La Sombra

BUSQUEMOS AYUDA

LA SOMBRA

BUSQUEMOS AYUDA

 

Las cosas ya no podían empeorar más o eso pensábamos nosotras, pero tampoco era para quedarnos con los brazos cruzados por lo que sin esperar más nos duchamos y salimos directo hacia la iglesia, aunque no fuéramos muy religiosa esa vez estábamos más que convencidas que solo Dios nos podía ayudar, el camino hacia aquel lugar fue lo más de tranquilo, aunque al estar justo en la puerta de la iglesia mi hijo empezó a gritar tan fuerte que yo me asuste.

- ¿amor que pasa? ¿Te duele algo?

Fue lo primero que pude preguntar, pero él no me respondía nada y sus manitas empujaban mi cuerpo y empezó a llorar yo no supe que más hacer y me alejé del lugar buscando donde sentarme, pero mi hijo se calmó así que pensé que no pasaba nada y volteé para caminar de nuevo hacia la iglesia, en ese momento mi hijo empezó a susurrarme

-No, mama no me lleves allí

Era lo único que él repetía una y otra vez mientras sus acciones se tornaban desesperadas, en ese momento me di cuenta de que fuera lo que fuera mi hijo no iba a poder entrar en aquel lugar por lo que le pedí a mi cuñada que lo cuidara para yo ir por la ayuda. Una vez en la casa de dios hable con el sacerdote que dirigía aquel lugar contándole cada una de mis experticias, y lo que él me pregunto fue que si mi hijo estaba bautizado yo le respondí que no puesto

-entrégale tu hijo a Dios y él cuidara de tu pequeño

Fueron sus palabras entonces allí le comenté que mi hijo no había podido entrar conmigo pues parece que algo no lo deja ese día el muy amable me regalo un poco de agua bendita me dijo que dejara regara mi habitación con esta igual la de mi hijo y que al día siguiente si me parecía bien él haría a visitarme, les diré que hice exactamente lo que él me había dicho y esa noche después de mucho tiempo nosotros pudimos dormir bien. Al día siguiente, como estaba ya hablado el sacerdote llego a la casa y solo con poner su pie dentro pudimos sentir que eso que habitaba mi hogar se había enojado pues los ruidos eran fuertes y mi esposo quien ese día había hecho planes para estar con nosotros y apoyarme en esta situación, aunque él no estuviera de acuerdo me miro muy extrañado pues que podría estar haciendo tales ruidos y nosotros ¡todos! Estábamos en la sala, todos nos miramos y suspiramos, pero de repente mi hijo empezó a sonreírme

-no bebe no lo hagas no sonrías

Le decía yo entre lágrimas y mi esposo me agarro y me dijo él no está sonriendo amor

Pero mi esposo no había acabado de cielo cuando sentí como su mano apretó mi brazo y él negó con la cabeza

- Tú no eres mi hijo

El sacerdote se acercó a mi hijo un poco y empezó a rezar, pero el pequeño se reía aún más, sus ojos negros y su gran sonrisa, la habitación empezó a tornarse fría, pero aquel frío era como si congelara mis huesos y entre más rezaba el sacerdote mi hijo, no eso no era mi hijo eso que estaba allí se reía y empezó a correr por toda la sala habían pasado unos 5 minutos, pero para nosotros fue eterno, y de repente todo se quedó quieto y mi hijo se sentó para jugar con sus carritos, en ese momento era mi hijo de nuevo nosotros quedamos aturdidos y asustados y por un tiempo no hablamos pero después de un tiempo el sacerdote dijo que el bautizo es primordial y que había algo en la casa que ataba a esa cosa a nosotros, más que todo a nuestro hijo, el sacerdote nos dijo que durmiéramos fuera de la casa pero cada vez que intentábamos salir mi hijo se ponía a llorar y gritaba que le dolía por lo que nos tuvimos que quedar allí, la verdad es que esa noche todos nos acostamos en la misma habitación pero casi no dormimos los golpes eran más fuerte y parecía que todo se movía en la casa.

Al día siguiente a primera hora el sacerdote llego a la casa estaba desayunando y mi hijo jugaba en la sala como de costumbre ese día el sacerdote al entrar nada cambio y el mi esposo, mi cuñada y yo estábamos en el sofá hablando de lo que haríamos cuando escuchamos a mi hijo hablar, no entendíamos mucho lo que él decía, pero hablaba con alguien sabíamos que alguien estaba allí con mi hijo y que estábamos en peligro, los pasos a seguir eran muy precisos y lo primero que debíamos hacer era bautizar a mi hijo, por lo que llamamos a dos amigos que eran pareja y que estaban libre ese día esa tarde bautizaríamos a nuestro pequeño.

Nos preparamos nos vestimos y arreglamos muy elegantes para la ocasión, pero nadie más sabia solo nosotros y los padrinos, todo debía ser inmediato por ello el sacerdote también empezó a prepararse para el bautizo.



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En el texto hay: amor, terror, miedo

Editado: 19.08.2020

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