La tierra Antigua

La Guerra de los Mundos Bajos (parte 7: Fin de la guerra)

Disculpe por la inactividad, tal vez este subiendo capítulos un poco atrasados ya que se acerca mi fin de año escolar y son los meses más atareados, pero apenas termine volveré a los capítulos semanales y tal vez les este dando 2 capítulos por semana.

En el paso de los días la alianza entre el reino de Roy y Karl se encontraban a menos de 2 km de llegar al reino de Mark, atravesando el gran rio que cruza desde los campos de Karl hasta las fosas de excrementos y residuos de Mark, habiéndolo atravesado lo único que les separaba de la satisfactoria victoria era esa distancia de tierra y un muro de piedra de solo 20 metros lleno de lanzas para impedir que se llegue a través de una gran escalera o volando, eso decía el rey Kei aunque su gente sabia de las ineficacias de las lanzas lo decidieron dejar ya que no hacia daño a nadie del reino y de vez de cuando alguien caía en la trampa.

(3 días después - Mientras tanto en las campañas de heridos del reino de Karl)

Ken se encontraba en una profunda coma, sus únicos pensamientos iban hacia el honor familiar y su difunto hermano.

– Hermano… debo... ¡VENGARTE! – daría un gran salto asustando a los médicos del entorno.

 – Por favor señor tome reposos… - Suavemente le tocarían el hombro intentando que se eche, pero daría otro salto - ¡No puedo! – intentaría agarrarlo con su brazo izquierdo, pero se daría cuenta que ni lo tenía.

 - ¿Qué le paso a mi brazo…?

 – Lo perdió señor…

Se quedaría mirando a la nada con la mirada baja, “¿Cómo que lo perdí?” era lo único que podía pensar, pero no era capaz de pronunciar de pronunciar esas palabras, luego de analizar la situación solamente se echaría al llanto.

 – Bueno... creo que estarás bien, si se empieza a derramar mucha sangre vienes obligado. – La enfermera miraría a Ken en forma de coqueteo, pero lo único que lograría ver es una mirada perdida y sin vida – Bueno esperemos que eso no pase…, pero si me necesitas… - Ken la miraría con esa mirada de muerto – No te necesitare… - Se daría la vuelta y se iría con su vida arruinada, al menos él pensaba eso.

Ken se quedaría sentado en medio de lo que quedaba del centro de comercio, mirando su brazo derecho, esta vez no llovía, esta vez no iba haber ninguna revelación mágica, el lo sabia porque ya tuvo su revelación mágica algo con lo que miles sueñan y los dos hombres más poderosos tienen.

 – Hey Ken… - Llegaría Isra su amigo de cuando intento postular a la armada – Siento mucho lo de tu brazo… - le entregaría una garra de 1 litro llena de cerveza – Te lo dejo en el piso, pero tienes que beberla. – Se reiría intentando mejorar el entorno que estaba demasiado oscuro para su gusto.

 – Gracias, pero ahora no me apetece beber… además tengo una gran pérdida de sangre así que no quiero tener mas licor que sangre por ahora.

 – Bebe que mañana puede ser el final… - Se bebería la mitad de su garra en 3 tragos eructando enfrente de Ken – Lo siento. – se limpiaría la boca y bajaría la jarra.

 - ¿Cómo que mañana puede ser el final? – Ken pensaba que era otros de sus tontos mensajes, pero algo le decía que no era así.

 - Qué raro que no te hayas enterado… - tomaría otro sorbo de su jarra – Nuestro rey murió… - se terminaría su jarra de un sorbo – Según la información que se tiene Moul lo mato… tal parece que nuestro fin como reino llego. 

Ken se quedo en un completo chok, no reacciono hasta en un minuto que se levanto en medio del parloteo de su amigo y se fue corriendo a su casa.

 – Bueno si no querías la cerveza me lo hubieras dicho… - Agarro la jarra y se la empezó a beber mientras Ken corría a su casa, al llegar a ella se puso a buscar en medio de sus cosas – Estoy seguro de que esta por aquí… - y lo termino encontrando un cuchillo de un gran filo que estaba debajo de una tabla en el piso – Por honor… - Se clavaria el cuchillo en el extremo derecho de su cintura hasta el otro extremo, cometiendo un acto llamado harakiri por los samuráis, pero en este mundo solo es conocido como suicidio. Mas de 300 soldados y 500 personas se suicidaron esa noche.

(3 días antes)

Sa – Diré esto una sola vez… ríndete y reducirás las muertes en tu reino. – Moul se encontraba con su brazo derecho sujetando su sable mientras miraba a Mourl desde lo bajo.

 - ¿Las muertes en mi reino…? – Soltaría carcajadas que se escucharían en todo el territorio - ¡¿Sabes con quien estas hablando?! ¡Soy Mourl Rey de Mark! Estas en mi reino y aun así tienes el atrevimiento de desafiarme… no sé si eres valiente o tono… de todos modos terminaras muriendo. – Subiría su brazo izquierdo que se iluminaba con los rayos de sol, los arqueros que se encontraban encima de la muralla se colocarían en posición de disparar.

 – Solo diré esto una vez… lárguense y tal vez les perdone sus miserables vidas… - Desde lo alto miraría con soberbia a Moul, pero en su interior solo sentía miedo, al final de todo fue capaz de matar a un dios y se encuentra delante suyo amenazando años de historia.

 – Interesante oferta… lamentablemente no soy yo el que se encuentra en frente del filo de la muerte… - Por primera vez en frente de todos Moul soltaría una sonrisa llena de arrogancia, plasmaba el placer de saber lo que pasaría después – Tu solo te has puesto frente a la muerte, yo solo soy su enviado y cumpliré su voluntad.

Mourl bajaría su brazo dando la señal de disparar y así fue, miles de flechas frente a la alianza de Roy y Karl, rápidamente Moul levantaría su brazo soltando una gran barrera de fuego quemando cada flecha que intentaba avanzar.

 – ¿Eso es todo? – Todos se quedaron abrumados del gran poder de Moul, capaz de detener una lluvia de flechas, se acercaría al portón que por dentro estaba siendo custodiado por soldados, pondría su mano en ella y con leve empujón haría volar el portón junto a soldados de a 3 metros de ella.




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