La sombra de pasado mañana

1.- Muerte

Como si dejara de ser un actor para convertirse en un espectador, el fallecido contemplo su cuerpo tumbado en la superficie orgánica de la muralla a varios metros por debajo de él.

Desde esa posición ventajosa observaba a Vanesa hincada a su lado en un desesperado intento de reanimarlo usando una mano para tratar de controlar la hemorragia del agujero en su estómago cuando se dio cuenta de que estaba flotando cerca de la superficie en un estado de excitación nerviosa mientras todo era iluminado por los primeros rayos de sol.

—Es inútil, se ha ido... no tiene pulso, esta vez es definitivo —le escucho decir a Vanesa mientras atendía el cuerpo con sus compañeros incrédulos a su alrededor.

Conmocionado, trato de decirles que no estaba muerto, que estaba justo a su lado, pero no parecía que lo pudieran escucharlo por más que gritara mientras veía su propio cuerpo desangrándose delante de él. Un desesperado deseo de regresar lo invadió, pero no tenía la más remota idea de cómo hacerlo. Sin sentir pánico, miedo, temor o algún otro sentimiento negativo más que confusión, miro a Vanesa que sacaba de su bolsa negra un aparato similar a un anillo y lo ponía sobre su pecho y una descarga eléctrica lo sacudió, aunque se trataba de su propio cuerpo era incapaz de sentir nada, de hecho, fue en ese momento cuando se hizo una pregunta muy importante que al parecer había ignorado durante la experiencia por la confusión.

"¿Si mi cuerpo está allí, en donde estoy yo?" Se dijo cuándo se dio cuenta de que carecía de sensaciones físicas: temperatura, peso corporal, movimiento y tenía una extraña sensación etérea. Se sentía frustrado y no podía describir su nuevo aspecto, lo podía decir con términos muy simples como una bruma, nube, como el humo, vapor, transparente, algo tenue y cosas así, ya que todas las palabras que conocía eran tridimensionales, aunque conducían a la misma idea. Su cuerpo "Espiritual" carecía de forma definida, parecía vagamente humano, no estaba desnudo pero tampoco estaba vestido y no tenía color, pero a su juicio parecía tener partes o extremidades amorfas de brazos y piernas.

Escuchando un llanto a su lado giro para ver a Copan junto a su padre sujetando entre sus manos la botellita de cristal que le había vertido en la boca de su cuerpo hacia unos momentos. Al tratar de consolarla y decirle que se encontraba bien, que de hecho no sentía dolor, su sorpresa fue mayúscula cuando la atravesó al intentar tocarla como si estuviera hecho de humo sin que al parecer ella se diera cuanta al igual que el resto de sus compañeros que estaban a su alrededor aunque él si podía escucharlos perfectamente.

Se encontraba en una posición ventajosa con respecto a las demás, podía verlos y oírlos pero ellos no podían hacer lo mismo con él. Se dio cuenta además de que no solo podía oírlos, era más bien como si supiera lo que estaban pensando, lo sabía un segundo antes de que abrieran la boca para hablar cuando de esta forma percibió varios pensamientos detrás. Al volverse distinguió a Mowang y a sus atacantes muy lejos de ellos en batalla cuando de repente y sin saber cómo, se produjo el efecto semejante al de una lente de zoom y de repente se encontraba allí. Estando justo en medio de la batalla miro a Mowang que era impactado por varias flechas de su eminencia que lo atacaba desde el aire montado en el Feng Huang reventando una gran parte de su cuerpo pero enseguida volvía a regenerarse cuando percibió otro pensamiento.

Al volverse vio al general Mexicano que agitaba su enorme hacha guerrera y varias energías rojas en forma de guadaña se dirigieron hacia el atravesándolo sin hacerle daño y destazando a su asesino blindado que casi de inmediato volvió a regenerarse sin que pudieran acabar con él aun estando en desventaja.

Sorprendido por haber sido atravesado por las energías que en vida lo habrían partido por la mitad, percibió otros pensamientos y al volverse pudo ver a otro sujeto envuento en un aura de color amarilla que ataco sin mucho éxito al ser que había terminado con su vida minutos antes. Segundos después un enorme perro chino poco mas grande que un autobus abrió su hocico y un torrente de ácido desintegro parte de la muralla levantando gas venenoso en un intento por derretir a Mowang que, aun cayéndose a pedazos volvía a regenerarse entre el miasma transformando uno de sus bestiales brazos de hueso y musculo en un extenso látigo con estacas que atravesó a Tiangou provocando que lanzara un ladrido de dolor haciéndolo retroceder pero al igual que su atacante, al ser un experimento, volvia a regenerarse.

—"Esto debe ser lo que todos llaman muerte; ¡Estoy muerto, Que maravilla!" —pensó sorprendido al darse cuenta de que incluso los generales eran incapaces de verlo cuando percibió la angustia de sus compañeros lejos de la batalla, al volverse el mismo efecto de zoom ocurrió y de repente se encontraba nuevamente al lado de sus amigos en duelo.

Rodeado de ellos, que no perdían las esperanzas de poder reanimarlo, miro su cuerpo lleno de sangre y llego a la conclusión de que sus esfuerzos eran inútiles, él ya estaba muerto pero eso no le preocupaba, de hecho se sentía triste y decepcionado porque ellos no podían experimentar lo que le ocurría, deseaba que hubiera otros con él para que lo vieran y tenía la sensación de que nunca hallaría palabras para describir aquello, se sentía solo porque quería que alguien estuviera a su lado para compartirlo, sabía que era imposible, que se encontraba en un mundo privado y llego a sentirse solo e incluso melancólico.



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En el texto hay: viajeeneltiempo, mexico, preparatoria

Editado: 20.07.2018

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