La Tristeza del Diablo

Capítulo 8

Sentimientos encontrados

 

Cuando observas su sonrisa y sientes como el tiempo se detiene, como la imagen se acerca por golpes enmarcando en un primer plano; expectante a algo como ella, para volver a alejarse y realizar un primer plano de su silueta completa.

Cuando todo esto sucede en una fracción del tiempo con el pequeño detalle que el escenario está en tus pensamientos, te das cuenta que estas al borde del abismo, aunque no aceptes que has caído, que estas dentro en descenso.

Lo siento, tengo compasión por tener este estado.

No se necesita explicación lógica, no se necesita analizarlo con detenimiento.

Los sentimientos se vuelven los dueños, la razón se marcha derrotada y solo se hace a un lado en su trono impuesto, el emperador a muerto mientras la sangre recorre el cuerpo ferviente llena de pasión sin freno…

Lo siento, porque sabes que estás perdido… porque este sentimiento es prohibido… ella es tan delicada, es humana y tú… yo… yo soy el rey del infierno…

 

Agache mi mirada un momento, algo avergonzada, sonrojada.

—¿Por qué hiciste eso? —mi voz fue suave, un poco mimada.

Me quede en silencio esperando una respuesta

—No pude evitarlo—Respondió.

Su voz sonó muy diferente, tenía una sensación familiar, rápidamente levanté mi rostro para verlo a los ojos, mis ojos se abrieron mucho porque el rostro que estaba observando no era el de Liam, los cerré y abrí nuevamente.

—¿Estas bien?

Ahora si era Liam…

—Eleanor, estas pálida… —continuo.

—Liam dímelo...

—¿Qué cosa?

—¡Dime si fuiste tú el que me beso!

—¿El que te qué?

—No… ¿¡No fuiste tú!?

—Eleanor…—lo interrumpí.

—¿¡Cómo es posible que no hayas sido tú!?—Estaba alterada.

—Oye, Calma...—Volví a interrumpirlo

—¡No! No me pidas algo así ¡cuando no entiendes!

—Es lo que intento hacer…—Su tono fue suave y su mirada estaba mirando a otro lado.

Me quede mirándolo, estaba algo triste en su expresión… respire un poco y el enojo que sentía se disipaba lentamente…

—Lo siento… Liam yo…—me interrumpe.

—Tranquila—me miro con una pequeña sonrisa—, buscaremos como salir de esto…

Solo pude sonreír levemente…

—Dime… ¿Qué fue lo que sucedió? —continuo.

Comencé a reflexionar levemente en esa pregunta, ¿Qué sucedió? Tenía imágenes vagas por ser tan solo un instante, pero estoy muy segura que no fue Liam… y esta… cosa; no podía llamarlo de otra forma porque nada podía asegurarme que fuera Lucifer y no otro ente que me estaba persiguiendo…

A pesar de que era vago el recuerdo, por ser de hace un momento mi memoria aún se conservaba, y lo primero que resaltaron fueron sus ojos… un azul profundo y vibrante donde puedes perderte fácilmente, obviamente Liam ni siquiera los tiene azules, son cafés y es claro la gran diferencia entre estos dos colores…

No quería divagar más en esto, no ahora; por lo tanto, evite el tema con Liam, ya llegaría el momento de hacerlo.

—No, no fue nada… solo me perdí en mis pensamientos— sonreí levemente.

—Está bien…—No quedo muy convencido con mi respuesta, pero hizo caso omiso con el tema.

—Bueno, entonces… ¿Quién o qué sugieres sea lo que nos está atormentando?

—No lo sé… pero es claro que no es de este mundo —Estaba muy serio.

—Bueno, sea lo que sea…

—¿Qué es lo que quiere de nosotros?

—No lo sé…

—¿Por qué nosotros?

Liam, me he preguntado tantas veces lo mismo y no, no he hallado alguna respuesta a esta incógnita…

—o mejor dicho ¿Para qué? —Continuo.

Oh bueno, no lo había visto desde este ángulo, siempre nos preguntamos el porqué de las cosas, buscando justificaciones y respuestas vagas para suplir esa necesidad de duda que nos atormenta, pero pocas veces por no decir nunca, nos preguntamos el propósito de las mismas, y es lo que nos llevara realmente a entender cada situación que la vida nos trae consigo.

—En fin, ahora no quiero desaprovechar esta oportunidad…—Continuo Liam.

A qué oportunidad se estaba refiriendo…

—¿Qué planes tienes para mañana?

—¿Mañana?

—Si…

—Amm nada… ¿Por qué? ¿Qué hay mañana?

Él quedó algo extrañado, confundido y con sus ojos mirándome fijamente casi haciendo que me sintiera incomoda, intimidada…

—Eleanor… es tu cumpleaños… —fue algo sarcástico.




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