Era una noche nublada de Halloween en la pequeña y lluviosa ciudad donde vive Lucía, con la emoción de la fiesta y más porque les fue muy bien recogiendo dulces junto a su mejor amiga Sofía y su pequeño hermano Carlos,al llegar a casa los reta a subir al desván abandonado lleno de ratas y polvo, cosa que Carlos que es mas pequeño y temeroso no esta de acuerdo.
—Mejor vemos una película. —Discute Carlos.
—No seas miedoso, hay que hacerlo. —Contesta Sofía entusiasmada.
—Siganme.
Lucía va al frente con toda la adrenalina, tiene planes de asustar a su hermano, pero al subir no encuentran más que polvo y ratas, se desepciona al ver que no hay nada interesante.
—Para esto me haces subir aquí, me voy a ensuciar. —Reclama Sofía.
—Pues, algo debe haber aquí, mi madre nunca nos deja subir, dice que es peligroso.
—Pero por lo sucio, aquí no hay nada más que polvo, vamos a ver una película. —Dice Sofía.
—Si vamos, no quiero estar aquí. —Dice Carlos con miedo.
—Si tienen razón, vamos.
Justo cuando se disponían a bajar, Lucía tropieza con un mueble del cual cae un espejo que está intacto, Sofía lo mira con extrañeza, tiene unos detalles que nunca había visto antes.
—Luci, este espejo… no es normal, mira esos detalles, parecen rostros.
—La abuela una vez decía que este espejo estaba maldito, ¿Te acuerdas? —Dice Carlos nervioso.
—Claro que no, la abuela nunca ha dicho nada, no seas mentiroso.
—Pero....
—Esta raro, debió romperse.
—Vamos, chicos, solo es un espejo viejo, no es para tanto. —Responde Lucía un poco nerviosa.
—¿Por qué no se rompió al caer? A esa distancia es para que por lo menos se trizara, algo no está bien.
—Ustedes están nerviosos porque es Halloween, ya es solo un espejo.
Lucía toca el marco del espejo y un extraño escalofrío recorre su cuerpo, mira detalladamente y por un segundo cree ver una figura oscura detrás de ella, pero cuando parpadea, desaparece.
—¿Vieron eso? —Dice Lucía con asombro.
—¿Que Lucía? Por Dios no me asustes. —Al darse cuenta que solo ella lo vio decide solo ignorarlo y bajar.
—No nada, vamos a ver esa película que tanto quieren. —Bajan lo más rápido posible dejando el espejo en el suelo, Lucía no pudo disfrutar la película, a pesar que se comieron casi todos los dulces que recogieron.
Siendo ya las 3 de la mañana deciden dormir, los padres de Lucía y Carlos, andaban de viaje llegarían en 2 días, así que estaban completamente solos.
Esa noche, Lucía no puede olvidar la extraña sensación que sintió al tocar el espejo, en su cama no logra dormir, con la imagen de la figura oscura persiguiéndola en sus pensamientos, de tanto pensar decide levantarse y regresar al desván, siente que algo la llama.
Cuando llega, el desván está extrañamente frío, y el espejo parece emitir una especie de vibración, se acerca y siente como si la estuvieran observando, toca el espejo que algo la agarra de la mano, asustada tira el espejo y grita, da pasos hacia atrás y se cae.
—¿Quién eres?. —Grita, de repente, una sombra sale del espejo, con una figura humana apenas visible, luego se desvanece, asustada vuelve a tomar el espejo.
—Esto, no puede ser…real.
Escucha ruidos en el pasillo y corre a su habitación, llevando el espejo, pero cuando cierra la puerta, se da cuenta de que no está sola; la sombra parece haberla seguido, dejando su presencia como una mancha oscura en la pared, asustada regresa a la cama.
Al siguiente día, Sofía se dió cuenta que algo andaba mal, su amiga no es tan callada pero hoy parecía otra persona.
—Lucía, pareces cansada. ¿Todo bien?
—No estoy segura… pero algo salió del espejo anoche.
—¿Qué dices?
—En la madrugada regresé al desván y algo salió del espejo, ahora siendo que me persigue algo, tengo que averiguar que es.
—No debiste regresar y menos sola.
—Sofi, tengo que saber que es lo que pasa antes de que regresen mis padres, en dos días llegan.
—Te ayudaré, sabes que cuentas conmigo.
Lucía fue a buscar en su casa alguna respuesta para saber a qué se enfrentan.