, mientras él se mantiene quieto.
—No sé qué será
—De verdad, tu casa me asusta. No quiero volver —dice ella yéndose. Otro temblor comienza, aunque esta vez es fuerte. Ella no le pone atención. Él la sigue hasta su casa.
Los dos entran allá, junto a Emilia e Ignacio.
Unas horas después vuelve la electricidad, pero el joven no se atreve a volver a su casa por miedo a los temblores más que a la extraña sombra. Él no cree en esas cosas, así que piensa que eso es mera coincidencia.
—Hay algo raro en la casa de Rodrigo —dice en un momento de silencio Romina a su hermana.