La sonrisa de Papá

Capítulo 2: confianza y entrega

Después que Jesús vence la primera tentación, el diablo (por cierto, diablo significa engañador o mentiroso, es un título que recibe satán al engañar a Adán y Eva en el Edén) vuelve a tentar a Jesús y lo lleva a Jerusalén, hasta la parte más alta del templo y le dice a Jesús: «tírate abajo, si dices que confías en Dios por completo él te ayudará. Recuerda lo que dice: "a sus ángeles enviará para que te cuiden, ellos te sostendrán para que no te hagas daño"», a lo que Jesús responde: «es cierto lo que dices, pero la Biblia también dice: "nunca trates de hacer caer a Dios en una trampa"». Por lo tanto, Jesús no hizo caso a lo que satán le decía.  

Si se dan cuenta, en este caso satanás le habla a Jesús (el hijo de Dios) acerca de Dios, es decir, él tiene ese conocimiento y muchas veces tratará de hacernos caer de esa forma, querrá convencernos de que lo que dice es verdad (¿ahora entienden el título de diablo o mentiroso verdad?). Imaginémonos por un momento que fuéramos nosotros Jesús y satanás nos dice eso, yo estoy seguro que muchos de nosotros nos habríamos lanzado y adiós vida, adiós propósitos, adiós tus planes. Dios tiene el poder de rescatarnos de ese momento y es alguien en quien podemos confiar, pero de ninguna manera es alguien con quien puedas jugar al genio de la lámpara (al buscar solo tu propio beneficio o milagros y bendiciones para tu propio bien y luego olvidarte de él completamente hasta que vuelvas a necesitarlo --es lo que muchos cristianos hacen hoy--). 

El mismo Jesús dijo, no puedes intentar hacer caer a Dios en una trampa. De hecho, aunque lo intentes es imposible porque él conoce las intenciones de nuestro corazón y basa todo en eso, en cómo nosotros actuamos ante diversas situaciones y cómo oramos, cómo se encuentra nuestro corazón al acercarnos a él a pedirle algo en específico, etc. Si buscamos a Dios con orgullo y altivez, lo más probable es que no nos tome en cuenta porque no le agradan ese tipo de personas que quieren creerse dioses y no necesitan nada de nadie, supuestamente pueden hacer todo solos. Dios está buscando personas débiles que admitan sus limitaciones, gente de carne y hueso como tú y como yo que admitan que no pueden seguir solos y lo necesitan, Dios ama mucho a ese tipo de personas.

¿Sabías tú que la semilla de mostaza es una de las semillas más pequeñas del mundo? Sin embargo, cuando esa semilla crece llega a convertirse en uno de los árboles más grandes que existen. Dios quiere actuar de esa forma con nosotros, a Él le agradan los que son rechazados, humillados, que tienen cero dones y talentos, incapaces de hablar en público, enfermos, con muchas luchas, deprimidos, odiados y no aceptados por la sociedad, débiles... Dios busca a ese tipo de personas para hacer cosas grandes con ellos y para que ellos mismos y la gente que los conocía se asombren y reconozcan que realmente existe un Dios que puede cambiar toda situación adversa para convertirla en algo magnífico.

Volviendo a la historia de Jesús, el diablo trata de hacerlo caer una última vez y lo lleva a una montaña muy alta. Desde ese lugar se veían los países más ricos y poderosos del mundo. Entonces, satanás le dice a Jesús: «arrodíllate ante mí y todos estos países y sus riquezas serán tuyos, solo adórame y te los entregaré», a lo que Jesús responde: «aléjate de mi satanás, la Biblia dice: "solo al Señor tu Dios adorarás y solo a él servirás"». 

Jesús tenía claras sus convicciones, tenía claro lo que debía hacer y sabía cuál era su propósito de vida, a él satanás no podía engañarlo porque tenía su mirada fija en la meta. Lo que me llama la atención es que el diablo le haya querido ofrecer los países, sus riquezas y su poder. Es decir, él es el dueño de todas estas cosas materiales que existen en el mundo y viene a ofrecernos todo. Llevándolo a nuestra realidad, no está muy apartado de la verdad, de hecho, si viene él a ofrecernos todo lo que le ofreció a Jesús sumado a la fama y la fortuna, es una oferta difícil de rechazar. La única forma es desarrollar bien nuestros objetivos de vida y tener nuestras miradas fijas en esa meta, que no nos distraiga ni aparte nada de esa visión.

Para Jesús, esa visión era agradar a su Papá, él hacía y estaba dispuesto a hacer todo lo que fuera necesario para agradarle y hacerle sonreír. Él creció y desarrolló sus dones y talentos para cumplir esa visión que tenía y no podía permitir que nada ni nadie lo aparte de esa meta. De eso se trata la fe, es creer con todo tu ser, en este caso, Jesús creía (tenía fe) en su visión y actuaba de tal manera que nada podía desenfocarlo. Los creyentes de hoy en día solo hablan mucho, pero no creen verdaderamente lo que dicen, no tienen verdadera fe porque la fe implica movimiento y acción. Tus sueños no pueden cumplirse mágicamente solo porque así lo deseas, sino que debes empezar a elaborar un plan y a ejecutarlo para cumplirlos y creer en todo momento que eso va a suceder.



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En el texto hay: dios, motivacion, libro cristiano

Editado: 26.10.2019

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