- No hay nada que se pueda hacer – dijo aquel señor de barba larga y sombrero. – La suerte está echada.
- ¿Qué? – dije sin poder creerme lo que escuchaba. – No es posible, debe de haber un error, señor doctor.
- En este tipo de situaciones, es normal que el paciente lo niegue a toda costa, pero debemos de ser firmes y, sobre todo, fuertes. Esto no puede hundirte. Tienes otra hija a la que cuidar.
- No puede ser… - el corazón se me iba a salir por la boca – Mis gemelas…¿qué habéis hecho? ¡Yo quería que adoptaran a las dos juntas! – dije enfadada.
- No fue nuestra culpa, señora, adoptar a dos niñas a la vez, sobre todo con la crisis económica que está azotando el país actualmente. Ahora la familia adoptiva cuidará muy bien de su otra hija, no deben preocuparse de nada.
- No…pero…¿no pueden hacer nada?
- Una vez los trámites se realizan con la familia adoptiva, ya no hay marcha atrás, pues disteis vuestro consentimiento hace unos pocos meses. Igualmente, esto son temas que deben de hablar con las autoridades, yo solo soy un doctor que siguió las reglas y el protocolo que tenemos con adopciones. Lo siento mucho.
Las lágrimas comenzaban a inundar mi cara. ¿Por qué habíamos hecho eso? Encima…iban a separar a nuestras hijas.
Por supuesto que quería darlas en adopción, no podía encargarme de ellas, ni quería hacerlo. Son fruto de un error. Pero tampoco quería que las hermanas terminaran separadas.
No sabía que hacer con todo este tema, estaba empezando a abrumarme. ¿Hacerme cargo de una hija? ¿Yo? No es posible, no puedo hacer eso. No soy precisamente una jovenzuela, pero odio a los niños. Además, tampoco sé nada del padre, fue cosa de una noche, un chico que conocí en la fiesta de una amiga.
Horas después, me dieron el alta junto con mi hija. La hija a la que no adoptaron.
Nada más dar a luz ayer por la tarde, los padres adoptivos fueron avisados por el centro médico. Tras realizar los trámites que se deben de hacer en el hospital, se llevaron a una de las niñas. He de decir que los padres eran personas muy simpáticas y agradables, sabía que la niña se quedaba en buenísimas manos. Pero ahora no tenía ni idea de qué hacer con la otra.
Fui hasta la salida y allí me encontré con mi pareja actual.
- Hola cariño, ¿qué tal todo? – dijo a la vez que me daba un beso. Pero la sonrisa se le borró al ver el bebé. - ¿Y esa niña?
Yo negué con la cabeza mientras las lágrimas volvían a mi cara.
- No la quieren. Solo quieren adoptar a una.
- ¿Qué? ¿Y ella?
- En principio…es mi responsabilidad.
- Nuestra – dijo dándome un abrazo – Si no conseguimos que la adopten, tenemos que encargarnos de ella. Sé que ninguno de los dos quiere hijos, pero ya está hecho, no nos queda de otra.
Tuve mucha suerte de encontrar a alguien como él y, más aún, estando embarazada en el momento en el que nos conocimos.
Pero ahora teníamos un objetivo en común: criar a un bebé.
¡Hasta aquí este capítulo!
Espero que lo hayáis disfrutado muchísimo!
Mil gracias por el apoyo~
Instagram: letras_de_marisabel
Youtube - Suichi Lyna (+11.100)
TikTok - suichilyna (+35.500)
SPAM:
AUTORA DE: Kaori, la esfera mágica.
EDITORIAL: Ediciones Arcanas.
*Si quieres un ejemplar, háblame por mensaje directo, comentario o al email sagakaorii@gmail.com *
♡¡Hasta pronto!♡