La Sombra

EL INICIO

Hasta que cumplí los 17 años se podía decir que mi vida era totalmente normal, vivía con mi madre y mis dos hermanos en un pequeño barrio al sur de la ciudad, un día saliendo del colegio lo vi él estaba muy hermoso y desde el primero momento fue amor a primera vista allí empezó nuestro amor y la aventura más hermosa la misma que tres años después nos hizo decir él –sí nuestra casa fue pequeña aunque era nuestro hermoso hogar empezamos a decorar lo a nuestro gusto y luego de unos meses nos llegó la noticia más maravillosa, nuestra familia se crecía todo hasta ese momento era perfecto, mi esposo y yo arreglamos las cosas para la llegada de nuestro hijo quien nos hizo más feliz aun todo transcurrió en total normalidad pero pasado, recuerdo muy bien que era un sábado y mi esposo me envió un mensaje avisándome que llegaría tarde razón por la cual luego de almorzar me acosté a descansar y aproveche para ver la televisión mientras que mi hijo estaba a mi lado jugando con un pequeño oso de peluche de repente mi pequeño empezó a reír a carcajadas y su mirada estaba dirigida hacia el techo de la casa, yo por curiosidad mire aquel lugar y no veía nada mejor dicho no había nada pero mi hijo alza sus brazos como queriendo que lo cargaran y su risa cada vez era más fuerte, volví a mirar buscando algo pero en el techo no había nada, ni una sombra, tome las manos de mi hijo y le dije ¨ basta, con voz dulce mientras le sonreía mi hijo me miro y por un segundo, puedo decir que no era mi hijo quien me miraba, cerré mis ojos solo un segundo y al abrirlos, mi hijo reía más fuerte, lo moví un poco y volví a hablarle, entonces él me miro, mi cuerpo estremeció lo que mis ojos vieron no era mi hijo, aquello que esta frente a mí tenía sus ojos negros grandes y una enorme sonrisa en sus labios, lo solté y mi cuerpo se inclinó alejándose y yo temblaba él me veía con aquella gran sonrisa, y vi como su cuerpo se inclina para venir a mí, cerré mis ojos e incline a un lado mi cabeza, pero en ese momento la puerta se abrió, un silencio corto estuvo en el ambiente abrí mis ojos con un poco de miedo pero aquel que estaba frente a mí si era mi hijo y mi esposo entraba por la puerta de la habitación con una leve sonrisa.

Después de aquel día pasaron unos dos años donde nada volvió a pasar por ello creí que yo alucinaba, ya que quizás solo fue producto de mi imaginación o quizás me quede dormida un momento, entonces una de tardes yo me encontraba sentada en la comodidad de mi sala había empezado a tejer y en el suelo delante de mí estaba mi hijo quien ya tenía tres años y jugaba con su carrito cuando de repente mi hijo se levantó del suelo y corrió hasta la habitación, pensé que buscaba algo por lo que seguí en lo que hacía sin darle mucha importancia pero luego de unos 10 o 15 minutos y mi hijo no volvía y me levante para ver que hacía quizás se había quedado jugando pero al entrar en la habitación no lo pude ver Salí de la habitación de mi hijo y fui a la mía pero tampoco estaba allí, en ese momento empecé a preocuparme lo busque por toda la casa pero no estaba volví a mi habitación y busque mejor esta vez abrí el closet y me incline allí fue mi sorpresa, ya que al mirar debajo de mi cama allí estaba él acostado y susurrando cosas me metí solo un poco pues no podía entender lo que decía no podía entender lo que decía, sus susurros eran muy rápidos, y bajos en ese momento yo lo toque y dije su nombre

- ¿cariño que haces sal de allí?

él no me miro aún así me respondió

-no puedo mama, estoy jugando con mi papá

 

 lo que sentí en ese momento fue un frío que recorrió todo mi cuerpo y me llene de mucho miedo allí no había nadie solo él y yo por lo que enseguida agarre a mi hijo y junto al Salí de debajo de la cama deje a mi hijo en el suelo y le dije

 

_ vamos bebe

Pero algo me hizo voltear y mirar hacia debajo de la cama en ese justo momento vi esos ojos negros y esa gran sonrisa mi cuerpo se estremeció tanto que sentí que me caería hasta que escuche la voz de mi hijo

- mama

alce la vista y mi hijo estaba de pie en la puerta volví a mirar debajo de la cama y no había nada cargue a mi hijo y nos fuimos a la sala deje a mi hijo en el corral para ir por un vaso de agua necesitaba calmarme esperando unos minutos para acercarme luego acercarme a mi hijo y preguntarle

-amor que hacías debajo de la cama

El muy tranquilo me dijo

-que jugaba con su papá

No quise tocar más el tema y espere hasta que mi esposo llegara le conté lo sucedido detalle a detalle desde los dos años atrás, pero él se negó a creerme y comento que quizás yo dormía o que era por cansancio por lo que señalo que podía llamar a su hermana mejor y que por un pequeño tiempo esta viniera a ayudarme en la casa no le vi problema sobre todo porque no quería estar sola en la casa.

Paso una semana más o menos durante ese tiempo traté de estar lo menos posible en casa visitaba a mi familia muy seguido incluso a mis amigas hasta que mi cuñada al fin llega a casa ahora con ella allí pude sentirme más tranquila. Recuerdo que un sábado, exactamente 8 días después de la llegada de mi cuñada mi esposo le tocaba trabajar era poco los fines de semana que él trabajaba y se fue muy temprano, ya que quería regresar para la el almuerzo, mi cuñada y yo nos sentamos a tomar un café y hablar un poco de aquellos tiempos en los que salíamos juntas, ya que siempre fuimos buenas amigas, de repente se escuchó ruidos en la habitación de mi hijo, las dos dejamos los cafés de lados y corrimos a esta al abrir la puerta lentamente mi hijo estaba de pie en su cama sus brazos hacia arriba como si pidiera ser alzado por alguien y aquella gran sonrisa mire a mi cuñada y ella me miro mientras sus manos juntaba y empezaba a rezar en voz alta aquello hizo que mi hijo empezara a gritar



#1598 en Terror
#7744 en Thriller
#3039 en Suspenso

En el texto hay: amor, terror, miedo

Editado: 19.08.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.