A la mañana siguiente cuando desperté baje y me senté en la sala por un rato pero me aburrí y entonces subí escaleras arriba y toque en la habitación de Santiago- Santiago –dije en un susurro- toque tres veces la puerta y cuando no contesto gire la perilla de la puerta para ver si estaba abierta y si lo estaba, entre y lo mire dormir tenía la sabanas hasta la cintura y de ahí para arriba descubierto, tampoco llevaba una camiseta, solo piel desnuda, se veía tan quieto, calmado y su respiración lenta, totalmente apacible, me quede observándolo, sentí una presión en el pecho como si quisiera que nada irrumpiera ese momento, jamás vi dormir a nadie antes, los ángeles no necesitan dormir, se retorció un poco pero no se despertó, me levante para salir de ahí, de pronto sentí que invadía esa privacidad que parecía tener en ese momento a pesar de que no quería dejar de mirarlo, cuando me levante sin darme cuenta golpee la lámpara que estaba en su mesita al lado de la cama e hizo un ruido bastante fuerte, él se despertó de inmediato e intercalo miradas entre la lámpara en el piso y yo.
¿Qué pasa? ¿Todo está bien? –me pregunto, ahora todo signo de calma en su rostro se había esfumado
Eh, no pasa nada yo solo, solo quería preguntarte qué harías hoy, es que estaba abajo y me aburrí y tu puerta estaba abierta entonces entre pero no, no pasa nada –le hable tan rápido que hasta a mí me sorprendió la manera en que las palabras salieron de mi boca
Espera... ¿cuánto tiempo llevas aquí? –me pregunto sentándose en la orilla de su cama
Como media hora –más o menos eso es lo que calculaba
¡¡¡ ¿Qué?!!! –Soltó un pequeño grito- ¿¿¿porque??? ¿¿Estabas viéndome dormir??
Si, te ves muy calmado cuando estas durmiendo –eso es lo que de verdad pensaba, no estaba mal que lo dijera ¿o sí?
Oye... es raro, ¿eres tú una pervertida? –dijo entrecerrando los ojos
¿Qué? ¿Porque eso es ser pervertida? –eso no lo era ¿cierto?
Me mirabas mientras yo no lo sabía, ¡Planeabas solo salir y no decir nada! –me dijo
Pero no pretendía hacer nada raro, solo te miraba dormir –le explique pero comenzaba a enojarme su acusación
Bueno a mí me parece raro... -me soltó de una, pero yo me cruce de brazo y mire a otro lado, de reojo mire que sonrió, que es lo ¿que ese chico estaba pensando? Mi estómago hizo ruido de nuevo como ayer, aun no me acostumbraba a este cuerpo humano con tantas necesidades
Vaya la pervertida tiene hambre –dijo y rio
No soy pervertida –exclame
Si me dejas VESTIRME iré a ver que hay para desayunar –hasta ahora no me había percatado de que no llevaba pantalones solo un pequeño short, a él no parecía importarle mucho eso, cuando caí en abrí más los ojos y me di la vuelta para luego salir corriendo, que incomodo momento. Abajo mientras estaba en la cocina tomando un vaso de agua después de eso, me mire en un pequeño espejo que estaba colgado en la pared mi cara estaba con manchas rojas en las mejillas, ahora me parecía a Santiago, pero que cosa tan extraña. El desayuno paso normal, platicamos del clima y cosas triviales.
Oye hoy te dejare sola en casa, tengo que volver a la universidad, ya que no me suspendieron necesito aprovechar todo lo que pueda de estas clases solo me quedan tres semanas para las vacaciones –explicó Santiago
Está bien, pero ¿porque es tan importante la universidad? –pregunte
Eh, bueno ¿Qué tu no ibas a la universidad? –pregunto
En realidad no sé qué es... –dije, esperaba tener una mejor excusa pero nada se me ocurría
¿Te tenían encerrada en un sótano o algo así? –pregunto Santiago con un tono divertido
¿Qué? ¡No! –respondí
Bueno, en realidad la universidad es donde aprendes a hacer lo que harás por el resto de tu vida, ya sabes si quieres ser abogado o doctor, o tal vez veterinario–dijo
¿Y tú qué quieres ser? –pregunte curiosa
Bueno voy a la facultad de artes, me gusta la pintura –el brillo en sus ojos aumento
Pintas desde muy joven, ¿no es así? –le dije sin pensar
¿Eh? ¿Cómo adivinaste eso? –me pegunto pero no supe que responder de pronto fue como si hubiera visto un flashazo de su vida, fue extraño
La rareza aumenta a un nivel más cada día contigo, tal vez empieza a darme miedo –pero su cara no expresaba esa emoción
Mientes –dije y le sonreí
Me agradas a pesar de todo –me dijo, sus pupilas se agrandaron
También me agradas Santiago –no sabía como pero así era, el me parecía fascinante
Creo que podríamos ser buenos amigos –me dijo
¿Amigos? –pregunte
Si, a menos que tú no quieras –expreso más desanimado
Si quiero –jamás había llamado a nadie amigo, mi mente era un caos y un sentimiento broto de mi como si me dijera que muy en el fondo si entendía el significado, pero no lograba recordar si alguna vez tuve a alguien cercano o no
¡De acuerdo, ahora somos amigos! –sonrió de manera amplia, podía ver sus dientes bien alineados y blancos
Jamás eh tenido amigos –dije sonriendo
Eso no suena muy bien –su cara se entristeció
¿Es malo? –pregunte por su repentino cambio
No siempre –dijo melancólico- aveces es doloroso tenerlos
Suena como si algo malo te hubiera sucedido –fue más una afirmación de mi parte, era como si sintiera su dolor ardiendo dentro de mi e internamente me enoje por ello, por el hecho de que alguien lo hubiera herido tan profundamente
Ah... bueno la vida no suele ser un camino sobre rosas ¿no es así? –me dije aun con ese tono tan triste
No, no lo es pero en consecuencia de actos desgraciados, la persona que eres en la actualidad es aún mejor que la del ayer –le recite lo que decía siempre mi superior, recordaba esas cosas de cuando estaba aún aprendiendo
Vaya eso es de verdad alentador, parece sacado de un libro –sonrió
Es algo que me repetía constantemente, aveces uno llega a sentirse desgraciado y alejado de la mano de alguien en quien confiar –alguna vez había llegado a sentirme así, sintiendo que vagaba sola aun con tanta gente alrededor