꧁ Prólogo ꧂

Ella desde pequeña siempre supo lo quería ser, quería ser una monja para servirle al señor y brindar su ayuda a los más necesitados, por ello empezó su noviciado a temprana edad.

Su objetivo era firme y no hubo poder humano que la hiciera cambiar de opinión.

¿Pero qué pasa cuando un hombre aparece en su campo de visión ¡SEMI DESNUDO!? Eso no es tan malo, lo malo es que no puede dejar de mirarlo por más que quiera, de repente da un paso en falso y termina de rodillas ante él y las manos unidas como si le estuvieras suplicando.

 Él para su familia era el hijo perdedor, cuando llegó a cierta edad tenía un solo propósito ser un gran empresario y lo logró, hoy a sus treinta cinco años es dueño de la cadena más grande de frío, además de ello es biólogo ambiental.

Su vida no ha sido la más perfecta, ha tenido muchas relaciones pasajeras como todo hombre, hace dos años conoció a la mujer que según para él era la indicada y la amaba con locura, el día de su boda no solo se enteró que ella le era infiel, si no que su futura esposa esperaba un hijo de su amante, que no era nada más y nada menos que su propio hermano.

Ese día no solo quedó plantado en el altar y sino que recibió un vídeo de la feliz pareja dándole la noticia, lo único que se le ocurrió hacer fue marcharse, se fue a un pueblito apartado dónde estaría en paz y lejos de todo.

Lo que no se imaginó fue conocer a una monjita con carita de ángel y su deseo fue hacerla caer en tentación, tenía muchas ganas de llevarla y quemarla en su infierno, no solo por lo que ella provocaba en él, si no por lo testaruda que era, deseaba castigarla como nunca lo había hecho con nadie.

Ella se convirtió en su blanco y la haría caer, para ella, él era un hombre hecho demonio y no caería en tentación...

Siempre supe lo que quería ser con mi vida, quería servirle a Dios, desde pequeña sentí ese deseo de entregarme a él, en cuanto cumplí mis quince años me consagré en el noviciado de mi ciudad, a mis veintitrés años me mandaron a un pueblo pequeño donde conocí al demonio en cuerpo de hombre, nunca había visto un hombre como él.

Caí en el pecado por él y me quemé en su infierno, me arrepiento, pues la verdad no porque yo sola me metí en esto y caí directo a sus pies.

Él es fuego y pues yo soy un corderito que quería ser rostizado, me sumí en su mirada color cielo y la olla de la tentación.

Su cuerpo es deseo y la lujuria me invitaba a pecar, por más rezos que hice no pude escapar de él.

Tenía que tomar una decisión muy difícil, en sí lo era, tenía que elegir entre ser monja y servir a la obra de Dios o el amor de un hombre y compartir mi vida con él.

Me encontraba entre la espada y la pared, ya que ser monja era mi sueño, a decir verdad mi más grande anhelo, pero él apareció en mi camino a cambiarlo todo.

El día que lo conocí me encontraba en el pueblo cerca del convento, faltaba poco para ser una monja y poder consagrarme totalmente al señor, después de llevar comida a los más necesitados y atender algunos enfermos fui al arroyo por un poco de agua, ya que tener agua en casa era un lujo en este lugar, por ello fue que decidí ir a ese pueblo hacer mi última misión como novicia. Pero fue mala idea porque ahí estaba él…

Quieres saber más, ven y adentrarte a esta historia.