Estaba confundida a lo lejos escuchaba gritos de desesperación y podía ver a gente corriendo y pidiendo ayuda, trate de saber de qué era o a quien querían ayudar pero no veía nada. Parecía que estaba atada de pies y manos, no podía hacer nada, ni gritar podía. Cuando estuve a punto de decir unas palabras abro los ojos y descubro que estoy en la cama de un hospital, miro alrededor y cuando volteo a verme a mi noto que tengo un brazo roto. Estuve buscando a un médico para preguntar lo que había pasado y como llegue al lugar, a pocos segundos de eso va entrando un médico muy joven a mi parecer. Llame al doctor y le pregunte todo sobre lo que tenía dudas pero el solo me miro y se fue muy apurado.
Al poco tiempo entro Manuel para hablar conmigo y saber que paso pero yo no supe decirle nada porque no sabía que había pasado. Lo último que recordaba era la voz de Jacobo diciéndome que no me fuera y después que yo me fui hacia un lugar muy oscuro y que al no fijarme me atropellaron pero no recuerdo nada más. Manuel dijo que Lessly y mis padres estuvieron en la noche anterior y que Jacobo se acababa de ir porque debía atender la fundación y tenía pendientes en el trabajo. Es extraño como pasó todo, para empezar la persona que me llevo hasta el hospital dejo todos los gatos cubiertos pero no dejo su nombre para poder agradecerle después y dijeron que la persona que me atropello jamás dio la cara.
Manuel y yo creemos que la misma persona que pago todo era la misma que me atropello pero jamás lo sabremos de verdad. Después le pedí a mi amigo que buscara al médico que me estaba atendiendo y él me dijo en tono burlesco que quien me atendió era una mujer, yo le confirme que vi a un hombre cuidándome y que fue quien entro minutos antes que él. Manuel fue a reportarlo a la recepción del hospital pero no lograron identificar quien era, claro que se podía esperar eso del IMSS. Al final del día me dieron de alta y Manuel me llevo a mi casa donde ya me estaban esperando mis familiares y Lessly.
Era de esperarse que me interrogaran sobre mi accidente pero no supe que decir. Todos me advirtieron que debíamos retrasar la inauguración del bar y que mejor me quedara en casa a cuidar a los animales y hacerle compañía a Jacobo en la fundación. A mí no me quedo de otra más que aceptar.
Más tarde me llamaría Eduardo para preguntarme como estoy, si ya me había recuperado en fin, me había hecho una serie de preguntas bastante extrañas y que no entendía por qué las hacía. Cuando estábamos platicando escuche muy a lo lejos la voz de alguien más, de un hombre específicamente, preguntándole o diciéndole lo que él debía decirme a mí. Cuando yo le pregunte a Eduardo quien era el chico que estaba con él me dijo que nadie, parecía estar ocultándome algo pero no sabía qué y el ya no me iba a decir nada.
Ese día, bueno, lo que restaba del día me la pase en cama viendo películas y series en Netflix junto a Krakatoa. Tenía una conexión muy especial con ese perrito, la historia de cómo lo adopte es muy hermosa.
Recuerdo que un día estaba muy triste y salí del lugar donde estaba, me puse a llorar en medio de la carretera y un animalito llego para alegrarme y devolverme la felicidad. Estaba todo sucio y con varias heridas, fue en ese momento que decidí adoptarlo. La historia del nombre es muy simple. Cuando llegue a mi casa Lessly estaba viendo Bob esponja y justo cuando entre estaba la parte de calamar do diciendo “Krakatoa” y por eso le puse así. Ese perro me ha acompañado en las buenas y en las malas, cuando me fui a Francia me sentí triste de dejarlo pero sabía que Lessly lo iba a cuidar muy bien.
Estaba a nada de dormirme cuando entro Lessly con todas las demás mascotas, nuestros gatos (lancelot, Pascal, Napolitano, Cupido, Frosty, Michael y Tulio) y el segundo perro (Juanin). Ahora podrán notar que nuestras mascotas tienen nombres algo raros pero únicos y originales. Ya cuando todos estaban en mi cama nos pusimos a ver cosas en Netflix, era raro ya que los animales solo estaban jugando y ya después se fueron. Ahí fue cuando me di cuenta que ya era feliz con lo poco o mucho que tenía.
Me dormí un poco y como era de esperarse volví a tener un sueño raro, aunque en esta ocasión fueron dos sueños raros. Mi primer sueño raro era con mi primer amor y fue para recordar todas las veces que el enfermaba y yo quería ir a visitarlo. Recuerdo que siempre lo interrogaba hasta saber y estar segura de que ya había tomado su medicamento. También recordaba las veces que yo me enfermaba y el me cuidaba mucho, en una ocasión al salir de la preparatoria me sentí un poco mareada y el me llevo hasta su casa. Ahí el me quito la ropa, porque estaba lloviendo y tenía mi suéter mojado. Cuando me quito el suéter fue a buscar una cobija para cubrirme, su madre me ofreció llevarme al médico y que me quedara ahí hasta que se calmara la lluvia.