Había pasado la última media hora gritándole furiosa a Owen, pero este no había tenido la decencia de responderme, me sentía mareada y me dolía la garganta mientras que mi piel paso de roja a blanca tras un rato.
— Entiendo que fue antes de lo que pasó con Demetrio, pero lo que no comprendo es porque — dije algo más calmada — ¿Era por eso por lo que te apartabas? Y si sabías que eras peligroso para nosotros ¿Porque te acercaste? ¿Que se supone que intentabas con Lucía? ¿Y porque no me lo contaste? Creí que confiabas en mí.
Después de un largo silencio me senté en una de las sillas con la cabeza agachada, mi mente no dejaba de dar vueltas con todo lo que sucedía y me molestaba que Owen siguiera sin decirme nada.
Había pasado un tiempo cuando un sonido me saco de mi trance, antes de que me percatara de lo que sucedía Owen salió de su cama y llego a la computadora para apagar la alarma.
— ¿Que está pasando? — pregunto.
— Es uno de los resultados, Isaac cree que no entiendo lo que sucede, pero no tiene ni idea.
— Exactamente de qué estás hablando.
— Está prueba específicamente era para determinar el tipo de virus que me afecta y hay algo que debo averiguar antes que Isaac.
— Espera, creí que él ya sabía que es lo que tenías y así logro tratar a Lucía.
— No, Isaac descubrió que yo la contagie y lo que probablemente busca es que sus anticuerpos reaccionen de igual manera que los míos, pero no ha descubierto nada más.
— ¿Exactamente quién eres? — pregunto muy confundida.
— Soy Owen Obelix, estudiante de quinto año de medicina y antes de esto solía decir que sería el mejor virólogo que llegaría a haber.
— La casa de antes, la que parecía haber sido quemada.
— Si, era ahí donde vivía antes de todo esto y en este lugar fue donde hacia mí servicio, solo que en el bloque C del otro lado del complejo.
— Lo tengo — dijo Owen emocionado.
— ¿Qué cosa exactamente?
— Míralo por ti misma.
La computadora mostraba un análisis completo tanto del tejido, sangre y líquido cefalorraquídeo de Owen, mostraba todos sus datos básicos, como el tipo de sangre, conteo de plaquetas y glóbulos rojos, pero además mostraba un letrero que decía ¡INFECTADO! con letras rojas, debajo de este se encontraba la descripción de su enfermedad.
Virus accipire confirmado
Sepa: Dez—3452
Nombre clave: daemonium
Progreso de la infección: Avanzado
Apenas había levantado la mirada cuando Owen me apartó ligeramente y comenzó a cliquear sobre el teclado.
— No creo poder engañarlo para siempre, pero al menos esto debería darnos algo de tiempo.
Acerque la mirada a la pantalla, todos los datos eran los mismos salvo los últimos donde se podía leer:
Virus accipire confirmado
Sepa: Desconocida
Nombre clave: No asignado
Progreso de la infección: Desconocido
— ¿Que intentas con esto? — pregunte.
— Ganar tiempo.
— ¿Tiempo?
— No es necesario que lo entiendas ahora.
— Owen tienes que ser más claro conmigo, no puedo confiar en ti si me ocultas tantas cosas.
— Esa es mi decisión.
— Bien, tal vez yo decida hablar con Isaac sobre los análisis.
— Sofía no comprendes la gravedad del asunto.
— Y seguiré sin comprenderlo si no hablas conmigo — dije exaltada.
— ¡Bien! — dijo Owen molesto — te contare lo que quieras, pero guarda silencio por ahora.
— De acuerdo, pero no te lo tomes con tanta calma, soy mala para guardar secretos — dije con suma ironía mientras regresaba a mi cama.
Vi la piel de Owen tornarse roja mientras luchaba por controlar su respiración, cuando se veía más tranquilo camino hasta su cama y se recostó dándome la espalda, sin importar que es lo que ocurre aquí es obvio que es importante para él, por primera vez Owen no puede negarse a responder a mis preguntas.