Días antes de la entrevista con Vannia, Sor Delia Fitzgerald había recibido por quinta vez a Leonidas Walzemuller, sacerdote e investigador de la Santa Orden. La visita del padre Leonidas fue anunciada anticipadamente por una inquietante brisa en el patio del convento y por el zumbido de un gran moscardón que rondaba la oficina de la hermana.La figura del hombre se apareció cinco minutos después en el umbral de la puerta.
La hermana no demostró sorpresa alguna y le hizo sentar de inmediato frente a su escritorio.La pregunta fue obvia para el invitado.
-¿Tiene noticias, padre?
-Sí, hermana.
Sor Delia juntó las manos tratando de ocultar su nervosismo y enfrentar de mejor manera lo que venía.El padre Leonidas, por el contario parecía contento.
-Tenemos pruebas de que su hermano está vivo y uno de nuestros colegas enviados , cree saber donde está.-anunció triunfante
Silencio de ambos
-Está vivo. ¿Dónde está?-preguntó la religiosa mordiéndose el labio superior
-En un monasterio , hermana.
Delia agrandó sus ojos asombrada.Se puso de pie casi de un salto.
-¿En un monasterio?¿Cómo ?
-En Triana.
-¿Cómo está?,Tengo que verlo, necesito más información y llegar hasta allá.
-Hermana, aún hay mucho que investigar.No podemos llegar y entrar en ese lugar.
-¿Qué fue lo que ocurrió?
-Quizás, un secuestro-Se apresuró a sentenciar el sacerdote.Es la primera hipótesis.
-¿Un secuestro?¿Por qué?
-Aún no lo sabemos con certeza.Le traje este informe, tal vez aclare algunas dudas y le surjan otras más.
Delia Fitzgerald tomó el sobre que le extendía el padre Leonidas y se sentó de inmediato a leerlo, olvidándose de la presencia del religioso.Absorta comenzó a observar fotografías del lugar, de personas, detalles...
El padre Leonidas dio por entendido el fin de la visita...La dejaría sola unos momentos antes de despedirse. Ya estaba acostumbrado a los recibimientos telegráficos de sor Delia.Abandonó el despacho de la religiosa con la misma inquietud con la que había llegado.Sólo se tranquilizó, unos minutos después, al contemplar el jardín del convento.Se dirigió hacia los sauces cerca del riachuelo para descansar.A esa hora, las hermanas de la orden oraban por los enfermos y desvalidos del mundo para luego seguir con sus labores.Tenía el jardín para él solo.Parecía que nunca, en cuatro meses de investigación, lo había visto de verdad.Esos sauces..la hierba pequeña rodeando el riachuelo... y el reflejo de su cara en el agua...Por fin ,se detenía un momento para disfrutar de la verdadera paz que requiere el espíritu para pensar.
Con esta noticia, el sacerdote podía dar por terminada la misión encomendada por la Santa Orden y no volvería en un buen tiempo a visitar a la hermana Delia.Ahora, ella se dispondría,seguramente, a viajar en busca de su hermano perdido y seguramente a él le encomendarían otra tarea .Así funcionaban las cosas.Sin embargo, no podía evitar preguntarse...¿Por qué Triana?¿Por qué tanto tiempo incomunicado?.No quería emitir juicios acerca de la Orden Hermética.De acuerdo a los expedientes que manejaba, el muchacho sólo iba por asuntos de trabajo, un profesional exitoso, muy unido a su hermana.¿secuestrado?¿Por una congregación religiosa?."No preguntas, no respuestas, sólo casos que solucionar", ésa era la consigna de la orden y él sabía acatar.
Sus reflexiones se vieron interrumpidas por el sonido del celular, el que se apuró en contestar para no molestar el recogimiento de las religiosas.
-"¿Padre Leonidas?" -preguntó una voz de mujer
-Sí, sí, con él-respondió el joven sacerdote.
-"por favor, no corte, le van a hablar..."
-Claro...
El sacerdote esperó unos segundos.
-"Padre Leonidas, usted habla con el cardenal Mirazzamo"
-Eminencia...
-¿Ya le dio la noticia a sor Delia?
-Sí, hace unos minutos.
-¿Dónde está?
-Yo...aún en el convento del Edén,eminencia.
-¿No, padre, la hermana?
-Ah, disculpe usted. Me pidió unos minutos para leer el informe. Todo muy bien.Está muy ilusionada por viajar y reencontrarse con su hermano menor.Continuará la investigación en terreno.
Se hizo un silencio al otro lado de la línea.
-Mire, eso no será posible, padre.
-¿Qué ocurre?
-Mire, padre, ¿Puede hacerme un favor?...Dígale a la hermana, que la Orden no la autoriza a realizar ese viaje, aún...
-¿¡Cómo?!.La pobrecilla se va a morir.
-No puede viajar, vienen las festividades de la congregación y el Obispo la visitará esta semana para afinar detalles...Mala época eligió el hermano para dar señales de vida...
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Editado: 21.09.2019