La Sonrisa Bajo La Oscuridad

ESCAPE

—¡Park!... ¿Crees que no te fallará? —preguntó Karol con duda en la mirada.

El vampiro sonrió con seguridad.

—Claro que no, mi Karol. Él hará exactamente lo que le dije…

Su sonrisa se tornó sombría.

—Además, si no cumple… beberé su sangre.

Sus ojos destellaron con furia mientras una sombra de amenaza cubría su rostro. Karol tembló ligeramente. Sabía que Park no era de los que perdonaban.

Mientras tanto, en el castillo del rey Lidenwor…

—¿Cómo es posible que muriera? —La voz del rey resonó con falsa sorpresa.

El doctor tragó saliva antes de hablar.

—Lo… lo siento, su majestad. La joven estaba embarazada y… con el golpe que le propinó… perdió demasiada sangre. Ella… y el niño… no sobrevivieron.

El rey Lidenwor parpadeó.

—¿Embarazada? —murmuró con fingida incredulidad, antes de soltar una carcajada seca—. ¡Vaya, no podía ser mejor!

Su sonrisa se ensanchó en su rostro con malicia.

—He acabado con su raza.

Se levantó de su trono y caminó con tranquilidad por la sala, con las manos cruzadas a la espalda.

—Y pensar que solo un empujón bastó… Aunque, si soy sincero, me hubiera gustado que bautizara mi horca.

El doctor sintió un escalofrío recorrerle la espalda.

—P-permiso, su majestad… tengo otros casos que atender —balbuceó, sin atreverse a sostenerle la mirada.

Lidenwor rió por lo bajo y le dio una palmada en el hombro.

—Bien hecho, mi buen amigo.

El cuerpo del doctor se tensó. Sus manos frías temblaban y el sudor empapaba su frente. Mientras el rey se alejaba, él sintió que su propio corazón latía con fuerza, como si la muerte le respirara en la nuca.

De vuelta con Park y Karol…

—Todo ha salido bien —susurró Park, observando el camino por el que se habían escapado.

Sus ojos se iluminaron al mirar a Karol a su lado. Finalmente la tenía de nuevo.

—¿Nos podemos ir? —susurró Karol, su voz temblorosa—. No me gusta este lugar…

El olor a muerte aún impregnaba el aire.

—Está bien, mi Karol —le dijo Park, abrazándola con suavidad—. Iremos al bosque, allí estaremos a salvo…

Karol asintió lentamente, pero su mente estaba atrapada en algo más.

Aún no sabía cómo decirle la verdad.

Había estado embarazada.

Y lo perdió.

Su corazón latía con fuerza mientras observaba a Park, quien no tenía idea de lo que había pasado. ¿Cómo reaccionaría cuando se enterara?

—Pero antes —continuó Park—, en la mañana partiremos. Quiero que conozcas a alguien muy especial.

Karol alzó la vista con confusión.

—¿Quién…?

—Mañana lo sabrás —dijo Park con una sonrisa misteriosa.

En el castillo…

El doctor caminaba por los pasillos de su hospital con una sensación de opresión en el pecho.

—No debí engañar a mi rey… —susurró para sí mismo—. Pero… mi vida es primero.

La sola idea de ser asesinado por un vampiro le hacía estremecerse. No era una muerte que quisiera experimentar.

—Espero que este asunto quede enterrado para siempre… —dijo en voz baja.

Porque si no…

Un escalofrío le recorrió la espalda.

Estaría en peligro.

Esa noche, en el bosque…

—Park… quiero decirte algo —susurró Karol, su voz apenas un hilo.

El vampiro la miró con ternura y le acarició el rostro.

—Lo que sea que tengas que decirme, mi Karol… dímelo mañana.

Ella abrió la boca, pero él la calló con un beso en la frente.

—Descansa… te amo.

Karol cerró los ojos con un nudo en la garganta. Justo en ese momento, una ráfaga de viento sacudió las hojas de los árboles. Ambos se recostaron sobre el manto de hojas caídas y, entre el susurro del bosque, poco a poco se quedaron dormidos.

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🌙 El destino de Karol y Park sigue su curso…
📖 ¿Qué pasará cuando Park descubra la verdad?
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