La Tumba en el Bosque

La Tumba en el Bosque

Oliwis mis lectores, soy Akari y estoy explorando Booknet, si me va bien y no suceden cosas desagradables como plagios .-. subiré mis otras novelas, aunque ya subí una de mis novelas más leídas "Me Casé Con Un Bárbaro" ( "Vayan a leerla" xD... autora sama se los ordena... ok no, ignoren eso jajajaja :v), pero bueno. ahora pasaemos a lo importante...

¿Estás buscando una historia corta y linda? ¡Pues estás en el lugar correcto! Esta historia puedes leerla en menos de 15 minutos y probablemente no te arrepentirás, jajaja no meto las manos al fuego, porque para gustos colores xD ... pero de que vale la pena, pues lo vale, ahora sin más que decir a leer  (* >ω<) ٩(^ᴗ^)۶

 

La Tumba en el Bosque

En lo más profundo del bosque, donde apenas la luz se escabullía entre los frondosos árboles, vivía un ermitaño en una pequeña cabaña, por años había estado aislado del mundo, sin ver ni hablar con alguna persona. Con el tiempo se había vuelto un hombre amargado y desconfiado, sin ninguna pizca de amor. Su vida en soledad se había convertido en una rutina aburrida y monótona, pero todo cambiaría con la llegada de una frágil mujer.

Esa tarde como de costumbre el hombre de cabellos oscuros y enmarañados pescaba a la orilla del río y cuando intentaba lanzar lejos el anzuelo de su caña, a unos metros pudo divisar un cuerpo de una mujer flotando encima de un tronco, la joven era llevada por la corriente y como si fuera el destino, el cuerpo de la mujer llegó muy cerca de donde estaba él. Al principio el ermitaño se queda observándola por unos segundos y al ver que ella se mantenía inerte en la arena, decide dejarla ahí, ya que no tenía el deber de ayudar a esa mujer desconocida, él mismo pensó que probablemente ya estaba muerta. Entonces, sin ningún escrúpulo se dio la media vuelta y dio unos pasos antes de escuchar una suave voz.

ꟷ Por favor...

La muchacha con la poca fuerza levantó su rostro para rogar al hombre que le daba la espalda, el ermitaño sorprendido se gira hacia ella y pudo ver cuando esta caía nuevamente desmayada. Fue así como no pudo abandonarla y terminó llevándola hasta la pequeña cabaña que era su hogar. Ya dentro, este la cargó hasta la única habitación que tenía y la acomodó con suavidad en el colchón que estaba en el suelo.

La jovencita al cabo de unas horas pudo abrir sus ojos lentamente y cuando mira el degastado tejado aleja sus cabellos castaños de su rostro y al verse en un lugar desconocido, se sienta de golpe y mira hacia todos lados asustada, ella podía sentir el frío de la noche calar sus huesos haciendo que temblara sin control, ya que sus ropas aún permanecían muy húmedas.

No lograba ver nada en los primeros segundos, pero poco a poco su vista se fue acostumbrando a la oscuridad, hasta que de repente en una esquina pudo ver a un hombre con cabello negro muy largo y con una barba desaliñada, que la miraba con unos ojos que brillaban amenazantes muy parecidos a los de una bestia salvaje, estos eran de un color amarillo brillante. La joven se sintió como una presa frente a él y pegó un pequeño salto cuando escuchó la voz ronca y cavernosa que este tenía.

ꟷ Por esta noche puedes quedarte, pero cuando el sol salga ¡Te largarás!

El ermitaño luego de decir esas palabras, no quiso esperar una respuesta y, simplemente, a toda prisa salió por la puerta golpeándola estruendosamente al cerrarla. La chica estupefacta se queda inmóvil y sin poder decir palabra por varios minutos, y cuando al fin reacciona mira a su alrededor y ahí nota un par de ropas secas a su lado. Esta primero revisa que la puerta realmente estuviera cerrada y luego se cambia sus prendas, aunque para la incomodidad de ella, los pantalones le quedaron un poco grandes al igual que la camiseta que ese hombre le había dejado.

Esa noche dudó un poco si debía dejarse caer a los brazos de Morfeo, pero al final entre cabeceadas no pudo impedir que sus ojos se cerraran.

A la mañana siguiente, cuando los rayos del sol se escabulleron a través de la ventana, ella abrió sus ojos y solo necesitó un corto periodo para saber dónde estaba y sin pensar demasiado dio sus primeros pasos por la habitación explorando ese lugar que era completamente desconocido. Esta al fijar su vista en la puerta no dudó en abrirla y al asomarse cuidadosamente se dio cuenta que el pasillo estaba completamente vacío, no había ni un alma ni nada significativo, solo una puerta con cerrojo que estaba al frente de ella y un baño que se encontraba en el final del corredor. La joven algo curiosa por la habitación con cerrojo intenta abrirla varias veces, pero fue inútil, así que decide caminar hasta el comedor, el cual parecía estar abandonado, solo había una vieja cocina que estaba en una esquina, fue entonces, que detiene su vista en la mesa de comidas que se ubicaba en el centro del lugar, la cual se veía algo maltratada de la misma forma que los sillones de color café. Se notaba demasiado que el propietario no cuidaba para nada su casa.

Esta al ver el lugar vacío, pensó que lo mejor era salir y tal vez ahí se encontraría al dueño del lugar. Y así fue, ya que al poner un pie afuera se encontró al hombre cortando leña y decidida a hablarle, se acercó lo más calmada posible que pudo y mientras el ermitaño le daba la espalda, ella le habló con voz enérgica y cordial.

ꟷ Buenos días señor, le quería expresar mis agradecimientos, mi nombre es Isabella.

La joven que esperaba que le respondieran, se llevó una pequeña decepción al no recibir ninguna palabra, el silencio se hizo entre los dos, y ella tuvo que hablar nuevamente.

ꟷ No quiero interrumpirlo puedo ver que está ocupado, pero...

Fue en ese momento, que este le habló sin ningún tipo de cortesía.

ꟷ ¡Deberías irte!

Isabella aprieta fuertemente los labios y algo avergonzada le contesta.



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En el texto hay: fantasia, secreto, romance

Editado: 12.08.2020

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