Una mañana como cualquier otra, las personas pensarían que es un día normal, adultos yendo al trabajo, adolescentes a los colegios,excepto para algunas y entre esas estoy yo, caminando hacia una empresa para hacer una visita que necesito, ya que ir es un paso para el plan de la venganza, una venganza necesaria, voy a una de las empresas más conocidas en México "DALECompany", una compañía de Teléfonos móviles, y es conocida por su director aquel que administra esa cosa de cemento.
Ya estando enfrente de aquella majestuosa estructura, respiro hondo, me relajo, al entrar debo de parecer alguien que no da el brazo a torcer, temible y un ser superior a otros pero siento justa. Miro al gran edificio de 24 pisos, tiene un estilo de alta sociedad que de mientras no le tomo importancia, en este momento tendría estar en el colegio por que al estar 4 semestres adelantada del que debería estar tango mas presión que nunca, si mi tía supiera de mi vida no me hubiera dejado venir, a veces es bueno mentir, las puertas automáticas se abren y hace que el interior sea visible y empiezo mi andar, miradas de trabajadores y aprendices caen sobre mi, voy abriendo paso con aires de grandeza y seguridad, en la recepción que esta a escasos metros de la entrada se encuentra una chica que no rebasa los veinticuatro años de edad. Ella me ve y sonríe amablemente, a la vez que analiza mi vestimenta, un conjunto deportivo color morado, tenis azules y gorra negra.
-Buenos días señorita ¿A que viene su visita?- Su sonrisa la hizo con esfuerzo, que doloroso es trabajar día a día y ser cortes siempre, yo me habría suicidado.
-Buenos días, vengo para hablar con el director de la empresa- el actuar es parte del plan para que caigan en las manos equivocadas, las personas nos llevamos por la actitud de otra y no analizar cada palabra que sale de uno.
-¿Tiene cita previa?-Su mirada se torno un poco temerosa, por la forma en que la miro, una mirada precisa pero a las vez distante.
-Es que el señor Raúl es un viejo amigo de familia y pues me gustaría invitarlo a una cena personalmente- Mi voz salio tan fluidamente, cualquiera creería que no es una mentira, solamente alguien experto podría descubrir mis verdaderas intenciones.
-El señor Raúl Domínguez ahora atiende una junta directiva con sus socios, si gusta esperarlo...- Levante la mano para que detuviera su hablar, sonreí, seria mas fácil impresionarlo.
-Entonces va a ser mejor- la mire -una visita sorpresa- le guiñe -gracias Lucia- su rostro no tardo en mostrar la sorpresa- Cuida a tu hermano, a pesar de que es distante te admira por la forma en que luchas para pagar su escuela- No pude ver mas su expresión por que estaba de espaldas, pero lo que si se, es que ella va a luchar mas y no se va a rendir. Nosotros luchamos para conseguir el bien a aquella persona que nosotros amamos, apreciamos, y admiramos.
Mis pasos se dirigen hacia un elevador que me llevará al último piso en donde Raúl da su supuesta junta, por que lo más posible es que este charlando sobre el armamento que trasladaran a China, desde mi infancia mi madre ya estaba preparada para esto a si que tuve que aprender a hackear sistemas para conseguir información. Entro en la caja metálica que no tiene ni una presencia dentro y oprimo el botón que marca el veinticuatro, el elevador se pone en marcha, me pongo a pensar en todo aquello que ha a pasado en mi vida, desde la muerte sospechosa de mis padres hasta este momento, yo siempre he sido una persona rencorosa y una que busca respuestas a todo, "Todo se puede resolver, hasta de la propia muerte te puedes salvar", el lema del cual siempre me ayuda a seguir adelante sin mirar atrás, mi vida a sido muy estresante, también supuesta mente conocí al amor de mi vida pero me equivoque, el se fue abandonándome a partir de ese día prometí no volver amar mas.
Tan sumida estaba en mis pensamientos que no me di cuenta que ya había llegado al piso indicado, tomo una bocana de aire y calmo mis nervios, una puerta de madera ingresa a mi campo de visión, abro la puerta y los presentes me miren confusos, que son un total de 8 hombres con traje.
-¡Oh! Vaya creo que no fui invitada a la interesante junta de adultos - los miro divertida, me causa gracia sus muecas.
-¿Y quién eres tú?- Un hombre de cabellos cafés y ojos marrones hablo con voz autoritaria -
-No, no, no-negué con la cabeza-así no se reciben a los invitados- reí ligeramente -pero voy a responder tu pregunta- mire a cada uno de ellos -no se si agregarle suspenso pero va a ser divertido-
-Ya déjate de tonterías niña- dijo el mismo hombre con poca paciencia
-Que aburrido eres Raúl- su cara se descompuso al pronunciar su nombre -pensabas que no sabía tu nombre- afirme por la reacción de este -si vieras tu cara en este momento no te reconocerías, bien ya me voy a presentar pero antes- miro al hombre que viste un traje de color café, a decir verdad es el único que tiene ese traje y que esta a lado del presunto director - Jacob puede guardar esa arma por favor que lleva del lado derecho, no quiere iniciar una confrontación en un lugar lleno de gente inocente ¿Verdad?- al ser una persona seria como todos, su rostro no expresa ninguna sorpresa pero si sus ojos, los ojos de una persona te pueden revelar lo que realmente quieren - Bueno continuando, se acuerdan de aquel caso en donde Michelle Peréz y Joaquim Hernández fueron asesinados sospechosamente- el tema parece ponerlos tensos, ya que ninguno respondió - Yo soy su hija, que por lo que se ellos nunca dijeron que tenían una heredera- Suspire, esto va a ser un poco mas difícil de lo que pensé.
-Tu no puedes ser su hija, ellos nunca tuvieron una hija- su voz sonaba desesperada - ellos nunca nos hablaron sobre eso, si la hubieran tenido nos hubieran dicho, principalmente nos tuvo que decir Michelle- Su voz sonó apagada al pronunciar el nombre de mi madre -Ella nos tuvo que decir- dijo duramente -¡Es mentira!- grito, por la forma en que mueve sus manos según la expresión corporal esta nervioso.