No sé cuánto tiempo habrá pasado, horas, minutos, segundos, he perdido toda noción de la realidad, lo único en lo que puedo centrar la mirada es esa criatura que sigue devorando brutal pero pacientemente a Demetrio.
No consigo pensar en algo ¿Qué debo hacer? no creo poder enfrentarlo, aunque esto significaría entregarme sin pelear a la muerte que tanto tiempo lleva siguiéndome, no lo aceptare.
Reúno todo el coraje que aún me queda para poder empuñar mi arma y ponerme de pie, apunto directamente a la cabeza de la criatura la cual por un momento deja los restos de Demetrio y se concentra en mí, como si estuviera estado esperando a que hiciera algún movimiento.
Ahora que lo veo más de cerca y con la luz de la luna puedo distinguirlo mejor. Tanto su rostro como el resto de su cuerpo está cubierto por un fino pelaje grisáceo, sus ojos parecen ser más grandes que los de una persona y parecen estar formados por una esfera completamente negra, sus facciones son difíciles de distinguir pues tienen un rostro bastante plano donde lo único que destaca es su prominente nariz, sus orejas son puntiagudas y constantemente se mueven en todas direcciones, posen una musculatura exagerada y en sus manos se encuentran unas enormes garras
Mis manos están temblándome como si nunca hubiera sostenido un arma en mi vida, creí que ya lo había vivido todo, que había soportado lo peor de este mundo, pero estas cosas están en un nivel que supera la comprensión, ni siquiera puedo verlo a los ojos sin que sienta que mi vida se desvanece y parece que la criatura la sabe.
Mientras me mantengo inmóvil, la criatura se acerca lentamente a mí, como si estuviese analizando a su adversario, cuando lo tengo a unos 3 metros de mi abre ligeramente su prominente mandíbula mostrándome sus afilados colmillos para después lanzarse contra mí, apunto justo al centro de su frente y disparo.
Por un momento creo haberlo matado pero mi alivio se desvanece tan rápido como llego, pues la criatura se levanta casi de inmediato, aunque se muestra algo atontada no parece herida, levanto nuevamente mi arma para liberar un segundo disparo el cual parece haber sido tan poco efectivo como el primero, aún no he preparado el siguiente tiro cuando la criatura me golpea en el vientre lanzándome contra un árbol.
Lucho para mantenerme consiente pues el impacto fue tan fuerte que tengo suerte de no haberme roto la cabeza, apenas y puedo ver, pero distingo como una enorme silueta se me acerca.
Una ligera línea de sangre desciende lentamente por mi frente mientras lucho por incorporarme, tengo al monstruo a medio metro, pero este no me ataca, como si esperase que corra, grite o suplique, no voy a darle el gusto.
Me es imposible huir, ya he visto la manera en que se mueven y la fuerza que tienen, pero no por eso me dejare dominar, si tengo que morir aquí a manos de esta cosa que así sea, cuando logro incorporarme dirijo la mirada a la criatura al tiempo que abro los brazos.
— ¿Qué esperas maldito? ¡Hazlo de una jodida vez! — grito.
La criatura no se ve feliz con mi reacción, pero eso no parece importar demasiado pues dirige su garra velos mente asía mi garganta, la sangre salpica la fina hierba del bosque, pero no es mi sangre, Owen se había puesto frente a mí recibiendo el zarpazo de lleno destrozándole el pecho, sin tomarle mayor importancia la criatura arroja a Owen de un golpe para nuevamente plantar su mirada en mí, pero yo ya tenía algo preparado para ella.
Usando toda la fuerza de mi brazo clavo mi cuchillo en la oreja de la vestía obligándola a retroceder, la criatura chilla mientras trata de sacarse el cuchillo sin tener mucho éxito, se ve sumamente confundida y mareada.
Giro rápidamente la mirada en busca de Owen, lo localizo junto a Juan quien aún parece estar conmocionado por lo sucedido.
— Tenemos que aprovechar esto — digo mientras señalo a la bestia.
— Lo sé — me dice Owen al tiempo que saca de una mochila sus dagas gemelas.
Ha pasado un tiempo desde que vi esas dagas.
— Puedes encargarte del otro — me dice Owen mientras señala al otro monstruo.
Asiento ligeramente, Owen me regresa el gesto al tiempo que arroja una de sus cuchillas a mi lado, tomo el arma y me dirijo lentamente al cuerpo caído de la otra bestia, giro la mirada al pasar Junto a Demetrio, aunque no puedo evitar sentir un horrible malestar viniendo desde lo profundo de mi ser.
Lo primero que noto al llegar al cuerpo de la criatura es que esta aun respira, no parece haber detectado mi presencia, más bien pareciera estar inconsciente, aunque se mueve en ocasiones, la bala de Owen impacto justo en su ojo izquierdo, pero no le mato, tomo el cuchillo, lo coloco detrás de su oreja y hago presión, pero el cuchillo no entra, lo intento una y otra vez, pero sin importar donde intente clavarlo no lo logro.