Capítulo 74

Era un cobarde.

No había nada más que decir.

No tenía valor para ir al hospital y ver a Songi postrada en aquella cama.

Fue por mí por quién pasó todas estas cosas fue mi culpa llegar a este punto.

En este momento, mi único deseo era volver atrás, cambiar las agujas del reloj y la fecha que se posaba en el calendario.

Aunque no lo dijeran con palabras en el momento en el que el doctor nos contó la situación de Songi....

Ya me lo dijo Yoongi.

Ya me lo dijo Hoseok.

Solo con la mirada era más que obvio que se aguantaban las ganas de gritarme. De decirme todo lo que pasaba por sus cabezas.

Pero ellos eran mucho mejor que yo, por eso aguantaron. Apretaron sus puños y mordieron su lengua para no pagarla conmigo, aunque me lo mereciera.

Solo con aquella acción supe que me querían, que malinterpreté las cosas.

- ¿Por qué Tae? ¿Qué pasó? – habló Hoseok una vez nos conseguimos calmar tras la noticia dada por el doctor.

- Taehyung… - empecé a tartamudear, no sé si sería capaz de hablar tanto delante de ellos, pero debía de hacerlo. – La…mont…montaña rusa… - hacía todo mi esfuerzo tanto por no llorar como por hablar y poder decirlo todo – D…después de las f…fotos…la avalancha de…gente me pilló….corrí….corrí….y Taehyung se perdió…. S…Songi siguió a Taehyung….y le agarró fuerte de las m….muñecas – Las mostré. Estas estaban rojas con tonos morados del forcejeo que tuvimos. Hoseok se apresuró en coger mi muñeca derecha y observarla con asombro.

- Es verdad, Yoongi, mira sus muñecas – el nombrado se acercó y lo comprobó con sus propios ojos.

- L…luego Songi….Songi le dijo a Taehyung….que…que es escoria….que ni ella, ni Hoseok, ni Yoongi quieren a Taehyung…que solo era alguien odiado….todos odian a Taehyung…. – lloré. Y me dio igual. – A Taehyung….le costó escapar….pero lo hizo….T….Taehyung….Taehyung….

No podía hablar más. Y menos aún al notar los brazos de Hoseok enterrarme en ellos.

- Songi nunca pudo hacer nada de eso – las palabras de Hoseok llegaban a mi corazón – Ninguno de nosotros tres te odia. Al contrario, eres parte de nosotros, de nuestra familia.

Aquello hizo que no pudiera parar de llorar durante mucho rato.

- Pero descubriré quién fue la maldita persona que hizo semejante estupidez… - Yoongi, en un intento por desahogarse, golpeó la pared con tanta fuerza que su puño empezó a sangrar.

Y me asusté.

Pero a Yoongi le dio igual su herida.

Por suerte era leve.

El tiempo pasa. Y nuestra paciencia se agota.

Al igual que los días de Songi.

¡Hasta aquí este capítulo!

Espero que lo hayáis disfrutado muchísimo!

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AUTORA DE: Kaori, la esfera mágica.

EDITORIAL: Ediciones Arcanas.

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