La travesía de un primer amor

Capítulo 12

Ya estábamos a nada de entrar al parque y yo me emocionaba cada vez más. En ese momento me di cuenta de que, a pesar de todo el tiempo que paso, ambos seguíamos conservando una promesa que nada pudo romper. Fue muy lindo reconocer que después de tanto tiempo, mi primer amor, conservo su palabra y vino conmigo a visitar el lugar. La travesía que pasamos como pareja fue muy difícil y cuando tratamos de ser amigos no resulto como esperábamos, realmente espero que esta vez lo logremos pues no quisiera perderlo otra vez.

Ya estábamos a, cada vez, menos pasos de entrar al parque. Cuando ya entramos comencé a brincar como una niña chiquita, al voltear vi que mi primer amor me estaba grabando, en ese momento fui corriendo por él. Realmente era muy feliz, era inexplicable que tan emocionada estaba por aquel viaje. Primero fuimos a un puesto de comida y compramos unos churros, aunque no me gustaban sabía que debía comprar uno. Luego fuimos a una tienda llamada “Home” es una tienda donde se pueden encontrar diversos artículos de Disney pero inspirados más que nada en el hogar, había desde artículos de cocina como decorativos. Aquí fue cuando comencé a observar cada detalle de cada elemento, obviamente quería llevarme todo pero tampoco era millonaria, era muy triste pero no llevaba mucho dinero.

Estuvimos como 1 hora en esa tienda y solo compre 4 cosas, había comprado una vajilla de “La bella y la bestia”, una prensa francesa de “Alicia en el país de las maravillas”, unas tazas de mis princesas favoritas y un set de cubiertos de “La sirenita”. Este momento en la tienda fue muy triste, también, porque había visto el termo que quería desde que salió la película de “La bella y la bestia” en 2017 y ya no tenía dinero, aunque ya me había prometido regresar por él. Es uno de los objetos que debía comprar si o si, cuando mi primer amor vio mi expresión de tristeza por no comprarlo me dijo que no debía de preocuparme que él me iba a traer de vuelta para comprarlo.

Al salir de la tienda nos fuimos directamente al castillo para tomarnos la foto típica, cuando estábamos llegando había una pareja muy enamorada. El chico le estaba proponiendo que fuera su esposa, esto resultaba muy común pero no dejaba de ser muy lindo y más si a la chica en cuestión le encanta Disney. Al mirar el resultado me salieron un poco de lágrimas, cuando volteo a ver a mi compañero me dice “Recuerda que cuando alguien te lleve la serenata de Disney, ese día se va a significar que te vas a casar”, cualquiera que hubiera escuchado eso pensaría que esa persona lo va a hacer. Antes yo pensaba eso pero me di cuenta de que jamás iba a ocurrir.

Nos tomamos muchas fotos y videos juntos, más que nada celebrando nuestro reencuentro y recuperación de amistad. Todo el día nos la pasamos más que nada viendo el lugar, en mi caso era conocerlo por primera vez, no nos subimos a ningún juego y eso fue deprimente. Cada vez se hacía más tarde y no habíamos comido nada, decidimos entrar a un restaurante, del cual no recuerdo muy bien el nombre, pero sí sé que tuvimos que esperar como 30 minutos para poder comprar un sándwich aunque estaba delicioso. Toda la tarde el parque fue sensacional, el explicar cada cosa que hicimos sería interminable.

Para las 8 de la tarde ya estábamos muy cansados y decidimos regresar al cuarto del hotel para ver unas películas de Disney, cenar y ponernos al corriente con nuestras vidas. Cuando llegamos todas nuestras compras estaban en la habitación, es una de las ventajas de hospedarse en un hotel en Disney. El hotel en el que estábamos se llama “Disney's Grand Californian Hotel & Spa” que al parecer, y según las criticas generales, es el mejor hotel con inspiración de Disney. Yo claramente estaba fascinada con cada cosa del lugar, en la habitación había un cuadro el cual al presionarlo se encendían unas luces y comenzaba a escucharse una música que incluía canciones de Disney.

Bueno, yo estaba muy cansada y pedimos una cena muy casual para no dormir con el estómago lleno. Lo que habíamos pedido eran unos macarrones con queso, unas limonadas y como postre pedimos unas copas de helado. Antes de que llegara la cena discutimos un poco por saber qué película ver, créanme que después de tanto tiempo estaba muy feliz y el recuperar la amistad fue un gran regalo antes de irme. Poco después comenzamos a hablar en serio sobre lo de Disney.

—Yo digo que deberíamos ver “Cars”— menciono el mientras prendía la televisión— es una de las mejores películas de Pixar—

—Yo quiero ver una de princesas— me había puesto en plan de niña chiquita, fue bastante gracioso ese momento— deberíamos ver “La bella y la bestia” o podríamos ver “La princesa y el sapo”—

—Pues si a esas vamos hay que ver “Mulan” ella si es una gran princesa— defendió con gran ánimo a esa princesa— aparte de ser asiática, ella salvo a un país—




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