La travesía de un primer amor

Capitulo 4

Ya había tomado la decisión de ir a terapia y todas gracias a que Lessly me obligo. Estaba muy preocupada porque nunca había ido a una y eso me ponía nerviosa, Lessly ya había ido y ella ya tenía una idea de cómo trabajaban ese asunto los psicólogos. Cuando hice mi cita para ir con uno, yo pensé que iba a ser una psicóloga y no un hombre pero bueno, igual necesitaba ayuda y bastante al parecer. Pasaron los días y se llegó el día de la cita, de por si yo ya andaba nerviosa y ese día no había comido, eso me puso mucho peor y creo que no fue de mucha ayuda.

Cuando llegue al consultorio me topé con que mi psicólogo era muy joven, bueno, solo me ganaba por 4 años así que supuse entendería más fácil mi situación. Todo comenzó bastante bien y yo me sentía tranquila, o eso fue hasta que llegó la hora de presentarnos.

 

—Hola mucho gusto, mi nombre es Ernesto Luna y voy a ser tu psicólogo— me dijo mientras estaba sentado cerca de un diván— pero anda, siéntate y dime quien eres y que te tiene por aquí—

—Hola doctor, soy Adriana— respondí ante sus preguntas— soy una estudiante de cocina y una persona con muy baja autoestima, vengo aquí porque quiero aprender a olvidar y a dejar atrás lo que en el pasado mucho daño me pudo causar—

—Dime, ¿Cuál es tu mayor problema o por qué dices que quieres olvidar?— volvía a preguntar el doctor— Y por favor llámame Ernesto, quiero que estés en confianza cuando me cuentes todo lo que sientes—

—Creo que mi problema más grande es que no he dejado de querer a mi primer amor— respondí muy rápido— me ha causado varios problemas y tengo algo de miedo, siempre digo que no quiero llegar al momento de odiarlo pero siempre me encuentro con motivos para hacerlo, eso me tiene cada vez peor—

—Ahora dime, ¿Qué fue lo que paso entre ustedes?—seguía preguntándome el psicólogo— dime todo lo malo y todo lo bueno. Cuéntame como te enamoraste de él, cuéntamelo todo—

—Bueno, brevemente le diré, yo me enamore del cuándo íbamos en segundo semestre, lo llegue a considerar mi mejor amigo y el único en quien confiaba. Recuerdo que un día en un “viaje” por parte de la escuela él me pidió perdón y me dijo que volviéramos a ser amigos. Ese día fue de los mejores para mí, luego en un viaje, o visita guiada, como le solían decir él y yo estuvimos mucho tiempo juntos. Poco tiempo después fui notando comportamientos extraños en el, me dejaba de hablar, me ignoraba y era muy indiferente conmigo. Todo lo que hacía me daba a entender que nunca le importe y que no le importaba, claro que eso me dolió y decidí no insistirle porque no quería ese tipo de personas en mi vida— en ese momento el psicólogo comienza a hacer notas y a observarme más detenidamente ya que se nota que quiero comenzar a llorar— uno de esos días yo me quería ir sola pero mi mejor amiga no me dejo y casi me obliga a irme con este chico del que te hablo, bueno, mejor dicho me obligo a irme con él.

Ese mismo día me hice novia de él. Los próximos meses fueron muy bueno y realmente era feliz con él. Era claro que teníamos desacuerdos pero eran de lo más normales. Cuando entramos a cuarto semestre de preparatoria, ahí fue cuando todo se comenzó a ir a la mierda, comenzamos a tener problemas más grandes. En la fiesta de mi cumpleaños se salió sin decir nada y me hizo quedar mal ante mis padres, creo que esa fue una reacción muy normal de él, esa actitud amargo mi cumpleaños y lo hizo uno de los peores cumpleaños. Desde ese momento mis padres comenzaron a ver mal a mi novio debido a que no era del todo bueno conmigo. Ahí fue cuando comencé a justificarle todas sus groserías, se burló de mi sensibilidad ante varias cosas y, aunque se disculpó y yo lo perdone, el jamás se pudo perdonar.

Yo me sentía como una estúpida porque no sabía que estaba haciendo mal, quería saber que le pasaba pero él no me decía muchas cosas. Poco después tuvimos una pelea, que a mi parecer fue la más grave, él me dijo “¿prefieres creerle a él que a mí que soy tu novio?” en ese momento yo quería arreglar las cosas pero el no quiso hablar y me alejo como si no le importara como estaba. Ese día llore demasiado pero lo perdone. Fueron tantas peleas que yo ya no lo podía soportar y un amigo siempre estaba ahí para apoyarme y darme consejos, se llama Jacobo y fue una gran compañía en esos momentos donde tan débil me sentía.

En fin, fueron demasiadas cosas y llegó el momento en que todo debía terminar, ese día no llore tanto como creía pero ya lo veía venir. Recuerdo que le di todo lo que estuvo a mi alcance y él también me lo dio a mí, pero fueron más los momentos en que yo me sentí basura y eso, en definitiva, me hizo romperme por completo. Hasta el día de hoy me pregunto por qué debían terminar las cosas así, quisiera saber porque me odia y porqué ya nunca me pudo hablar como amigos. Hubo un día que me estuvo jaloneando y me lastimo físicamente y yo de tanta impotencia que tenía no pude hacer nada. Me grito que no era necesario que me fuera huyendo que era tonto porque siempre me iba a alcanzar. Eso me hizo sentir como una basura.




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