La triste Sirena que creyó en el Amor...

Capítulo 4: Este es mi hogar, mi trono y vengo a recuperarlo.

La muerte del príncipe Christian había sido anunciada, Aqua todavía se encontraba en la habitación observando a su víctima, a su joven amado yacido muerto en sus pies, por el puñal que ella misma le clavó. Aqua no hizo nada, mostró ningún tipo de sentimiento; ni lamento ni alegría, nada.
Cuando escuchó a la guardia correr por los pasillos, se asustó. Dos guardias entraron en la habitación y allí vieron a la joven de pies, con el puñal agarrado junto al cuerpo del príncipe Christian.
Los dos soldados rápidamente se lanzaron hacía ella para atraparla, pero Aqua, pudo escapar saltando por la ventana. Por surte cayó encima de la copa de un árbol, y ocultándose entre sus hojas bajó por sus ramas, una vez que llegó al suelo, salió corriendo de allí, dejando atrás el castillo, una vida vivida y un mal recuerdo. 
Corriendo llegó a la costa, se paró en la orilla, echó la vista a su izquierda y en la oscura playa, vio como unos guardias la perseguían, cerró los ojos y le pidió a su abuelo Poseidón que por favor, la perdonase y la dejase volver al mar, entonces una enorme ola llegó hasta la orilla tragándose a la triste Sirena.

Aqua se encontraba en el fondo del mar, de repente sintió un fuerte hormigueo en sus piernas, luego se percató de que no sentía las piernas, no podía moverlas, la joven Sirena estaba extrañada, pero poco tiempo después, vio su cola volver aparecer por debajo de su falda, hacía tiempo que no sonreía con la misma alegría que estaba sonriendo al ver su cola aparecer. Una vez la cola apareció, destrozó el vestido de sirvienta que llevaba y comenzó a nadar hasta el castillo de Tritón...su hogar.

Cuando llegó, desde la lejanía pudo vislumbrar la oscuridad que rodeaba aquel castillo, frunció el ceño y se dirigió hasta allí. Cuando llegó, unas almas atormentadas intentaron evitar que entrase al castillo, pero la joven Sirena no mostró ningún miedo, al contrario, las miró fijamente y dijo.

- No podéis evitar que regrese a mi hogar, mi casa -.

Las almas atormentadas reconocieron a Aqua cómo la legítima reina, pero no podían actuar por su propia voluntad, eran esclavas de Cadavril que servirían eternamente. Las almas atormentadas embistieron contra Aqua, pero la joven Sirena logró esquivar su ataque, comenzó a nadar esquivando a los entes y así, consiguiendo escapar de ellas.

Aqua se encontraba en las puertas del castillo, observándolo detenidamente entonces, escuchó la voz de su tía que la invitaba a pasar. Aqua frunció el ceño y se dirigió al interior del castillo, para encontrarse cara a cara con la maldita que le usurpó su trono, con la Sirena que acabó con la vida de su padre, su tía, Cadavril.

Aqua llegó a la sala del trono, su tía Cadavril la estaba esperando sentada, con una macabra sonrisa mientras acariciaba la cabeza decapitada del Rey Tritón sentada en su cola de Sirena... Aqua no pudo evitar llorar de tristeza al ver aquella escena, el cuerpo de su padre tirado en el suelo, como un desecho mientras su cabeza estaba siendo manoseada por esa maldita Sirena, Aqua le dijo.

- Bruja maldita...suelta a mi padre -.
Cadavril: - Por supuesto querida -, entonces con una carcajada alzó la cabeza de su padre y la tiró como si un trozo de basura fuese.

Aquello desquició a la joven Sirena, ver a su padre, un rey amado y temido, tirado cómo si fuese cualquier cosa...no, aquello es bastante indescriptible...En ese momento Aqua comenzó a recordar su trágica vida en la tierra lamentándose no haberse podido despedir de su padre, por su capricho, aquel sentimiento se cruzó con la ira de ver cómo la asesina de su padre, mancillaba de esa manera parte de su cuerpo. En aquel momento el ejército de los vivos del reino marino se presentó al lado de su reina, para protegerla de los ataques de la bruja del mar, mostrando así que, aunque su reina los haya abandonado, ellos jamás lo harían, Aqua seguía siendo aquella princesa adorada cómo una diosa por su pueblo.

Cadavril dijo: - Vaya, tus peces vienen a defenderte, mejor...más soldados para mi ejercito - con una macabra carcajada.

Aqua dijo: - No, no permitiré que te lleves más almas -.
Cadavril dijo: - No puedes evitarlo, todo aquel que muera en mis manos será condenado a la esclavitud eterna -.

Justamente en ese momento, apareció el alma atormentada del anterior rey de los océanos, el ente del rey Tritón, mostrando una expresión llena de lamento...al no poder abrazar a su hija. La bruja del mar comenzó a reír a carcajadas, viendo el pálido y doloroso rostro de la joven Sirena, al ver el espíritu de su padre. Un maldito ente encadenado eternamente a la voluntad de Cadavril. Pero la vida está llena de sorpresas no importa en que mundo vivas, siempre ocurrirá algo que no esperas y que te vaya a sorprender, cómo en este caso, el rey Tritón, aquel que heredó parte del poder de Poseidón, no podía ser esclavizado por la bruja del mar. El anterior rey, mientras vislumbraba a su hija, admirando la fortaleza que había adquirido en la tierra...y lamentándose no haber podido estar con ella para consolarla en sus momentos tristes, se acercó a Cadavril metiéndole su fantasmal brazo dentro de su pecho, entonces dijo.

- Hermana, vendrás conmigo, ambos formaremos parte del mar, nos convertiremos en espuma marina y nuestros cuerpos serán devorados por los tiburones -.

Entonces, el corazón de Cadavril se paró en ese momento, muriendo y acabando así con un reinado de horror.

Cuentan algunas leyendas que los espíritus tiene una especie de energía eléctrica, apagones de luces, televisores que se encienden solo, teléfonos que suena sin que nadie, esté en la otra lineal...exacto, Cadavril, murió electrificada...

Aqua se acercó al ente de su padre, mostrando arrepentimiento de lo que había hecho, por haber abandonado su hogar y responsabilidades como reina de los océanos, nada de esto habría ocurrido si ella hubiese permanecido en el trono...su padre y muchos otros de su pueblo, todavía seguirían vivos. El rey Tritón acarició la cabeza de la triste Sirena y le dijo.

- Lo que hiciste estuvo mal, cierto...pero piensa que gracias a eso ahora cientos de almas atormentas son libres y pueden descansar en paz -.

Aqua no podía evitar llorar, sentía muchísima tristeza, pero tampoco quería que lo último que viera su padre fuese un rostro triste y lleno de dolor, por ello y con mucho esfuerzo esbozó una última y dulce sonrisa.

Había pasado tiempo desde la encarnizada guerra contra la bruja del mar, Aqua era una verdadera reina, amada por muchos y odiada por otros, su pueblo pensaba que cuando ella fuese reina todo sería maravilloso, una encantadora y amigable Sirena, pero Aqua había sufrido mucho, ya no creía en la amistad, no creía en la familia...no creía en el amor, su reinado fue deprimente, pasaría un largo tiempo llena de dolor, de sufrimiento...hasta que la nueva vida que crecía en su vientre viera la luz.


 




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