AGRADECIMIENTO

Para mis padres... ¿cómo empezar a decir todo lo que siento? Siempre estuvieron ahí, en los buenos y en los malos, con un abrazo cuando lo necesitaba y una palabra de ánimo cuando me sentía perdido. Me apoyaron en cada sueño, por más loco que pareciera, me dieron las herramientas para volar y nunca me dejaron caer. Gracias por sacrificar lo tuyo para que yo tuviera lo mío, por despertarse temprano, por trabajar hasta el cansancio, por amarme sin condiciones. Ustedes son mi base, mi fuerza, mi hogar. Nunca podré devolver todo lo que me han dado, pero espero hacerlos sentir orgullosos todos los días de mi vida.
Para mis hermanos... gracias por confiar en mí. Por ver en mí algo que a veces yo no veía en mí mismo, por apoyarme en mis decisiones, por estar ahí cuando necesitaba un hombro para llorar o un compañero para celebrar. Gracias por las risas compartidas, por los problemas solucionados juntos, por ser más que hermanos: ser mis amigos, mis cómplices, mi familia de verdad.
Y para todas esas personas —amigos, conocidos, incluso extraños que se convirtieron en luz en mis días oscuros— que siempre me han dicho "sigue adelante"... gracias. Por no dejarme rendirme cuando las cosas se pusieron difíciles, por ver el potencial en mí cuando yo lo olvidaba, por sus palabras de ánimo que se convirtieron en mi motor. Cada vez que me dijeron que podía, que valía la pena, que no estaba solo, me dieron fuerzas para seguir caminando.
Todos ustedes son parte de quién soy hoy. Son las razones por las que sigo luchando, por las que sigo creyendo, por las que sigo adelante. Gracias por llenar mi vida de amor, confianza y esperanza. No tengo palabras suficientes para expresar lo agradecido que estoy, pero sé que ustedes lo sienten en cada latido de mi corazón.
Te amo a todos.