La última bruja del aquelarre

34. Sobre aviso

Usher y yo regresamos a la academia pero primero entro yo, ambos estamos de acuerdo sobre que si alguien sabe acerca de eso tendremos problemas, mayormente Usher

Justo cuando estoy a punto de entrar el me detiene

— Multum pythonissam —volteo a verlo—  No sigas con el conjuro, tal vez no lo sientas ahora mismo pero tomo mucha de tu energía

—Te prometo que no volveré a hacerlo en un buen tiempo

—Bien— me da una sonrisa cálida y me suelta la mano, yo entro a la academia con una sonrisa estúpida adornando mi cara, me dirijo a mi habitación, al entrar veo que gracias a los cielos Daisy aún no ha llegado, tomo el collar con el que hice el hechizo, de nuevo salgo de mi habitación,  tengo que regresar el collar antes de que Brent se dé cuenta de que no está, de nuevo soy cuidadosa y lo dejo en el lugar en el que lo encontré , de regreso a mi habitación me encuentro a Declan el cual solo me sonríe y me dice que nos veremos en la cena, el realmente esta esforzándose mucho en aprender las cosas que le explican, espero hasta que es hora de la cena, poco a poco me siento más cansada, de camino al comedor doy por lo menos unos siete bostezos

— ¿Estas cansada? — pregunta Declan

—Sí, hoy aprendí un conjuro el cual toma bastante concentración para hacerlo — doy otro bostezo, ayudo a Declan sobre algunas cosas que no entiende, finalmente terminamos de cenar y regresamos a nuestras respectivas habitaciones, al llegar caigo directa a mi cama, siento los ojos pesados así que en realidad no tardó mucho en quedarme dormida

Unos brazos me sacuden como locos, abro los ojos y noto que mi respiración está muy acelerada, doy grandes bocanadas de aire para que este llegue a mis pulmones

—Por dios Medea— veo a Daisy con cara de espanto total

— ¿Que sucede? — la habitación esta iluminada por una vela, mis manos están temblorosas

—Tenías una pesadilla, gritabas como loca y parecía que intentabas llegar a alguien

—No recuerdo mi sueño— me siento en mi cama intentando calmar los temblores de estas —Gracias por despertarme

—Bueno en realidad tú me despertaste a mí pero acepto tu agradecimiento — doy una risa nerviosa, Daisy regresa a su cama y en pocos minutos se queda dormida, a mí me cuesta más, me muevo como loca en la cama pero no logro pegar ojo, me levantó intentando ser muy silenciosa para no despertar a Daisy, tomo mi capa y salgo a los pasillos, la única luz que me guía es la de la luna que traspasa los ventanales, camino hasta  la zona del personal de la academia , alzo mi mano y toco la puerta, en unos segundos se escuchan los pasos del otro lado

— ¿Que sucede? — Brent ilumina con una vela, al verme se sorprende bastante— ¿Medea? — ve a su alrededor y me toma de la mano adentrándome en su habitación — ¿Qué sucede? —tiene cara de preocupación, como todo buen padre sustituto que es el me comienza a examinar para asegurarse de que no estoy lastimada

—Tome tu collar— es lo único que se me ocurre decir

— ¿Mi collar? — él se ve confundido

—El que te regalo mi madre—  el de manera suave me guía hasta que estoy sentada en una de las esquinas de su cama

— ¿Porque? — el lleva la silla de su escritorio y la pone frente de mi para después tomar asiento en ella

—Quería saber qué es exactamente lo que paso — lo miro a la cara, a mi mente de nuevo acude el alarido de dolor que salió de su garganta cuando mi madre…

— ¿Lo viste? — él ahora se ve más preocupado que molesto por el  hecho de que tome su collar, yo solo atino a mover mi cabeza de arriba hacia abajo, Brent me rodea con sus brazos

— Gracias —  le digo yo en un susurro

— ¿Porque? — el me ve a los ojos

—Por no dejarla sola en sus últimos momentos y por estar conmigo — me niego a llorar de nuevo

— No la hubiera dejado sola por nada del mundo, y  menos a ti — su mirada ahora esta triste

—No me dejes sola nunca—  lo abrazo de Nuevo hundiendo mi cara en su pecho para ocultar mis lágrimas, el acaricia mi cabello de forma paternal

—No lo hare— él no me suelta y de Nuevo me Consuela cunad nota que estoy llorando, nos quedamos en silencio por un largo rato hasta que decido que confiare por completo en el

—Usher me beso— le digo sin verlo a la cara

— ¿Como? — el abre  sus ojos de manera bastante graciosa

—Que Usher me beso — repito, temerosa de que el se enfade por lo que acabo de decir bajo mi Mirada

—No es malo — dice en voz baja

— ¿Que? — ahora es mi turno de sorprenderme

— ¿Recuerdas que dije que lo estaba vigilando? — Asiento con la cabeza — Pues era verdad, en todo el tiempo que lo vigile note que le se excluía y se alejaba de manera regular en todos los aspectos, vi cuando su aquelarre dañaba a los demás, él normalmente se ocultaba o quedaba atrás

— ¿Entonces porque no confiabas en el o no darle una oportunidad? — pregunto acurrucándome en la cama

—Porque se supone que será el siguiente patriarca de los De’Ath — él se levanta y saca el collar, lo juega en sus manos — No quería arriesgarme — el me  ve y me da una sonrisa — ¿Así que te beso? — de nuevo asiento con la cabeza

—El me vio salir al bosque después de ver lo de mi madre…—suspiro— Me siguió y se quedó conmigo hasta que termine de llorar — Brent da una risa suave

—Pues entonces debo pagar una deuda — yo lo miro sin entender a lo que se refiere, el noto que no he entendido y procede a explicarme —Una de las mujeres del aquelarre tenia visiones pero no siempre se hacían realidad, ella dijo algo parecido a lo que me contaste, ella no reconoció tu rostro pero si la esencia de los De’Ath así que apostamos, parece que he perdido — me rio —Solo prométeme que serás cuidadosa — yo asiento de nuevo, él me sonríe—  ¿Escuchaste lo que dijo tu madre? —  lo miro de nuevo sin entender a lo que se refiere

— ¿Qué cosa? — me acomodo más cerca de el



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En el texto hay: secretos, aventura, magia

Editado: 04.07.2023

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