Quizás te sorprenderá saber que Dios es alguien que tiene una personalidad, que puede sonreír, puede enojarse, puede entristecerse, entre más cosas, pues nosotros fuimos hechos a imagen y semejanza de Él por tanto, Él también tiene emociones y puede sentir, pero no es emocional como nosotros. A través de la historia, podemos conocer un poco mejor a Dios, como Él amaba tanto a su pueblo Israel y los sacó de esclavitud, como Él se enojó cuando Adán y Eva le desobedecieron, como Él mató a todas las personas malas en los tiempos de Noé en busca de justicia, como Él sufrió al ver morir a su hijo, etc. Dios es muy parecido a nosotros, obviamente es un ser Superior, es el Rey de todas las cosas y no hay comparación, pero me refiero a que también tiene emociones.
Lo primero que me gustaría aclarar es que Dios si tiene emociones, pero no se guía por sus emociones como muchas personas hoy lo hacemos, es lo más peligroso que podríamos hacer. Dios mismo nos advirtió de los deseos de nuestro corazón, dijo que todo lo malo estaba ahí. Hoy una frase muy conocida por todo el mundo es «haz lo que diga tu corazón» y si eres inexperto estoy seguro que muchas veces te guiaste por lo que decía tu corazón, pero el corazón solo busca su propio bien, lo único que quiere es complacerse a sí mismo a costa de las personas, en el corazón comienzan la envidia, el rencor, el odio y sobre todo la raíz de todos los males: el orgullo.
¡No hagas lo que te dice tu corazón! si quieres obedecer a alguien y ser guiado por alguien, la mejor opción es Dios, Él tiene los mejores planes para cada uno de nosotros y como es Dios sobre todo y sobre todos sus planes siempre se cumplen, podemos confiar en Él porque llegó hasta el final para ganar nuestra confianza, dejó su trono y dejó la vida de gobernador y Rey y se convirtió en el servidor de todos. Imagínate que una vez le lavó los pies a sus discípulos (trabajo que solo los esclavos hacían). Jesús como vimos antes, también fue tentado al igual que nosotros en los tres niveles: cuerpo, alma y espíritu, pero nunca cedió y demostró que Él puede vencer la tentación, nosotros solos no podemos lograrlo, pero podemos poner toda nuestra confianza en Jesús y Él irá con nosotros.
Habiendo aclarado esto, veamos un poco de la personalidad de Dios. A lo largo de la historia escrita en la Biblia, se nos presenta a un Dios que en el antiguo testamento tiene una relación directa con ciertas personas a las que les habla audiblemente, algunos ejemplos son Moisés, Noé, David, Isaías, Jeremías, entre otros. De estas conversaciones surge un poco de la personalidad de Dios y por esta razón mediante la Biblia es que podemos conocerlo más y relacionarnos con Él, es el medio más perfecto de comenzar a conocerlo y saber qué es lo que hay en su corazón.
Les dejo eso de tarea para que averigüen por ustedes mismos estas conversaciones. También hay otra forma de conocer la personalidad de Dios y es a través de los nombres que tiene para cada momento o etapa de la historia y las vidas de las personas: El primero es Creador, ya que Él fue quien creó los cielos, la tierra y todo lo que existe incluyéndonos a nosotros los humanos, las personas; otro nombre es Proveedor, cuando se relacionó con Abraham e Isaac, Abraham dijo Dios es nuestro proveedor, no tenemos que preocuparnos; También se lo conoce como el Rey porque Él decide qué hacer con el mundo y las personas, en sus manos tiene el poder y el futuro de nosotros, nuestro destino y también sabe lo que es mejor para nosotros; hay varios nombres más, pero para ir al punto creo que uno de los nombres más importantes es Abba Padre, lo cual simplemente significa Papito o Papá de una forma cariñosa, imagínense que Él puede ser nuestro Papá, yo siempre dije... cómo nos relacionamos con nuestros papás terrenales refleja en su mayoría nuestra relación con Dios y ahí está el problema porque en el mundo de ahora muchas personas ni conocen a sus papás así que no saben cómo es tener una relación de padre e hijo, vivimos en una sociedad donde las mamás son mucho más importantes que los papás y no digo que esté mal, sólo que sería bueno aprender cómo es una relación bonita con un Papá y quizás sea el caso de muchos de ustedes que se llevan pésimo con sus papás, que no los conocen, que solamente les gritan, que los golpeaban, que pareciera que no le importaran, no sé cuál sea su situación, pero Dios no es así... Él es un Papá perfecto que siempre va a desear lo mejor para sus hijos y un Papá que no importa lo que hagas Él seguirá sintiendo amor hacia ti aunque lo defraudes una y otra vez, eso no significa que no habrá consecuencias o disciplina, pero me refiero a que no hay nada que nosotros hagamos para que Él nos ame más, ni nada que hagamos para que nos ame menos, Dios simplemente nos ama y nunca se cansa de amarnos.
Una parte de la Biblia mostrando la paternidad de Dios dice: si ustedes siendo padres malos, pecadores e imperfectos saben dar buenas cosas a sus hijos, cuanto más les dará su Padre celestial bueno, amoroso y perfecto. Cuando nosotros somos adoptados por Dios nuestra vida da un giro completo, yo siempre recuerdo en que situación me encontró Él, yo no tenía una vida mala, pero desde pequeño sentía rechazo por parte de las personas, siempre tuve problemas de autoestima, de no creerme capaz de hacer geniales cosas, siempre pensaba que otras personas lo podían hacer mejor que yo y si, tal vez eso sea cierto, que haya personas más capaces que nosotros, pero saben, lo que me cambió la manera de ver las cosas fue saber que Dios me ama tal y como soy, que a Él le gustó mi corazón y me escogió desde antes de nacer para ser su hijo, muchas personas tienen esa oportunidad y algunas lo rechazan, algunas piensan que no lo necesitan, pero desde que me presentaron a Dios y a Jesús lo acepté de manera rápida porque me impresionó que alguien perfecto que era Rey de todo el universo sacrificara a lo más importante que tenía que era Jesús su hijo por alguien como yo... de hecho está en la Biblia, Dios escoge a personas rechazadas, rotas, personas que nadie daba nada por ellos, personas que los demás decían que no tenían futuro, personas comunes y corrientes, con casi nada de talentos para demostrarles a los demás que nos son las personas las que logran cosas grandes, sino que logran cosas grandes porque con ellos esta un Dios grande.