La lluvia resbala por mi cara, el viento es demasiado frio pero eso no logra que me detenga
Hace un buen rato que deje atrás a los chicos, no deberían despertar hasta mañana, se sentirán aún muy cansados, los nervios siguen a flor de piel, me da pánico la idea de llegar y que el ya no este, pero esa idea se va de mi mente igual de rápido que llegue
Las piernas me duelen mucho por las cabalgatas tan largas que he hecho en tan poco tiempo, pero no me concentro en el dolor, está empezando a amanecer, poco a poco me voy infiltrando en las aldeas de las afuera del reino de Welham, procuro que la capucha de la capa me cubra al cien por ciento, no estoy segura de sí me estarán buscando específicamente a mí pero es mejor prevenir, el sol comienza a iluminar las calles, las personas comienzan a salir de sus hogares para enfrentar un nuevo día, me alegra ver que mi presencia no llama mucho la atención, paro mi cabalgata una vez que mi estómago comienza a protestar por el hambre, saco un poco del pan y queso que tengo en mi mochila y me lo como rápidamente, no tengo mucho tiempo que perder, mi ropa está completamente mojada por lo que espero que al llegar al catillo esta logre secarse, o al menos espero que llueva de nuevo, supongo que ahora están completamente pendientes de quien entra o sale del castillo, gracias a los documentos que Ronan hurto de la oficina de Wolfgang sé que debajo del catillo hay pasadizos de emergencia, solo algunos guardias saben de su existencia, los crearon para salvar la vida de la familia real ante cualquier amenaza
Una vez que estoy lo bastante cerca del reino es cuando bajo de mi caballo, me alejo de la vista de las personas y me pongo a hacer el hechizo que logra cubrir mi esencia, esto me quitara un poco de mi energía pero al estar sola no me queda nada más por hacer, una vez que lo recito y este hace efecto comienzo a sentirme un poco más cansada, entre el hechizo y no dormir los ojos me pesan pero me niego a que se cierren
Dejo mi caballo en una residencia que no pide mucho dinero para cuidar de él, necesito que este en óptimas condiciones para cuando sea hora de escapar de nuevo, tampoco hacen preguntas y son discretos así que no me preocupa, comienzo a caminar ocultando mi cara con la capucha, estoy completamente pendiente de lo que sucede a mi alrededor, aprieto las correas de mi mochila procurando no perder lo que hay dentro de ella, el pueblo está bastante tranquilo, muchas personas van con vestimenta de color negro, la noticia de la muerte del rey ha salido a luz, muchos están de luto por la vida perdida de su gobernante
Camino y me oculto de unas cuantas tropas que pasan de vez en cuando, estas tampoco parecen prestar mucha atención a mi presencia, me escabullo por los callejones del reino y lentamente me acerco más al castillo, según los planos que Ronan nos mostró la entrada de estos pasadizos está en donde un arroyo empieza, comienzo a caminar de la manera más normal hacia donde está ubicado el arroyo, paso cerca dando varis vueltas para asegurarme de que no hay guardias custodiándola, pero para mi gran desgracia los hay, son cuatro, platican entre ellos y se ríen, no prestan mucha atención pero aun así dejarlos despiertos es muy peligroso, me trueno los dedos de forma nerviosa y comienzo a caminar hacia ellos, al percatarse de mi presencia ellos se ponen en guardia, comienzo a caminar como si estuviera herida, ellos se miran entre sí pero me apuntan con las armas que traen con ellos
— ¡ALTO AHÍ! — Dice el más viejo
—Por favor — alzo las manos intentando aparentar como si estuviera indefensa— Unas personas me acaban de atacar, querían quitarme mis cosas, se llevaron mi caballo— No paro de caminar, me acerco cada vez más
—DIJE ALTO— Todos me apuntan ahora
—No voy a parar señores— digo con voz fría, subir las manos y las aprieto, las raíces salen del suelo atrapándolos, dejándolos sin sus armas las cuales caen al suelo con un ruido sordo
— ¡Una bruja! — Grita uno, todos intentan liberarse de las raíces pero sus intentos son inútiles,
— Lo lamento— El aire comienza a abandonar sus pulmones, no lo suficiente como para matarlos peros i para dejarlos inconscientes, no lo hago con todos, dejo a dos despiertos
—LOS HAS MATADO— Grita una viendo a sus compañeros en el suelo
—Siguen con vida pero están inconscientes — Me agacho y busco el pulso, me relajo al sentirlo— Ustedes me van a ayudar
—Claro que no — Dice uno de ellos, en vez de pelear y desperdiciar valioso tiempo hago lo mismo que a sus compañeros, el aire lo abandona, se desmaya y cae al suelo, volteo a ver al único desierto
—Lo harás— Digo con tono autoritario, su cara es de miedo
— ¿Qué busca? — Esta temblando
— Usher— Lo miro —Usher De’Ath — El mira a su alrededor
— No sé dónde esta
—Mira — bajo y mochila y rebusco en ella, saco el collar que Wolfgang me regalo, no lo usare pero vale mucho dinero, al verlo el guardia pone toda su atención en mi — Te lo daré a cambio de tu ayuda, por tu mirada noto que sabes lo que cuesta esto, si lo vendes ganaras mucho dinero, el piensa por unos minutos, veo los engranajes de su mente girar para tomar una decisión
— ¿Lo promete? — Yo asiento con la cabeza
— Pero te lo advierto, si intentas engañarme no dudare en matarte y créeme conozco los trucos para que te duela, el asiente con la cabeza
— Los cuerpos— los señala con la mirada— Una patrulla pasa cada hora, pasaran en menos de lo que canta un gallo— Me mira— Debe esconderlos — Hago que las raíces se muevan, llevando con si a los hombres inconscientes, como él dijo los pasos suenas — Escóndase — Yo entro al túnel, me escondo de manera que pueda ver lo que pasa al exterior pero sin ser vista
— Hey Rudolf — Saluda uno de los recién llegados
—Hola— Él se mira relajado
— ¿Los demás? — El tal Rudolf se encoje de hombros
— Me dijeron que irían a descargar la vejiga pero supongo que no solo eso— Hace un guiño y una seña obscena con la mano, sus compañeros se ríen
Editado: 04.07.2023