Cuando te invite a tomar un café casi me desmayo.
Estaba muy nerviosa pero por suerte no te percataste de eso.
Me emocioné, pensé que tenía una oportunidad.
Hasta que me dijiste, con una gran sonrisa, que necesitabas salir con una amiga.
No lo notaste pero en ese momento me dolió el alma pero estabas tan feliz de salir conmigo que fingí mí mejor sonrisa cuando por dentro dolía.