La travesía de un primer amor

Capitulo 3

Ya pasaron varios días, casi dos semanas. Fui a buscar trabajo porque no quería estar sin hacer “nada” en la casa. Mientras no trabajaba cuidaba a las mascotas y salía a buscar animales para darles de comer un poco y cuidarlos. Para muchas personas lo que hacíamos Lessly y yo era algo malo, no porque estuviera mal ayudar, decían que lo hacíamos para obtener reconocimiento. Era triste ver eso, pero al paso del tiempo, tanto a mi amiga como a mí nos importó cada vez menos.

Cuando fui a varios hoteles y restaurantes a buscar trabajo nadie me lo quiso dar debido a mi ansiedad y sabían que estar en un ambiente así me iba a causar más daño que alegría. En Europa no sufrí de este rechazo porque lo tenía controlado y en los lugares donde trabaje tenia responsabilidades un poco fáciles que no me causaban tanto estrés. Cuando trabaje en el restaurante, junto a Tomás, renuncie pronto debido a mi estrés y que la ansiedad estaba siendo cada vez más fuerte. En el hotel fue más sencillo y el ser sous chef fue relajante.

Al parecer el tener ansiedad está siendo muy complicado, gracias a eso, mucha gente cree que me voy a volver loca y que no soportare la presión de trabajar en cocina. Me ofrecían trabajo en otras áreas, en esos lugares no iba a tener tantos problemas y mi éxito podría estar asegurado. Creo que desde siempre fui muy terca, en cuanto me decían que no tenía el puesto en cocina yo me levantaba y me retiraba. Varias veces me detuvieron y dijeron que me ofrecían otro puesto y yo siempre les respondía lo mismo.

“si hoy me rindo y permito que personas como ustedes decidan qué debo hacer jamás voy a ser feliz”

Me sentía muy empoderada cuando hacia eso, siempre tenía en mente a las personas que más quería. Sé que lo repito mucho, pero no miento cuando digo, ellas me apoyaron y han alentado a que no quite el dedo del renglón. También tengo en mente a todos los profesores y familiares que han menos preciado por elegir esta carrera y este camino. Quiero demostrarles que luchando puedes conseguir lo que quieras, también quiero demostrarles que estaban equivocados al decir que solo dedicándome a ser algo en lo que aparentemente soy buena iba a triunfar.

Ya en la tarde, siempre llegaba con mi amiga y lloraba pues me dolía el no obtener un buen trabajo. Eso hice todos los días que fui a buscar trabajo, el último día que fui fue el peor de todos. Ese día me sentí tan impotente que tuve una nueva crisis y me trataron de hacer dormir. Lessly al estar tan preocupada por mi le llamo a Manuel pero estaba trabajando, le llamo a Eduardo pero estaba con su familia y no pudo asistir, le llamo a Esme pero estaba muy lejos y para no hacerles el cuento largo, ella llamo a casi todos nuestros amigos y ninguno estaba disponible.

Yo no me voy a poner a decir que fueron muy malos por no ayudarme cuando yo siempre estoy ahí, no diré que son malos porque simplemente entiendo sus razones. Lessly no llamo a mi familia porque no quería preocuparlos aún más, ella sabía que esto podría ser algo pasajero o que no pasaría a mayores y por eso solo trato de contactar a amigos que sabía que me podían auxiliar. Así siguió durante casi toda la noche hasta que un amigo le dijo, antes de que ella terminara de hablar, que iba en camino y que llevaría algo para tranquilizarme.

Cuando nuestro amigo llego, yo ya estaba tomándome un medicamento que provoco que me mareara un poco lo cual hizo que no recordara quien fue quien estuvo conmigo esa noche. Solo escuchaba murmuros de gente, yo sabía que era Lessly pero no lograba escuchar al hombre que había llegado. Entre los dos, bueno solo él, me llevaron hasta mi habitación y me acostaron para que se me pasara el efecto de la medicina y ya después dormir.

Mi amiga se fue por algunas cosas a la cocina y me dejo sola con ese misterioso amigo. Cuando por fin logre hablar con él le pregunte “¿de quién eres?” y comencé a reírme, el también soltó una risa pero muy pronto cambio su expresión a una más seria y logro que me sentara para decirme unas cuantas cosas.

—Adriana, ya estuvo bueno de cómo te tratas, que no miras que le haces daño a tu mejor amiga— decía mi amigo mientras me tomaba de las manos— voy a ser directo porque sabes que no me gusta monologar. Bien sabes que yo no espero nada de ti, te lo dije una vez, ya no espero nada porque sé que ya lograste y superaste lo que te tenia estancada y triste. Dejaste de lado todo y luchaste por tus sueños, luchaste por ser chef, no hiciste caso a lo que tus padres te decían. Ahora dime, ¿crees que solo porque no te aceptan en un lugar es mejor renunciar?, esa no es la Adriana de la cual estoy orgulloso, esa no es la Adriana por la cual siempre luche, esa no es la Adriana valiente que un día conocí. No te dejes caer solo porque esto se está volviendo cada vez más difícil. Tu misma lo dijiste, “el camino no va a ser fácil pero la recompensa lo vale”. Mira a tu alrededor y piensa en lo que aún no has cumplido, ¿vas a dejar todo eso por un tropiezo? No sabes cómo me estresa que te pongas así y yo esté tan lejos y no te pueda ayudar, no sabes la impotencia que siento cuando Lessly me dice que tuviste otra crisis. Quisiera siempre estar a tu lado y nunca soltarte, quisiera estar contigo y poder darte una cachetada, si es necesario, solo para que entiendas que aunque sea difícil ya llegaras—




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