La tentación de la novicia

꧁CAPÍTULO 3꧂

☆꧁༺✿Insinuaciones ✿༻꧂☆

 

Noah Hopper.

 

 Toda mi vida fui marginado por mi familia, cuando crecí tenía un solo propósito ser un gran empresario y lo logré, hoy a mis treinta cinco años soy dueño de la cadena más grande de frío, además de ello soy biólogo ambiental. En resumen, mi vida no ha sido fácil, pero estuve un abuelo que me apoyo en todo y fue el primero en ayudarme en crear mi empresa.

 

Mi vida no ha sido la más perfecta, he tenido muchas relaciones pasajeras como todo hombre, hace dos años pensé conocer el amor de vida con la que pensé compartir todo en este mundo, le pedí matrimonio, pero la muy descarada se entendía muy bien con mi hermano, claro que no me entere hasta el día de nuestra boda en la que ellos me enviaron un video presumiendo su amor y el fruto de este, al sentir tanta humillación quise alejarme de todos ellos y tome la decisión de irme algún lugar remoto, llegue a ese pueblito apartado donde estaría en paz y lejos de todo.

 

Lo que no imaginé fue conocer a una monjita con carita de ángel y cuerpo de pecado, tal vez dirán cómo lo sabes si esa sotana que utilizan no deja ver nada, yo solo con tocarla y sostenerla en mis brazos lo supe y lo corroboré cuando la vi por primera vez sin su hábito, ese día casi muero de un infarto, tenía muchas ganas de llevarla y quemarla en mi infierno, no solo por lo que ella provocaba en mí, si no por lo testaruda y entrona, deseaba castigarla como nunca lo había hecho con nadie.

 

El día que la conocí en el arroyo sentí su mirada, para no asustarla decidí ignorarla, pero esa mirada sobre mí pesaba mucho que no pude contenerme más giré hacia ella, no sé qué fue lo que provocó que ella cayera y rodará por la pendiente, la pobre quedó de rodillas ante mí y con sus manos unidas, me sentí como un todo poderoso delante de ella.

 

Solo con tocarla provocó algo en mí, era una sensación que me empujaba a sentirla además con su gimoteo provocó que mi tercer pie se despertara. Mentalmente me decía una y otra vez que era una religiosa y no podía sentir aquello, pero el cuerpo no sabe de hábitos, religiones ni nada que se le parezca, su pie estaba lastimado y lo más sensato era llevarla al convento.

 

Me vestí y la tome en brazo, aunque ella refutó, pero no soy de recibir un no por respuesta, la llevaría sí o sí y así lo hice, la dejé en la puerta del convento con una que otra mentira, pero no iba decir que se había lastimado por estar mirándome, aún no me convenía que la echaran del convento, si planeaba sacarla de ahí, pero antes tenía que ganarme su confianza, cariño y tal vez su amor.

 

Después de explicarle a la madre superiora de cómo la encontré me despedí y me fui a la cabaña que ocupaba, su nombre no dejaba de resonar en mi cabeza y los recuerdos de mi mano en su cintura y sotana pegada a su cuerpo no me dejaban en paz, así que dos días después fui a verla, pero ella aún estaba incapacitada, no me quedo de otra que regresar, al día siguiente fui, pero nada y al cuarto día que fui me dijeron que estaba ocupada con los animales, idee un plan perfecto para estar cerca de ella, así que pedí hablar con él padre Benjamín.

 

De inmediato fui anunciado con él ya que lo conozco de hace unos años que vine hacer unas pruebas de agua.

 

—Hermano que alegría verte —dije dándole un abrazo.

 

—A mí también me da gusto verte Hopper, ¿qué haces por acá?

 

—Solo quise alejarme del escándalo que se armó, gracias a mi querido hermanito y mi ex prometida.

 

—Cuanto lo siento.

 

—No es para tanto ya lo superé, dime no tendrás algún trabajo para mí, quisiera ocupar mi tiempo libre en algo —Sonrío.

 

—Tengo algo sí, pero no creo que sea para ti.

 

—¿Cómo que dime? creo que podré con ello.

 

—¿Seguro? —Asiento. —Ya que insistes podrías ayudarle a Sor Clary, en la pequeña granja que tenemos.

 

—Sor Clary, se me hace conocido ese nombre.

 

—Debería, fue la novicia a la que ayudaste en el arroyo.

 

—Ya la recuerdo —Me hice un poco el desentendido. —Será un honor ayudarle con los animales, tal vez me ayude a encontrar mi camino también.

 

—¿Qué camino es ese Noah?

 

—No se cual quiere que siga el señor, solo él tiene la decisión.

 

—Qué dios te acompañe —Iba voltear todos los santos de ser preciso.

 

—¿Cuándo empiezo? Puedo hoy mismo, ¿dónde está la monjita? Llámala para empezar a recoger huevos o tal vez desempolvar los corrales.

 

—Ella debe estar en la clínica ayudando al doctor, y si no está ahí tal vez esté en el pueblo ayudando a la maestra —Esa era información muy valiosa ya que en cualquier de esos lugares podría aparecer.

 

Me despedí con el pretexto de ir a cambiarme. Sé qué no le fui indiferente a la monjita porque si así fuese ella se hubiera ido en cuanto me vio dándome el baño, además no creo que una monja tiemble ante el tacto masculino, y ella despertó algo en mí que me da miedo sacar a la luz, nunca he sentido el deseo de castigar a alguien y ella lo ha provocado en mí, siento el deseo de ver que es lo que esconde tras esa sotana, lo que toque ese día no debe ser escondido es más debe ser admirado por mí claro está, si logro hacer que la monja deje su noviciado la convierto en mi mujer y esposa.

 

—Estás divagando Noah.

 

Camine de vuelta al pequeño pueblo donde la buscaría en alguno de esos lugares mencionados y tampoco era como si estuviera buscando una aguja en algún pajal, y de pronto la vi, camine hacia ella al parecer no me había visto.

 

Cruce a su dirección, hasta que ella choco contra mí cuerpo, pase mi mano por su cintura sintiéndolo estremecerse, después de todo su cuerpo sigue sintiendo.



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En el texto hay: amor imposible, millonario, novicia

Editado: 20.04.2024

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