La tierra Antigua

La Guerra de los Mundos Bajos (parte 7: La guerra de los mundos bajos 2)

A lo largo de su vista Jeremy podía contemplar el numeroso ejército de Mark, la caminata uniforme y los gritos de guerra, las armas y catapultas para destruir todo a su paso.

- ¡Este es nuestro momento de triunfar soldados!

Detendrían su paso a unos 10 metros del reino de Karl, todos en el reino de Karl ya estaban preparados para el ataque, los niños y mujeres se encontraban ocultos, el centro y hogares se encontraban completamente vacío, encima de la entrada reforzada con tablas se encontraban los arqueros encima esperando por el ataque.

Jeremy se encontraba con su armadura plateada, el casco en la mano derecha llevando doble sables en la cintura y su escudo del reino, la pechera con la imagen del trigo y el escudo con la imagen del sol. Todos están preparados, el viento sopla por encima de su cabello, las piernas les temblaban, el sudor cubría su frente, a Jeremy le temblaba la mano mientras sostenía su casco, los soldados de Mark empezarían con el paso, pasos lentos e inseguros, todos encima de la entrada los contemplaban mientras poco a poco avanzaban con mayor prisa, empezarían a correr y soltar 5 piedras de sus catapultas, Jeremy se colocaría su casco con suavidad mientras tomaba un pequeño respiro.

- Mmmm…. fuishhh…. – terminaría por colocarse el casco y dar su respiro – Padre… guíame en medio de esto, no te fallare… ¡No fallaremos! – en conjunto todos gritarían alzando sus espadas y arcos. Las rocas caerían por encima del centro del comercio y llevándose partes del castillo.

Los arqueros procederían a disparar a todo el cielo, disparando un alrededor de 300 flechas que solo 150 caerían sobre el objetivo, los soldados de Mark lanzarían rocas hacia los arqueros mientras los pesados se lanzaban hacia la puerta de entrada, logrando romperla, pero se darían cuenta que en el interior de la puerta se encontraba el resto de los soldados y adultos de Karl, uno atacando con una lanza por medio del hueco clavándolo en el ojo de uno de los soldados, pero el reino de Mark traían una gran ventaja, el ultimo hechicero de la tierra antigua, rápidamente colocaría las manos en el suelo susurrando “Summone monstrual gradu duo” invocando desde la tierra golems de tierra de 2 metros de altura y de gran grosor, saldrían corriendo hacia la entrada llevándose a su paso los soldados que lo defendían

- ¡Mierda! – Jeremy miraría a Ken y ambos bajarían encima de los golems, Ken usaría su Kunk de hielo para atravesar el golem y Jeremy evitaría sus golpes hasta cortarle la cabeza. Luego de eso dos piedras caerían encima de la entrada llevándose soldados también.

Se darían cuenta del paso de los soldados intentando entrar, pero cubrirían la entrada con sus escudos tapando por completo y librando un combate de empujes contra los de Mark, los soldados sufrirían con el empujen, pero Ken se daría cuenta que los soldados empezaban a subirse por la entrada.

- Esto va mal… - Ken subiría mientras Jeremy atacaba desde lo lejos con las lanzas.

- ¡Vamos! ¡Es muy temprano para rendirnos! – Jeremy empujaría junto a sus soldados y agarraría una lanza clavándole a otro soldado.

Al terminar ese acto una lluvia de flechas se avecinaría por encima de todos, cubriendo la zona con delgadas flechas blancas cayendo sobre uno que otro soldado. Empezarían a invadir por la parte superior de la puerta principal, llegando a caer para pelear una minoría de soldados, pero llegaría la segunda tanda de apedreadas, trayendo consigo una lluvia de flechas, derrumbando la entrada obligando a retroceder a los que cuidaban la entrada.

- Esto no podría empeorar… - Jeremy daría el grito de retroceso y aprovecharían eso para poder abarcar mas espacio en el territorio, pero del suelo se levantarían grandes agujas de hielo, atravesando a la mayoría de los soldados “te debo una…” Jeremy correría los que se avecinaban, en un movimiento rápido cortaría el pecho a uno viendo que otro soldado se le acercaba girando el brazo de modo circular se agacharía cortando la pantorrilla de su pierna izquierda, con su brazo izquierdo se cubriría del rápido ataque del soldado pesado, clavándole la espada en el cuello, antes de ser clavado por tres espadas a la vez un muro de hielo lo salvaría “te debo otra…” los demás ya se acercaban intentando hacer retroceder lo más posibles a los soldados de Karl, se encontraría frente a frente a Mourl, mientras los demás se ocupaban de los soldados el camino estaba hecho. Era su oportunidad.

- Déjenmelo a mí. – Mourl también dirigiría su mirada hacia Jeremy, los que estaban a su lado afirmarían con la cabeza.

Mourl libraría su espada con la mano derecha, mientras sostenía su escudo con la izquierda, ambos correrían hasta chocar sus espadas. Rápidamente darían un salto hacia atrás y Jeremy atacaría de lejos con su espada siendo esquivada fácilmente, contratacando, cortándole la mejilla derecha, pero Jeremy atacaría el pecho haciendo un rasguño a la pechera.

- Rey Jeremy, no llegas a las expectativas que te dan. – Le soltaría esa sonrisa arrogante, buscando descontrolar a Jeremy.

- Oh gran rey Mourl, tu sí llegas a las expectativas que dan los que abandonan tu reino. – Mourl volvería a soltar esa sonrisa junto a un ataque que chocaría con el escudo de Jeremy retrocediendo por el impacto Jeremy atacaría directamente, pero chocando con el escudo de Mourl, Mourl intentaría atacar rápido, pero Jeremy le contratacaría con el escudo atacando el pecho y botándolo con una patada directa al pecho, terminando por colocar la espada en su cuello dejando un pequeño corte.

- ¡Se acabo! – Mourl le sonreía de nuevo mientras lo miraba fijamente a los ojos. – Desperdiciaste tu única oportunidad de matarme. – por el lado izquierdo se le acercaría un soldado teniendo que defenderse rápido perdiendo a Mourl que se escondería detrás de sus soldados, “No esperaba menos de ti” Jeremy dirigiría su mirada hacia todos, antes de que se les acercaran unas agujas de hielo les atravesarían desde el cuello, “Lo tengo bajo control…” Jeremy se acercaría hacia el grupo de 5 soldados todos rodeándolo, rápidamente se le acercaría uno a atacar a lo que lo esquivaría cortándole el tendón, otro se le avecinaría atacando hacia el suelo a lo que solo botaría el ataque con su escudo terminando por clavar su espada en el pecho, agarrando la espada de su rival y clavándosela a la cabeza del anteriormente atacado, pero antes de que reaccionara un león se le lanzaría intentando devorarle la cabeza, pero cogería con sus manos ambos lados de la mandíbula del león usando toda su fuerza para no se devorado mientras que sus soldados salían a ocupar terreno. En medio de su esfuerzo el león seria atravesado, librándolo de ese combate y entregándole su espada.




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