En las semanas siguientes, Eleanor comenzó a notar cosas extrañas. Algunos alumnos le decían que la habían visto caminando por los pasillos en momentos en los que ella estaba segura de no haber estado allí. Al principio, pensó que era un malentendido. Quizás había pasado por alto el horario o su propia rutina. No le prestó mucha atención.
Sin embargo, las quejas comenzaron a crecer. Los estudiantes afirmaban haberla visto en la biblioteca por la mañana, cuando en realidad estaba en el comedor. Otros aseguraban que la habían visto en los jardines, inmóvil, simplemente observando el horizonte. Cuando intentó confrontar a los alumnos, ellos la miraron confundidos, insistiendo en que la habían visto claramente. La duda comenzó a germinar en su mente, pero seguía sin querer aceptarlo.
Un día, mientras revisaba los libros en la biblioteca, se cruzó con uno de los espejos antiguos de la mansión. Era más grande que el que tenía en su habitación, y su marco dorado parecía capturar la luz de una manera inquietante. Se miró en él por unos momentos, tratando de convencerse de que lo que los estudiantes decían era una confusión. Pero mientras se miraba, algo cambió. No sabía si fue un parpadeo o un pequeño gesto en su rostro, pero notó que su reflejo había hecho algo que ella no había hecho.
Retrocedió instintivamente, golpeando una estantería detrás de ella. El corazón le latía desbocado. Sabía lo que había visto, aunque se negó a aceptarlo. Respirando profundamente, cerró los ojos, convencida de que su mente le estaba jugando una mala pasada. Cuando volvió a mirar el espejo, su reflejo estaba como debía estar: idéntico a ella.
Esa noche, Eleanor no pudo dormir. Los sueños se volvieron más vívidos. En ellos, su reflejo se volvía cada vez más independiente. Comenzaba a moverse antes que ella, a observarla como si no fuera parte de ella, sino algo aparte, algo con su propia voluntad.
Despertó de madrugada con una idea aterradora en la cabeza: ¿Y si lo que los estudiantes veían no era una simple confusión? ¿Y si había algo en esa mansión que podía tomar su apariencia?