La tumba Añil

Capítulo 23: "Entrañas"

Después de transcurridos dos días del infame juicio, el reloj seguía pasando sin clemencia atrayendo de esta manera a la noche, mientras que, en una firme decisión de obtener respuestas, una figura digna de ser admirada a través de vendavales de los cuales podía ser parte, le regalaba su presencia a las cuatro torres; aquellas que poseían el mote de: “memoria nebulosa”. Es así que, formando ahora parte de ese paisaje, las gotas de la extensa neblina que rodeaban al dichoso lugar, se detuvieron en el espacio tiempo como dándole la bienvenida a la dama, más luego volvieron a su flujo normal en cuanto ésta les echó una desinteresada mirada, pues en su mente, solo había una persona a la que necesitaba ver, y esa era: Solvintu. En consecuencia, la muchacha siguió avanzando, y cruzó los caminos trasparentes con bordes dorados, hasta llegar a los aposentos que pertenecían a la camarada que pretendía visitar, es aquí que se detuvo a admirar un rato la gran estructura de la puerta, la cual analizó de arriba a bajo solo para ganar algo de tiempo, pues… el hecho de reunirse con su compañera, le producía una enorme incomodidad, y como no hacerlo, después de presenciar su último comportamiento para con ellos, encima Dinariel no podría acompañarla porque estaba desaparecida hace dos días… ¿cómo podría hacerle frente a tal situación ella sola cuando y apenas conocía a Solvintu?, por lo que obviamente que la ansiedad la desbordaba por el qué le diría ésta. Sin embargo, Leniel sabía que no podría permanecer en el desasosiego por más tiempo, pues ahora era el avatar de viento, y debía cumplir con las responsabilidades encomendadas de dicho puesto, así que, tomando algo de aire, tocó la puerta tres veces.

—Mis respetos para el avatar de agua, Solvintu; soy el avatar de viento, Leniel, y he venido a verificar su estado —indicó y agregó—. ¿Se encuentra bien? —Leniel albergaba la esperanza de que, en primer lugar, recibiera una contestación agradable, y en segunda instancia, Solvintu hubiese hecho otra cosa además de estar ensimismada en aquella habitación lujosa, pero la realidad era diferente a como deseaba que fuese…

—¡Cómo puedo estar bien al saber que mi hermana va a ser ejecutada gracias a que tengo unos compañeros tan tibios en mis filas! —gritó desde dentro de la habitación, y esta declaración hizo que Leniel se apartara un poco de la puerta bastante exaltada; ¿qué quería decir con que eran tibios, si la única persona que realmente no estaba haciendo nada, era ella misma?

—Creo que está confundida avatar de agua; porque guardemos las apariencias, no significa que estemos en paz con este asunto… —advirtió Leniel, queriendo hacer entrar en razón a Solvintu, pero está demostró una vez más lo tosca que podría ser:

—¡Claro que lo están! ¡Ni siquiera he visto un ápice de indignación en sus palabras! ¡Incluso me mandaron a callar cuando solo dije unas cuantas verdades acerca del heredero!, sin contar con… ese guardián… ¡Ja!, Dinariel debe de estar realmente agradecida de conservarlo a nuestra diferencia —de pronto se quedó callada, y Leniel estuvo a punto de contestarle a su alegato, pero lo siguiente que fue a decirle, hizo que se diera cuenta de que probablemente no contarían con su ayuda—. Parece que estamos destinadas a que la desgracia nos persiga… —expresó con un tono lleno de melancolía, lo que produjo que Leniel volviese a retroceder, esta vez sintiendo que la rendición deseaba abrazarla, aun así, se rescató, e insistió una vez más.

—¿Entonces… realmente no planea mover un dedo para ayudarnos a resolver este problema? —le dio una última oportunidad para borrar esa actitud desventajosa que solo significaba el deshonor para los avatares elementales.

—No pienso inmiscuirme en algo que yo misma no he provocado —sentenció, y Leniel, con la expresión de no creer que Solvintu estuviese sacrificando a su hermana por su orgullo, pasó de estar sorprendida a molesta en segundos.

—¡Bien, entonces resolveremos este asunto nosotros mismos!, ¡y espero que no tenga arrepentimientos a futuro! —le deseó con mala saña, para después retirarse con la ira acumulada en el pecho, la cual se fue apagando por cada paso que daba, para más tarde ser remplazada por una tristeza insondable… Este hecho hizo que se detuviera justo a las afueras de las cuatro torres para llevarse ambas manos al rostro en forma de lamento, pues… sentía que de alguna forma Solvintu había abandonado a su hermana y le producía un enorme dolor en el corazón, sin mencionar, que le recordaba a su propio familiar, el cual había perdido hace nada por (según ella) unas circunstancias similares, no obstante… debía seguir con su cordura en alto por su trabajo; definitivamente… necesitaba un descanso…

***

Es así cómo la noche se profundizó con sus característicos sonidos, en donde cuya estadía, se apreciaban: los grillos, los pájaros graznar entre las penumbras, y a las hojas danzar producto de vientos un poco menos amables de lo habitual; tal vez no era época de lluvia, pero podría darse la ocasión en los corazones ajenos hasta en las puestas de sol más brillantes y hermosas, como lo estaba haciendo dentro del de Leniel. Por consiguiente, nuestra amable castaña había vuelto a retrasarse, y en este caso, lo hizo en su regreso gracias a que su ánimo flaqueaba, por lo que decidió tomar el camino largo a su campamento de descanso para estabilizarse, el cual no estaba demasiado lejos del bosque que debían investigar más adelante, mientras tanto, los demás ya se encontraban cenando en ausencia de la muchacha; no era el mejor momento para llegar y dar las malas nuevas, pero las nubes no detienen su recorrido por circunstancias semejantes a estas, así que Leniel anunció su presencia en lo que se quitaba la chaqueta que cubría el resto de su uniforme angelical.

—Ya he vuelto —expresó mientras dejaba el abrigo sobre una percha hecha de ramas, la cual se encontraba dentro de la pequeña cabaña que invocaron para su estadía.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.