CAPITULO I

NARRADOR OMNISCIENTE

La tragedia que marcó su infancia dejó una profunda cicatriz en el corazón de Anya. La imagen de sus padres yaciendo sin vida en el suelo, víctimas de la crueldad humana, la persiguió durante años. Desde ese fatídico día, la confianza se convirtió en un concepto ajeno a ella. El mundo que la rodeaba se transformó en un lugar hostil, donde la bondad era solo una ilusión y la seguridad, una frágil quimera. Anya creció con la sombra del pasado acechándola. Su niñez, que debería haber estado llena de juegos y risas, se vio empañada por la desolación y el miedo. La idea de depender de alguien, de confiar en otra persona, le generaba un profundo temor. Ella estaba sola, luchando por sobrevivir en un mundo que le había arrebatado lo más preciado.

A pesar de las adversidades, Anya no se rindió. Con una determinación férrea y una inteligencia excepcional, se abrió camino en el mundo empresarial. Su mente aguda y su carácter implacable la llevaron a convertirse en la CEO de Burek, una empresa multinacional de gran prestigio. En el mundo de los negocios, Anya se transformó en una figura imponente. Su frialdad y su astucia la convirtieron en una líder respetada, pero también temida. Ella no toleraba la mediocridad ni la traición, y exigía la máxima eficiencia a sus empleados. Para Anya, la empresa era su imperio, y ella, su reina absoluta. La tragedia de su infancia marcó a Anya para siempre.

La desconfianza se convirtió en su escudo protector, una armadura impenetrable que la aislaba del mundo exterior. Ella no permitía que nadie se acercara demasiado, temiendo ser lastimada una vez más. Su vida transcurría entre el lujo y el poder, pero en su interior, Anya era una prisionera de su pasado. La soledad la acompañaba como una sombra constante, y el recuerdo de sus padres la atormentaba en las noches de insomnio. La tragedia había dejado una huella imborrable en su alma, una herida que ni el tiempo ni el éxito habían logrado sanar. A pesar de su éxito y su poder, Anya no era feliz. La desconfianza y el miedo la mantenían cautiva en una jaula invisible. Un día, un nuevo personaje irrumpe en su vida, desafiando las barreras que ella misma ha construido. ¿Podrá Anya superar los traumas del pasado y abrir su corazón a la posibilidad de la felicidad? ¿Encontrará la redención y el perdón para aquellos que le arrebataron lo más preciado? La historia de Anya apenas comienza.

Es una historia de dolor y pérdida, pero también de resiliencia y esperanza. Es la historia de una mujer que lucha por encontrar su lugar en el mundo, a pesar de las cicatrices que marcan su alma. Es una historia que nos invita a reflexionar sobre la fragilidad de la vida, el valor de la confianza y la posibilidad de redención.

En la imponente oficina de Anya, ubicada en el último piso del rascacielos que albergaba la sede central de Burek, irrumpe Sofía, una joven e intrépida periodista que ha logrado burlar las estrictas medidas de seguridad de la empresa. Su objetivo: desvelar los secretos ocultos del pasado de Anya y su empresa. Sofía, armada con su cámara y su tenacidad, confronta a Anya, quien la recibe con una frialdad gélida. La tensión en la sala es palpable, pero Sofía no se inmuta. Está decidida a llegar al fondo de la historia, a pesar de la intimidante presencia de la CEO. Anya, acostumbrada a tener el control de la situación, se ve por primera vez acorralada. Las preguntas de Sofía la remueven hasta lo más profundo de su ser, obligándola a confrontar los fantasmas del pasado que tanto tiempo ha intentado enterrar.

A medida que la entrevista avanza, Anya se ve obligada a revelar fragmentos de su trágica infancia, el dolor de la pérdida y la desconfianza que la ha acompañado durante toda su vida. Sofía, con empatía y comprensión, escucha atentamente su relato, sin juzgarla ni condenarla. En los ojos de Sofía, Anya encuentra por primera vez un reflejo de compasión y comprensión. Es como si un rayo de luz se hubiera abierto paso en la oscuridad que la rodeaba durante tanto tiempo. Por primera vez, siente la posibilidad de abrirse a alguien, de compartir su dolor y su pasado sin temor a ser juzgada.

La entrevista termina abruptamente, pero ha dejado una marca indeleble en ambas mujeres. Anya se queda pensativa, reflexionando sobre las palabras de Sofía y el impacto que han tenido en ella. Por primera vez en mucho tiempo, siente una chispa de esperanza, una pequeña luz que ilumina la oscuridad de su pasado. Las revelaciones de Anya han causado un gran revuelo en los medios de comunicación. Su historia ha conmovido a miles de personas, quienes ahora la ven con otros ojos.

Ya no es solo la CEO implacable y distante, sino una mujer marcada por la tragedia que ha luchado por salir adelante a pesar de las adversidades. Sin embargo, la atención mediática también trae consigo viejos fantasmas. Personas del pasado de Anya resurgen, buscando sacar provecho de la situación o simplemente atormentarla con recuerdos dolorosos. Entre ellos se encuentra Vladimir, un antiguo socio de su padre, quien parece tener información sobre la muerte de sus padres. Anya se ve obligada a confrontar una vez más con su pasado, esta vez no solo en el ámbito personal, sino también en el profesional. La reputación de Burek se ve empañada por las sombras del pasado, y Anya debe luchar para proteger la empresa que tanto le ha costado construir. En medio de la tormenta mediática, Anya encuentra un refugio en Sofía.

La joven periodista se convierte en su confidente, en la única persona en quien siente que puede confiar plenamente. Juntas, emprenden una búsqueda de la verdad, buscando desentrañar los misterios que rodean la muerte de sus padres y descubrir quiénes son los verdaderos responsables. La investigación de Anya y Sofía las lleva por un camino lleno de peligros y obstáculos. Deben enfrentar la oposición de aquellos que quieren mantener la verdad oculta, y arriesgar sus propias vidas para descubrir la justicia. En el proceso, descubren una red de corrupción y engaño que se extiende hasta los más altos niveles del poder.